Antes del 26 de Septiembre aun cuando reconocía una falta de entusiasmo y hasta reacciones adversas de mujeres y hombres que siempre nos han acompañado; aun cuando compartía sus enojos, siempre insiste en no perder las perspectivas estratégicas y sumar todo el esfuerzo para el éxito electoral como una batalla más en esta lucha que en palabras de Fabricio es lograr que “la aurora de la libertad y la justicia resplandezca en el horizonte de la patria”. Sin embargo no clausuraba el debate solo decía que llegaría el momento y creo que ha llegado pero no solo para debatir sino para tomar acciones.
Ahora bien, antes de colocar humildemente, propuestas que contribuyan a la aceleración de la ofensiva revolucionaria, se hace necesario debatir lo acontecido el 26 de septiembre no para embriagarnos de confianza y triunfalismo o para hurgar sádicamente en las heridas, yo quiero partir de lo que veo, de lo que siento, como simple ciudadano ganado para acompañar este proceso de cambio; y para eso tomo como muestra lo sucedido en Anzoátegui; les voy a contar una pequeña historia:
“En el Tigre tenemos al camarada Lemark Gómez de amplia trayectoria revolucionaria, que por su modestia, y disposición al trabajo revolucionario se ha ganado el aprecio de gran parte de la militancia chavista: en el 2004 lo postula el PCV como candidato a la Alcaldía, muchos pensamos que iba ser el candidato de la revolución, resulta que se impuso Ernesto Paraqueima, del partido Podemos apoyado por el candidato a gobernador para ese entonces (Tarek), bueno, contra el cariño y el aprecio para con Lemark había que seguir la línea del partido, gano Paraqueima quien inmediatamente inicio una campaña feroz contra Tarek apoyado en la radio, televisión y prensa local, posteriormente se separa Podemos del proceso revolucionario y Paraqueima gobernó al Tigre como si fuera su feudo y los habitantes como si fuesen su propiedad, la policía se convirtió, en su policía y el era el supremo, sin embargo en relación con políticas de ornato, ordenamiento vial, hay que reconocer que fueron sus únicos logros, pero la gente estaba al borde del desespero ante los atropello de este señor . Llego la oportunidad en el 2008, se presentaron varios candidatos a la contienda interna del PSUV, una buena cantidad de militantes postularon a Lemark Gómez (quien con anterioridad había aceptado la propuesta del Comandante Presidente de incorporarnos al naciente partido), se dio la contienda, el resultado fue que el candidato apoyado por Tarek , Carlos Hernández saco 27% y Lemark Gómez saco 19% , no había una ventaja superior al 15% entonces se tenía que decidir según la normativa en la dirección nacional del partido; en ese momento supimos que el camarada Lemark no tenia vida, que su trayectoria y todo el esfuerzo sin ningún apoyo logístico en esa contienda interna no tenía ninguna valía. Oído, con esto no pretendo acusar a nadie, ni mucho menos desconocer el compromiso revolucionario de Tarek; simplemente me remito a los hechos.
Gano Carlos Hernández en el 2008 la alcaldía de Simón Rodríguez (El Tigre) con el apoyo decidido de un militante disciplinado como lo es Lemark Gómez; desde ese 2008 a la fecha lo poco que hizo Ernesto Paraqueima , Carlos Hernández lo destruyo, ha hecho una de la gestiones mas grises al extremo que muchos añoran al señor Paraqueima.
Para esta última contienda a Lemark se le presentaron trabas para su postulación al Circuito N° 1, (debo destacar que siempre su nombre no ha sido una auto postulación sino que ha sido propuesto por todo un colectivo de militantes), eso tampoco lo amilano para que el domingo 26 estuviera convenciendo y cargando gente a votar.”
Ahora lo lamentable es que la situación descrita es común en casi todos los municipios del estado y si vemos los resultados de los cinco municipios de mayor número de votantes; Bolívar (Barcelona), Sotillo (Puerto La Cruz), Simón Rodríguez (El Tigre), Anaco y Freites (Cantaura); en los primeros cuatro perdimos y los alcaldes son del PSUV y el ultimo nunca ha tenido un alcalde de la revolución ese ha sido el bastión del líder de la contra en el estado, el señor Barreto Sira, allí en Freites ganamos. En los primeros cuatro municipios se decidió la contienda electoral, parece ser que el voto no fue ni contra Tarek ni contra el presidente.
Camaradas; debo aclarar mas enfáticamente, que con esto que estoy diciendo no pretendo hacerle apología a nadie como tampoco pretendo llevar al paredón a otros, solo lo hago con el objetivo de desnudar una realidad y a partir del análisis crítico ejecutar políticas que nos catapulten a las victorias necesarias.
