Una de las principales tareas de los revolucionarios, es la de formación de conciencia del pueblo, por eso quienes tienen el privilegio de poder escribir o declarar en medios de comunicación masiva, poseen esa responsabilidad en grado mayor. Por eso considero importante que en dichos medios se escriba como si sólo existieran categorías absolutas, por ejemplo, un solo tipo de unidad, la incondicional sin crítica, o la no unidad en ningún sentido. Así también, hablan de revolución pacífica, como se le caracteriza en tu artículo, muchos preferimos hablar de principalmente pacífica, pues no tendría el atrevimiento de llamarla pacífica frente a los familiares de los más de 300 líderes, obreros, campesinos, o comunitarios, que han sido asesinados en durante este proceso, si asesinados, esos que no han muerto de los que llaman muerte natural o por accidentes, si no a manos del sicariato capitalista, por llamarlo de alguna manera.
En el artículo Las Leyes de la revoución pacífica, pareciera que la historia es una sucesión natural y espontanea de etapas. Seguramente, tú no compartes ese criterio, pero eso parece desprenderse de tu artículo. Primero una etapa reformista, donde la revolución tiende a confundirse con el reformismo, pero nada se dice en el artículo sobre el por qué de esa confusión, que es lo que quisieran saber muchos de tus lectores. También señalas, que ese proceso es bajo la lógica clientelar del Estado burgués, pero ningún señalamiento sobre que ese proceso se debe a la clase social que encabeza el proceso, en nuestro caso concreto, la pequeña burguesía, o es que crees que nuestro proceso lo hegemoniza el proletariado, o los trabajadores, eso es lo que al menos yo quisiera saber. Por eso los clásicos siempre escriben sobre una situación concreta, para no sacar conclusiones, y menos leyes en abstracto. O es que, volviendo a la unilateralidad y subjetividad manifiesta en el tema de la unidad, de una vez descartas que se puede pasar por una etapa de transición con la hegemonía de las clases trabajadores, campesinos, obreros, amas de casa, etc. (perdonen la falta de expresión de género). Ese es el punto importante de discutir en la Venezuela actual, donde los ejemplos de Libia, Siria, y otros, parecen indicarnos, que procesos no plenamente enraizados en el pueblo, degeneran hasta ser fácil presa del imperialismo, a menos que otras potencias salgan en su apoyo. Esa si pareciera una ley de la transición.
Lo primero que debe decírsele a nuestro pueblo, es lo que ellos mismos experimentan, que en la transición continúa una feroz lucha de clases, que por momentos es principalmente pacífica, pero que en cualquier momento se torne cruel y violenta, y que hay que estar preparados para enfrentar cada fase de la lucha, de allí la importancia de las milicias, las cuales deben continuar desarrollándose, por fábricas, por Consejos Comunales o Comunas, por Comunidades, etc.
Dices que hemos atravesado dos etapas, como si ya las hubiéramos pasado, que bueno sería. Como señalas que, una de enfrentamiento violento y la otra de saldo de la deuda social, eso parecería indicar, que ya no volveremos a la de enfrentamiento violento. Dudo pienses así, pero ese pueblo que te lee, puede confundirse. Como seguro sabes, la historia no es una línea continua sin retrocesos, ni zig zags. Entonces dilo. Dí que la lucha de clases existirá mientras existan las clase, que esa lucha se expresa también a lo interno de proceso, que se puede retroceder y que podemos desviarnos, si no estamos vigilantes y combatimos los vicios y desviaciones, si dejamos que esa pequeña burguesía que ansía ser gran burguesía, haga lo que le venga en gana con los trabajadores, si dejamos que la burocracia Estatal se apodere completamente del proceso. Y que la victoria final debe lograrse todos los días, por unas cuantas generaciones, y si no que se lo pregunten a Fidel y Raúl, que cada vez que pueden, 50 años después de su triunfo, señalan los peligros internos que acechan, claro además de los externos.
Tienes razón, cuando dices, “la diferencia con el reformismo es de fondo, así debe ser presentada a las masas”. Entonces camarada, señala en qué consisten esas diferencias, cómo se manifiestan en nuestra práctica. Aprovecha ese espacio que tienes, y con tus escritos, muestra que los revolucionarios estamos dispuestos a derramar nuestra sangre, no por un ideal abstracto, si no por los niños (y niñas), por nuestros viejos, por los caídos, y por nuestro honor revolucionario.
Entonces, estimado Camarada, no es cuestión de que, ya pasamos unas etapas ahora vamos pa’ otras y así, como si fuera cuestión de sólo esperar el paso del tiempo. Sin luchar por un proceso cada vez eficaz y eficiente, que cada vez más exprese los intereses de las mayorías, y también en su justa proporción la de otras clases, la pequeña burguesía incluida, pero proporción no matemática, como nos dice nuestro comandante y máximo líder, más a quien más necesita.
Y bien claro. Si alguna ley hay sobre procesos parecidos al nuestro, es que, las desviaciones los acaban, y las dirigencias pequeño burguesas también. Y las consecuencias las pagan los pueblos con su sangre.
Sólo el triunfo de Chávez el 7 de octubre, garantiza la continuidad de la revolución. Chávez es un pueblo.
felsonyajure@yahoo.es