De cómo la literatura económica ampara la estafa y explotación burguesa

El Valor de los Medios de Trabajo se Transforma en Plusvalía[i]

Cuando Carlos Marx asegura que el valor de cambio sobrevive a la destrucción o consumo del valor de uso de los medios de producción, lo hace sobre criterios contables que reinaban a la sazón, y hasta ahora siguen privando en el cálculo del precio de venta de las mercancías fabricadas con su utilización[1].

“Por otro lado encontramos los valores de los medios de producción consumidos como elemento en el valor del producto, por ejemplo el valor del algodón y los husos en el de los hilados. Los valores de los medios de producción se han conservado, por consiguiente, mediante su traslado al producto.”, así lo recogió Marx, según la nota anterior.

Una cosa es que el valor de cambio de los medios de trabajo reaparezca o se traslade al valor de las mercancía en la medida que su valor de uso vaya siendo consumido por el trabajo, y otra cosa es comprender que, ciertamente, ese valor de cambio reaparece sólo en la plusvalía, habida cuenta de que con la ayuda de esos medios de trabajo el tiempo necesario se acorta y en consecuencia se alarga el trabajo excedente que equivale a una mayor plusvalía.

Ha habido una pesada confusión, reinante hasta ahora, que ha permitido al empresario imputar como parte del precio de venta el valor de cabio el de los medios de trabajo, en lugar de descontarlo de sus ganancias.

Para dar cuenta de esas imprecisiones contables, evitar que los capitalistas sigan estafando a su clientela, y evadiendo el I S/R, es necesario observar la conducta del capital en su justa dinámica, porque hasta ahora los cuadros y fórmulas estadísticas manejadas por le Teoría Económica marxista y   no marxista han sido estático-comparativos, y no han sabido recoger los cambios inducidos con toda evolución tecnológica plasmada en mejores medios de trabajo.

Veamos:

I.-

C/100+V/50+pl/50=200, como valor de un PTB cualquiera, y para C=capital constante o valor de los medios de producción, V= capital variable o salarios, y pl= plusvalía o ganancia bruta. Aquí la tasa de plusvalía=100%, con una tasa de ganancia=33%.

Descompongamos el capital=150=C+V, en:

II.-

MT/50+OT/50+V50,  para MT=medios de trabajo (máquina, herramienta, energético, edificio, etc.), y OT=objetos de trabajo (materia prima).

O sea, luego de cumplido el proceso productivo capitalista:

C/ (50+50)+V/50+pl/50=PTB=200.

En esa fórmula II, suponemos que los MT le permiten a los asalariados tener una productividad tal que consumen 100% de MT y OT, y de acuerdo con esta hipótesis, tenemos una correspondencia orgánica del capital como sigue:

MT + OT +asalariados. Esta composición orgánica del capital nos dice que, realizado el proceso de trabajo, V termina sumado a 50%MT +50%OT, es decir:

(V/50+MT/25+OT/25)=100=50%PTB, y también nos indica que pl termina sumado a 50%MT+50%OT, es decir:

(pl/50 +MT/25+ OT/25)=100=50%PTB.

Supongamos ahora que se perfecciona a MT, cuyo valor asciende a MT/75, y que, como valor de uso,   ayuda a la productividad de los asalariados, con lo cual V podría reducirse   50%=V/25 (reemplazo de mano de obra por máquinas y herramientas).

También debemos suponer que durante la misma jornada los asalariados consumirán un volumen mayor de MT y transformarán una mayor cantidad de materia prima. La fórmula pasaría a ser:

III.-

C/X+ V/25+pl/75=(X+100), un nuevo PTB, como resultado de una tasa de plusvalía=300%.

Tenemos, pues, que determinar cómo y en cuánto se modifica la composición orgánica, de tal manera que la tasa de plusvalía aumente 200%.

Según datos de la III, durante la fracción de jornada de V/25 se consumen MT/50+OT/50, y durante el resto de la jornada de pl75 se consume MT/150+OT/150; eso nos da la siguiente composición del capital:

IV.-

C/(200/MT+200/OT)+V/25+pl/75=500, el nuevo PTB buscado.

Esa fórmula IV nos dice que V/25 termina consumiendo MT/50, y transformando OT/50=125, y que pl/75 termina consumiendo MT/150, y transformando OT/150=375. En suma, tenemos un PTB=500.

Bien, entonces, de la ganancia, o plusvalía en primera abstracción, =375, perfectamente puede deducirse el incremento de 150 efectuado en MT. La plusvalía neta quedaría=225 que evidentemente supera la pl anterior (50) en 325%, para una tasa de ganancia=53%, aprox, o sea, 20% adicional, sin la comisión de la estafa que no ocupa.

La contabilidad burguesa vigente, como hemos venido desenmascarando, carga ese incremento en MT, =150, al precio de venta, con lo cual la pl quedaría en 375, que supera la anterior (50) en 650%, para una tasa de ganancia=88%, aprox, en lugar de 53%, en caso de no cargar los MP al consumidor.  Esta tasa, comparada con la anterior=33%, supone un incremento de más de 166%, sin tener que estafar.

Por estas razones, los medios de trabajo mejoran la plusvalía, la ganancia, por una parte, y como su valor se   carga al precio de venta, entonces sencilla y cruelmente, viene cometiéndose una auténtica   estafa de alto giro.

Digamos que muchos empresarios, de tales   tienen muy poco, pero sí mucho de pícaros, en tal sentido. Desde acá nos permitimos sugerirle al empresariado que sólo ha mantenido una contabilidad convencional, de manera automática según los consejos de sus contadores, quienes posiblemente tampoco hayan caído en semejantes yerro e injusticias de valoración económica, y así por propia iniciativa hagan lo pertinente para la corrección de  tales procedimientos contables, ya que de todas maneras seguirían obteniendo jugosas ganancias,  a cambio de mejoras considerables en la situación del trabajador   y hasta con menores presiones salariales.

Por otra parte, los gobiernos podrían reglamentar estas irregularidades de la contabilidad de costo burgués, y así no tener que tomar medidas drásticas de irrespetos y combate  a la propiedad privada, hasta tanto no maduren las condiciones de su extinción, según las premoniciones de Carlos Marx.



[1] Carlos Marx, El Capital, Libro Primero, Cap. VIII.



[i] Hemos venido creando la serie de entregas virtuales sobre Economía Científica Política, y sobre Economía Vulgar, bajo la envolvente denominación de: “Conozcamos” y afines. Su compilación posterior la llamaré. “Conozcamos El Capital”, un proyecto de literatura económica cuya ejecución se mueve al ritmo y velocidad de los nuevos “conozcamos” que vamos aportando y creando con la praxis correspondiente. Agradecemos a “aporrea.org”, a su excelente y calificado personal, “ductor” y gerencial, toda esa generosa puerta abierta que nos vienen brindando, a mí,   y con ello a todos los lectores virtuales del mundo moderno.


 

armac@cantv.net




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Manuel C. Martínez M.


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