El catire José Antonio Páez, nacido en una humilde vivienda campesina, cerca de Acarigua, logró convertirse en prócer de la independencia, llegó a la Presidencia de la Republica en 1830 y gobernó en beneficio de la oligarquía conservadora integrada por terratenientes y comerciantes hasta 1846. Páez llego hacer el primer terrateniente en Venezuela, con muchos esclavos a su cargo, a los cuales le prometió su libertad para que formaran parte del ejército patriota. El general Páez desconoció la autoridad de Simón Bolívar y posteriormente nombrado Presidente de la República firmó el decreto expulsando al Libertador. La eterna traición de la mayoría de los líderes militares y civiles que realizan ofrecimientos de reivindicaciones sociales a sus pueblos y después que llegan al poder se olvidan de ellos.
Conductas anticlasistas como la del General Páez son tradicionales en la historia de la humanidad, y demuestra que la conciencia es lo que determina la realidad social, y no al contrario. Sin conciencia revolucionaria por parte de los pueblos y sus líderes no habrá revolución. De allí, se derivan las preocupaciones que tenemos la mayoría de los verdaderos revolucionarios, incluyendo el presidente Chávez, al insistir en señalar que tenemos que estudiar mucho para ayudar a la formación política del pueblo.
La necesidad de la educación lo predicaba el Libertador y lo planteaba en sus discursos y cartas: “La educación popular debe ser el primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una República; moral y luces son nuestras primeras necesidades”.
“La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”. “Un hombre sin estudio es un ser incompleto”
“Las naciones marchan hacia el término de su grandeza, con el mismo paso que camina su educación”. “Los hombres de luces y honrados son los que debieran fijar la opinión pública. El talento sin probidad es un azote”.
“El objeto más noble que pueda ocupar al hombre es ilustrar a sus semejantes”. “Cuando el pueblo, por medio de la instrucción, sepa lo que son sus deberes y sus derechos, habremos consolidado la república”.
Como bolivariano ejemplar el presidente Chávez fomenta y práctica la necesidad de la educación, y lo ha demostrado con las creaciones de las misiones educativas, y la misión Robinson que permitió alfabetizar más de 1.300.000 de venezolanas y venezolanos, rescatándolos de la ignorancia. Es necesario que esta ignorancia histórica vivida por nosotros, no le ocurra a las generaciones futuras.
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