La falta de entendimiento no es una enfermedad que padecen los más destacados miembros de la MUD. Este mal, también parece rondar los espacios de la Dirección Nacional del PSUV y de las Direcciones estadales, cuyo poder de decisión y autoridad, no es nada autónomo de la Dirección Nacional. Así pues, que por lo que ya comienza a sentirse, observaremos un nuevo desliz en las “vanguardias” de las filas revolucionarias haciendo unos usos indiscriminados de sus finos dedos.
La democracia protagónica de la que tanto nos ufanamos, tiene en puerta una nueva estocada con el asunto de las personas que deberían optar por una alcaldía o un curul en los Consejos Municipales. Recién salimos de la decadente iniciativa macollérica, más o menos propia de la IV República y ya se comienzan a sentirse los respectivos cuadres para que estos reyecitos locales con su dedos bien perfumaditos y bien conservados con crema clinique, tomen las decisiones que en una democracia protagónica y en “partido movimiento”, como lo establecieron en aquellas mentiras llamada líneas estratégicas, deberían estarla tomando la militancia. Digo iniciativas más o menos IV republicana, porque AD y COPEI no fueron tan descarados y para estos casos, tenía cierta disposición para colocarle algún “adornito democrático” a sus decisiones de cogolléricas.
No entienden estos reyecitos que si algo hace falta en este proceso, es la promoción y desarrollo de una política para darle espacio a los liderazgos locales y comunitarios. Hace falta alimentar y darles espacio a los camaradas para que se templen y nada más propicio para ello, que un proceso de franca apertura de debates y protagonismos a niveles locales para que de ese proceso emerjan camaradas con perfiles de sujetos y no de súbditos.
Salimos –por ahora- bien parados de las decisiones cogolléricas que los burós estadales realizaron con la bendición de la Dirección Nacional y que ofreció las condiciones para que unos cuatro dedos en las entidades federales con el consentimiento de la Dirección Nacional, se repartieran –cual si fuera una torta- los circuitos y las listas. Cada uno de los miembros del Buro estadal y otros muy cercanos a esta especie de monarquía, hizo uso de su condición de reyecito y asumió el “sacrificio” de un circuito.
Podría decirse que unas elecciones primarias en el seno del PSUV para escoger candidatos a las alcaldías y concejos municipales, también conducirá a que el poder constituido y con uso del dinero, nos asuma como una mercancía y opere un proceso de compra venta. Esto en una situación, cuya probabilidad de ocurrencia es alta y pone a la vista el camión de ética y moralidad que nos hace falta, pero esta “solución” de primarias, si bien no resuelve el asunto, puede pensarse en otras alternativas que permita construir mejores consenso.
Creo que un elemento a incorporar en una posible solución y tratamiento del asunto, debe darse en la posibilidad de incluir a las coordinaciones municipales en el tratamiento de esta situación. Es el espacio ideal para incorporar unas series de iniciativas que conduzca a la construcción de un mejor consenso. Cualquier consenso que se construya en estos espacios –municipal y parroquial- será mucho más democrático y protagónico que el de dos o tres dedos del buró estadal.
Vi y oí al Camarada Aristóbulo hablar de protagonismo y de la necesidad de acercar las decisiones al soberano. No tengo razones para dudar de una posible situación, en la cual, el camarada Aristóbulo comience su trabajo siendo desleal a una promesa. Creo que Aristóbulo no permitirá que los niños y niñas bonitas del buró estadal asuman los municipios como parte de su reino y se ponga de acuerdo cogolléricamente para nombrar a dedos candidatos a las alcaldías y a los concejos municipales. No creo, porque oí sus promesas. No creo que Aristóbulo sea otro dedo para llegar a una “democracia” de tres dedos.
Es necesario estar atento, si es que entre nosotros cabe la posibilidad de sentirnos sujetos y no súbditos. Como van las cosas, nada de raro tiene que la idea de súbditos tome cuerpo en un proceso que busca afincar la idea de una democracia protagónica y participativa.
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