(Un maquillaje estadístico llamado PIB)

Conozcamos la Riqueza de las Naciones

“La riqueza de las naciones es hoy una de las obras más importantes de esta disciplina, y para Amartya Sen, «el libro más grande jamás escrito sobre la vida económica».1 Es el documento fundador de la economía clásica y, sin duda, del liberalismo económico”.

“”Los salarios son la compensación directa del trabajo, es decir, el alquiler de la capacidad productiva del trabajador. El beneficio sobreviene cuando el stock de valor o de capital, acumulado por una persona, es empleado para poner a otras personas a trabajar, facilitándoles unas herramientas de trabajo, las materias primas y un salario con el fin de alcanzar un beneficio (esperado y no garantizado) vendiendo aquello que ellos producen. La ganancia es así la recompensa de un riesgo y de un esfuerzo. La renta predial existe desde que todo el territorio de un país está en manos privadas: «a los propietarios, como todos los demás hombres, les gusta recoger donde no han sembrado, y demandan una renta, incluso por el producto natural de la tierra». Esta es pagada por los agricultores a los propietarios en contrapartida por el derecho a explotar la tierra, que es un recurso escaso y productivo. No requiere ningún esfuerzo por parte de los propietarios.”” 

“Para Smith, el trabajo productivo es aquel que contribuye a la realización de un bien comercial (como el trabajo del obrero), mientras que el trabajo improductivo no añade nada al valor (como es el trabajo del criado, donde los servicios «mueren en el mismo instante en que se prestan».) Esta distinción es a menudo utilizada en economía. No sobreentiende que el trabajo improductivo es inútil o deshonroso, pero dice que su resultado no se puede conservar y no contribuye pues al fondo económico para el año siguiente.

Los trabajadores productivos son remunerados a partir de un capital, mientras que los trabajadores improductivos son remunerados a partir de un ingreso (renta o beneficio). A medida que una economía se desarrolla, su capital aumenta y la parte necesaria por el mantenimiento del capital aumenta también.

Los capitales aumentan de hecho con la moderación «la causa inmediata del aumento del capital es la economía y no la industria», motivado por el esfuerzo constante, uniforme e ininterrumpido de todo individuo con tal de mejorar su suerte. Dedicando más fondos al trabajo productivo, el capital de un hombre ahorrador pone en marcha una producción adicional (en términos modernos, el ahorro es igual a la inversión). Así, lo que es ahorrado es igualmente consumido, pero por otros: por los trabajadores productivos en lugar de los trabajadores improductivos o de los no trabajadores, que reproducen el valor de su consumo, más una parte de beneficio.”

http://es.wikipedia.org/wiki/La_riqueza_de_las_naciones#Visi.C3.B3n_de_conjunto

    Hoy, en lugar de “riqueza de las naciones”,  se habla de Producto  Interno Bruto (PIB)[1]. Este  es un estadístico que expresa la suma del total de los salarios, las ganancias e impuestos más el monto de las depreciaciones concomitantes de capital fijo empleado en la fabricación de bienes tanto materiales como serviciales durante un año o una de sus fracciones, todo en términos de precios de mercado o monetarios.

   El PIB, como medida macroeconómica, se limita a una labor de recopilación de datos cuantitativos, sin entrar en el origen ni  justificación de tales rentas, hace abstracción de su distribución dentro de la sociedad, que es tan irregular en la sociedad burguesa, y siembra falsas apreciaciones con precios inflacionarios, cuestión que le ha venido al pelo a los gobernantes y al propio sistema capitalista, habida cuenta de que a mayores precios con dinero inorgánico o inflacionarios, mayor PIB y mayores “ingresos per cápita”.

   El PIB ha sido otro intento teórico para maquillar el fracaso durante siglos de un sistema que sólo beneficia a los empresarios y a una escasa porción de trabajadores a cargo de un incesante número  de trabajadores desempleados, subempleados y  e indigentes. A  lo sumo, considera que la ganancia es el pago del riesgo y ahorro de los empresarios que a partir de Carlos Marx conocemos como explotadores o capitalistas burgueses

   Adam Smith fue el segundo  en exponer con rigor sistemático la “riqueza de las  naciones”, y con ello logró evadir el origen de la riqueza, como tal, habida cuenta de que en ella  agrupó los diferentes ingresos rentísticos de los trabajadores, industriales, comerciantes y banqueros, a los que consideraba remuneraciones igualmente merecidas para todos los trabajadores y  empresarios. Pretendió superar el esquema  quenesiano que había manejado François Quesnay  en el cual se atribuía a la agricultura el privilegio de la creación de los bienes materiales. Si bien Smith incorpora al “PIB” el trabajo de los artesanos, niega el trabajo de la  servidumbre,   no explica el origen de la ganancia ni de la renta inmobiliaria a las cuales simplemente considera como remuneraciones en plano de igualdad con los salarios.

  Por supuesto, el PIB sigue manejándose como indicador de la marcha económica de un sistema que da por eterno, beneficioso y mejor, al sistema capitalista, y de allí su aceptación al punto de que sus creadores han sido galardonados por la propia banca privada representada en el Banco de Suecia como se indica en la nota única de esta entrega.



[1] Simon Kuznets (1901-1985), creador del sistema estadounidense unificado de contabilidad nacional, había trabajado en la relación entre crecimiento económico y distribución de ingreso, fue el inventor del PIB (Producto interior bruto). Sin embargo, el mismo Kuznets fue siempre muy crítico con la pretensión de medir el bienestar exclusivamente sobre la base del ingreso per cápita derivado del PIB. En un discurso ante el congreso norteamericano en 1934 advertía que:

Es muy difícil deducir el bienestar de una nación a partir de su renta nacional (per cápita

Simon Kuznets, 1934

Sin embargo, sus advertencias fueron ignoradas y tanto economistas como políticos siguieron equiparando prosperidad y crecimiento del PIB per cápita. Así años más tarde en su declaración ante el congreso amplió sus críticas cuando declaró:

Hay que tener en cuenta las diferencias entre cantidad y calidad del crecimiento, entre sus costes y sus beneficios y entre el plazo corto y el largo. [...] Los objetivos de "más" crecimiento deberían especificar de qué y para qué5

Simon Kuznets, 1962

Kuznets y sus aportaciones en macroeconomía lo llevaron a ganar el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel o "Nobel" de economía, en 1971 por sus labores en el estudio del crecimiento económico. Murió en 1985.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 3260 veces.



Manuel C. Martínez M.


Visite el perfil de Manuel C. Martínez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: