A propósito de que el primero de Diciembre es el día Internacional del Farmacéutico, es oportuno hablar de una de las profesiones más importantes en la historia de la humanidad. La historia de la Farmacia, es la historia misma de la presencia del ser humano sobre la faz del planeta tierra, porque desde que el hombre hizo su aparición existen las enfermedades y la necesidad de curarlas. En este punto se pierde el origen de la medicina y la farmacia. Nunca se ha determinado, como en el axioma de quien fue primero si la gallina o el huevo, Si nació primero la Farmacia como ciencia o la medicina. A mi criterio fue primero la Farmacia, porque desde el hombre prehistórico, cualquier ser viviente con alguna capacidad de responder a estímulos internos o externos, que halla sentido una dolencia o malestar, seguramente ingirió una semilla, se coloco un cataplasma de barro o la hoja de un árbol para intentar mitigar el malestar, y al responder favorablemente al efecto de lo que se halla colocado, allí estaba conociendo los efectos farmacológicos de una sustancia y eso es ciencia farmacéutica. Luego esta una historia de las mas hermosas de la humanidad, que escribieron en el lejano y cercano oriente los primeros farmacéuticos de la historia. Donde destacan los Alquimistas, los Árabes, el tratado de medicamentos más completo del antiguo Egipto, como lo fue el Papiro de Ebers con una antigüedad de 1500 años A.C. y que contenía más de 700 formulas magistrales y remedios. También es importante la participación del Griego Claudio Galeno, Farmacéutico/medico o medico/farmacéutico, que hizo un gran aporte a estas ciencias y de donde se deriva el nombre de Farmacia Galénica y a los médicos se les llama Galenos.
La industria Farmacéutica de hoy es una de las más poderosas del mundo, económica y políticamente. A mi modo de ver es netamente capitalista y uno de los grandes monopolios de esta época. Se dice que es una de las que domina sociedades como la estadounidense, entre otras, al punto de ser uno de los pilares de la economía de ese país y hasta influir en la elección de sus presidentes.
En Venezuela, a la Farmacia como ciencia y particularmente al Farmacéutico, no se le ha valorado en la dimensión justa de la importancia de este profesional que posee una diversidad de conocimientos científicos subutilizados en la sociedad Venezolana de hoy.
Peor aun es la participación de los Farmacéuticos en la Revolución Bolivariana. Los colegios de farmacéuticos de Venezuela, en su gran mayoría por no decir todos, son trincheras contrarrevolucionarias adecocopeyanas, desde donde se torpedea cualquier política de medicamentos que la revolución pretenda llevar a cabo, orientados desde la Federación y esta a su vez desde Fedecamaras. Diría Joselo: “critican por criticar”, sin aportar ideas a la problemática del medicamento en Venezuela y mucho menos propender en la reivindicaciones justas del profesional de la Farmacia. Pero si son interesados en que el medicamento sea un negocio y no una fuente de bienestar o compensación de una necesidad social.
La revolución Venezolana tiene el deber y la obligación de penetrar el espacio Farmacéutico: Orientar la industria Farmacéutica, incrementar su presencia en las facultades de Farmacia de las universidades, asaltar políticamente los colegios de Farmacéuticos y desde allí a la federación y sobre todo, dejar de seguir engordando las mafias farmacéuticas del país. El medicamento tiene que estar al alcance de los más necesitados. Hay suficientes farmacéuticos patriotas para esta empresa y si la revolución no esta en todos los ámbitos de la vida nacional, nunca será una revolución verdadera.
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