Se ha planteado muchisimo, durante la historia de la humanidad y de los procesos revolucionarios que han parido los pueblos, que una Revolución requiere de cambios permanentes, que en un proceso revolucionarios es imperativo mirarnos constantemente de manera crítica y repensarnos para poder actuar en aras de los cambios que requiere, para no condenarnos a la inmovilizadora acción de estancarnos y atrasar los procesos paridos por los pueblos. En ese sentido se desprende de manera lógica que el socialismo no depende de un solo hombre, sino que depende de la creacìón de procesos revolucionarios gestados desde el pueblo explotado dentro de la misma revolución.
La crìtica dentro del proceso revolucionario no data desde hace pocos días en los que el Presidente Chávez hablara de la necesidad de enmendar los errores y fallas del gobierno que él dirije, sino que data desde mucho antes. Ya en el año 2009, se realizó un evento con los intelectuales en el Centro Internacional Miranda en el que se hicieron interesantes e importantes aportes crìticos al proceso revolucionario con todos sus actores orgánicos para poder avanzar. La respuesta en esos momentos del Presidente Chávez fue fustigadora, altanera e intolerante, por supuesto que funcionarios de gobierno, como Maduro, por ejemplo, para colocarse "a la izquierda" de Chávez, tildaron a este encuentro de intelectuales por la crítica revolucionaria de "habladores de paja". Luego Chávez, en un proceso autocrítico, impulsado por los cientos de defensores a la crítica que escribían a diario en la página de aporrea.org, se disculpó y a regañadientes aceptó la crítica, pero eso, sólo la aceptó, pero no la usó para avanzar, basta solo con releer los aportes que hicieron personalidades que participaron en ese encuentro y realizar un balance al día de hoy para saber que hubiésemos podido avanzar potencialmente mucho más si se hubiesen tomado en cuenta realmente estos aportes , así como muchos otros que se han hecho por fuera de este evento en el transcurso de este tiempo transcurrido.
Desde el seno de los trabajadores, de muchas de sus organizaciones de base, de las comunidades y de sectores campesinos y estudiantiles, en los que se ha hecho la crítica a pesar de la invisibilización por parte de altos funcionarios de gobierno, del Sistema Nacional de Medios Públicos e incluso del Partido Socialista Unido de Venezuela, sabemos que los enemigos de la revolución no están del lado de los que practican la crítica revolucionaria, en los inconformes con la realidad que les rodea y que ellos también construyen. Los enemigos de la revolución están en los declarados que han permanecido en la derecha, y también en los que sostienen todo el tiempo un discurso dogmático y combaten la crítica no con argumentos sino con imposiciones, invisivilización y descalificaciones. No son pocos los que manteniendo esa actitud de satanización de la crítica, en algunos casos han sido los mismos que han "saltado la talanquera" o quienes no habiendolo hecho actúan a espaldas de cualquier principio revolucionario en cargos de dirección de gobierno, lo que ha ocasiondo que en sus oficinas con aire acondicionado,en sus camionetas caras e inmersos en privilegios obscenos se han separado cada vez más de las masas.
En nuestra historia reciente, es insostenible el fatuo argumento que la crítica le da excusas a la derecha para hacer propaganda en contra del proceso revolucionario porque precisamente fue la ausencia de debate y de crítica revolucionaria durante muchos años una de las causas que condujo al derrumbe del campo socialista, amén de los asesinatos cometidos por Stalin y su gobierno para "acabar" con culquier crítica y diferencia desde el campo de la izquierda.
Hemos podido llegar a la conclusión, desprendida por nuestra praxis revolucionaria, sustentada en la crítica y en los aportes a solucionar lo que no está en el marco del avance del proceso revolucionario que el principal objetivo y fin de la burguesía y sus operadores políticos es acabar con la Revolución y en ese empeño una de sus tareas primordiales es evitar que la misma se perfeccione y consolide; sin una crítica desde la Revolución y por la Revolución, es imposible que eso se logre, por lo tanto, al limitar la crítica, es que realmente estamos siendo funcionales a los intereses del enemigo que no desea que nuestro proceso avance superando sus deficiencias. Por no plantear los problemas, estos no se van a resolver solos y, a fin de cuentas, el enemigo nos va a tomar la delantera refiriéndose a ellos de manera sobredimensionada y tergiversada, pues nuestros contrarios se aprovechan de los que decimos, pero también de lo que no decimos.
Supongamos que un revolucionario hace un aporte crítico con el que los mismos que defendemos la crítica no estamos de acuerdo, eso debería abrir un debate para que podamos argumentar las diferencias, no es por la vía de la descalificación que vamos a imponer "nuestra visión crítica" como hoy se ve en muchos articulos publicados en aporrea.org sobre este tema. En ese sentido, es totalmente rebatible la afirmación que la "crítica no es una moda" como algunos de los autores han escrito en sus articulos.
Los pueblos hacen las revoluciones, como lo hemos podido vivir en Venezuela desde febrero de 1989, ya aprendimos que no basta con hacer la revolución, sino avanzar en la revolución desde la categoría del socialismo mundial, para eso tenemos que pensar críticamente la revolución con las herramientas teóricas que revolucionarios como Marx, Trostky y muchos otros nos dejaron como legado y que se enriquecen con la práctica. No es como muchos que están en la dirección del PSUV o ejercen altos cargos en el gobierno, quienes pretenden imponer con ese argumento desgatado "que Marx, Trotsky, Lenin, Rosa Luxemburgo y muchos otros respondían a otro momento histórico". Sin teoría revolucionaria no hay práctica revolucionaria; pero al mismo tiempo la teoría no puede forzar la realidad, sino viceversa. Oimos constantemente de quienes han satanizado la crítica que son revolucionarios: ¿Pero se han dedicado a fondo a pensar qué es un revolucionario y cómo actúa en medio de un proceso precisamente revolucionario?.
En ese sentido no podemos compartir la opinión de aquellos que se han manifestado en contra de la crítica, mucho menos de los que de manera descalificadora han afirmado que la autocrítica está de moda, así como tampoco de quienes quieren poner del lado de los enemigos de la revolución a quienes ejercen la crítica para poder avanzar.
*Miembro de la Corriente política Marea Socialista y parte del equipo publicador de la página aporrea.org