De esa realidad que yo creo ver, nace el titulo de este articulo; “Quien busca un incondicional encuentra un traidor”. Digo esto camaradas, porque desde los gobiernos regionales, desde ministerios, empresas del estado y hasta en el partido, existe un criterio casi generalizado de conformación de equipos locales tomando como elemento la incondicionalidad al líder inmediato superior ya sea al gobernador, al alcalde, al director regional, al gerente, etc; y así esos espacios vienen siendo ocupados por gente que solo habla para apoyar al jefe, que ríe si el jefe ríe, que llama traidor al que el jefe diga que es traidor; y si una cualidad tienen estos líderes impuestos, es la de mimetizarse; estos figurines hablan como el presidente, visten como el presidente, y le hacen un tremendo daño al presidente, porque estos figurines no tienen lo que le sobra al Comandante Presidente, alma, corazón, compromiso infinito con los desposeídos; nosotros observamos como la derecha, la contra revolución trata de banalizar el Socialismo Bolivarianos utilizando cómicos, bufones, payasos, seudos humoristas que actúan en show televisivos y graban discos para ridiculizar al Comandante Presidente, pero ninguno de ellos hace tanto daño a nuestro líder, a su palabra comprometida, que estos figurines de la revolución, reyezuelos que las misma cualidades que le sirvieron para estar donde están, esas mismas cualidades la exigen para sus subalternos y para las organizaciones comunitarias y la organización política y quieren tratar al partido como parte de su gabinete y se entrometen en la organización comunal, porque hasta allí quieren tener otros figurines imagen y semejanza de ellos; todo esto va conformando una estructura de poder con líderes institucionales, lideres impuestos, operadores para el jefe; lógicamente con equipos así, jamás encontraremos praxis de la ética socialista que urgente e históricamente debemos sembrar, allí se reproduce lamentablemente el viejo militante adeco. Mientras en la periferia del circulo de poder están los convencidos, y comprometidas (que es la cualidad primera de un cuadro revolucionario) marginados pero pegados al pueblo y siempre a pesar de sus necesidades, a pesar de sus limitaciones para la movilización, están allí dispuestos a la batalla, entre la espada y la pared; la espada de un pueblo que les refuta cada día mas desanimado sobre lo que se proyecta en la pared, que en este casos son las alcaldías, y otras instituciones que deberían estar mar cercanas al pueblo y sin embargo reflejan un alto nivel de burocratismo, inoperancia, combinado con soberbia y arrogancia de creerse estúpidamente ser los ungidos de la revolución; como si la revolución fuera una dadiva que se le da al pueblo; que tremendo irrespeto a los protagonistas de la historia. En ese panorama sobreviven los militantes convencidos, rechazados como un León Trotsky por los figurines impuestos a costa de la “incondicionalidad” y recibiendo del pueblo el chaparrón de crítica; gracias que también como Trotsky, se levantan para explicar mas allá de la adversidad las razones estratégica de seguir en la lucha y sobre todo pegados al ejemplo inmensamente moral de nuestro líder autentico comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
Ahora bien, mi intención no es que se busquen a los cuadros que son al parecer mejores. Los convencidos, los comprometidos, los auténticos incondicionales con la noble causa del SOCIALISMO, no se buscan, se encuentran en el fragor de la lucha, en el proceso mismo, por lo tanto lo que sí creo que se debe de hacer es presionar más para derrumbar obstáculos legales y políticos que permitan al pueblo ejercer mayor control de su destino; si se estrechan los márgenes para la maniobra, el lobby, los acuerdos entre bastidores habrá más espacios para la construcción de liderazgos auténticos, en la medida que se le dé más responsabilidad al pueblo organizado habrá menos responsabilidad que exigir del pueblo a los demás entes del estado; de allí que en estos momentos se impone acelerar la ofensiva revolucionaria orientada a ser efectiva las siguientes consignas:
El pueblo a la asamblea.
No podemos negar el avance legislativo de la actual Asamblea Nacional, pero la siguiente agenda legislativa si no la hace el pueblo, la consigna “el pueblo a la asamblea” no pasaría de ser no más que un eslogan publicitario, y no vengan con la frase trillada de interpretar la voluntad popular, el pueblo no necesita que lo interpreten, el pueblo sabe cantar y el pueblo trabajador está cantando por la nueva Ley de Trabajo, y el pueblo trabajador está cantando por La Ley de Los Consejos de Trabajadores, y el pueblo trabajador organizado en empresas sociales y enredado en la intríngulis jurídica está cantando por un nuevo código de comercio, el pueblo trabajador que impulsa el poder comunal está cantando por La Ley de Las Comunas, si se quiere en las futuras batallas tener un pueblo con sus diputados, es necesario cantar a dúo con el pueblo.
Más poder a los Consejos Comunales.
Hay que tomar una decisión política hacia los municipios dirigidos por alcaldes del PSUV, hay que acelerar realmente el desmontaje de esos mamotretos, replicas intactas del estado burgués; el líder peruano Ollanta Humala ha expresado muy acertadamente “que hay que llegar al poder para transformar el estado, no solo para administrarlo” ; aquí a 11 años de revolución vemos alcaldes y concejales domesticados, adquiriendo las formas del molde de esa anacrónica estructura, convertidos en el mejor de los casos en “los bienhechores”, en “buenos administradores” en los seres a los que la comunidad tiene que pedirles el favor; en otras instituciones y empresas del estado la relación es similar, en todas aunque se tararee como una canción el protagonismo del pueblo y le solucionemos problemas como nunca en nuestra historia se había hecho, siempre se irrespeta al pueblo, se menosprecia sus poderes creadores, a menudo oímos palabras que transmiten la colonización, intervenir en vez de interactuar, “adiestrar”, “educar” , todo un lenguaje y una acción que afianza la cultura que queremos desterrar, la del paternalismo, la de la representatividad.
Protagonismo del partido (PSUV) de la revolución.
El partido tiene que asumir su rol histórico; de guía, organizador, conductor político e ideológico y a nivel de los estados y municipios, dejar de ser solo una maquinaria electoral que se enciende y se pone en funcionamiento en tales coyunturas, ni tampoco seguir siendo un departamento más de la Alcaldía o Gobernación. El PSUV y fundamentalmente sus patrullas como células básicas deben ser los vasos comunicantes, con el ámbito social, y articuladoras de todo el tejido que constituye el poder popular.
Estoy convencido que como nunca, estamos en el mejor momento para acelerar la ofensiva revolucionaria, solo revisemos, rectifiquemos y reimpulsemos las gestiones locales y de base tanto gubernamentales como del equipo político.
PATRIA SOCIALISTA O MUERTE
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