Bolívar, lleno de enemigos internos y externos, levantó su voz en aquella bella casa del Congreso de Angostura, donde su voz retumbó en las paredes: ¡Legisladores! ¿Es que acaso trescientos años de calma no bastan? ¿Es que acaso tres siglos de esclavitud no son suficientes para motivarnos a romper las cadenas que nos oprimen de la esclavitud y la barbarie del imperio español?
Continuó con su voz que salía de las entrañas, en tono de interrogante y con una clara invitación a la emancipación, a la liberación de la Patria: Legisladores, ¡Moral y luces son las luces de la Patria! ¡Moral y luces son los Polos de la República! ¡La moral y la educación son las bases de la Patria! ¡Un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción!
A través de esta pieza literaria de amplio contenido histórico-patriótico, el Genio de la América, Simón Bolívar, logró sentar las bases de la Nueva República, la liberación definitiva de Venezuela del yugo español, con la posterior Batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, dos años después del Congreso de Angostura.
Simón Bolívar logró la emancipación de cinco naciones: Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, su hija predilecta y Venezuela. La conformación de aquel proyecto de grandes expectativas de unificación: la Gran Colombia, que convocaba la conformación en un solo territorio de Ecuador, Colombia y Venezuela. Este sueño libertario no pudo cristalizarse porque Bolívar fue echado de Venezuela, desterrado de su Patria, y mancillado su honor por Santander, por el control del poder. Bolívar enfermó gravemente, luego de este inmenso empeño de unificación, y murió en la hacienda San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, Colombia, un 17 de diciembre de 1830.
Hoy, en 2011, 192 años después, a través de la Sesión Solemne del Congreso de Angostura celebrada por los Diputados de la AN, con su Presidente, Fernando Soto Rojas, celebrada en la Plaza Bolívar de Ciudad Bolívar, exactamente al frente de la hermosa Casa del Congreso de Angostura, donde Simón Bolívar pronunció aquel discurso, dos Generales Patriotas, salvadores de la República, que han evitado que se pierda de la mano de nuestro Presidente Comandante Hugo Chávez Frías, un seguidor absoluto del Discurso de Angostura, un Patriota acérrimo, valiente en insoslayable en sus luchas, nos demostraron que hay reserva moral para rato en Venezuela. Hugo Chávez Frías, un soldado que con el 4F le dio un vuelco a la historia patria, implantando la moral y la reserva heroico de los venezolanos, rescatando en todos los ciudadanos la lucha libertaria que un día intereses mezquinos le truncaron a Bolívar. El General Francisco Rangel Gómez, gobernador de Bolívar, un patriota a carta cabal, un trabajador incansable por el rescate de la Guayana del Congreso de Angostura, un soldado disciplinado y con suficiente patriotismo para refundar la tierra de Simón Bolívar.
El General Rangel Silva, un soldado heroico, cuya reserva moral es extraordinaria, con lucidez y estilo literario confrontó dos figuras claves en el Congreso de Angostura: Simón Bolívar y Hugo Chávez. El primero inició las luchas de emancipación de la América Hispana y el segundo refundó la Patria de Venezuela y creó el ALBA, para darle fuerza a la unificación más allá de la Gran Colombia, el proyecto de Hugo Chávez lo amplia: de Venezuela a la Patagonia (Argentina), el punto más lejano de Suramérica, como aquella vez lo dijo Bolívar en el Congreso Anfictiónico de Panamá: “Desde México a la Patagonia, un gran Continente Hispanoamericano con suficiente fuerza para resistir el ataque imperial norteamericano”.
¡Viva Hugo Chávez Frías! ¡Viva Francisco Rangel Gómez! ¡Viva el General Rangel Silva! ¡Hay reserva moral para rato en la Patria de Bolívar, carajo!
(*) locutora y comunicadora social revolucionaria