Che!! Papa…Oí!!

Empezare llamándote Pancho. Me suena más argentino. Te informo que no pertenezco a tu mismo club. No me refiero a San Lorenzo, me refiero a la religión, pues soy un ateo militante, y también que esta nota surgió entre otras cosas, por tu cita de que "Dios no se cansa de perdonar”.

Sabes, Pancho, me gusta empezar a veces mis notas, contando historias del acervo popular.

Aquí va el famoso cuento, sobre el personaje de la mitología católica, por el que según el relato del periodismo, te decidiste por el nombre de Francisco.

En el tiempo en que San Francisco moraba en la ciudad de Gubbio, apareció en la comarca un grandísimo lobo, terrible y feroz, que devoraba a los hombres; hasta el punto de que tenía aterrorizados a todos los habitantes.

San Francisco, movido de compasión por la gente del pueblo, quiso salir a enfrentarse con el lobo y se encaminó resueltamente hacia el lugar donde estaba. Este avanzó al encuentro de San Francisco con la boca abierta; acercándose a él, San Francisco le hizo la señal de la cruz y le dijo: ¡Ven aquí, hermano lobo!

¡Cosa admirable! Apenas trazó la cruz, San Francisco, el terrible lobo cerró la boca, dejó de correr y, obedeciendo la orden, se acercó mansamente, como un cordero, y se echó a los pies de San Francisco.

Entonces, San Francisco le habló en estos términos: Hermano lobo, tú estás haciendo daño en esta comarca, has causado grandísimos males maltratando y matando las criaturas de Dios sin su permiso; has tenido el atrevimiento de dar muerte y causar daño a los hombres, hechos a imagen de Dios. Por todo ello has merecido la horca como ladrón y homicida malvado. Pero yo quiero, hermano lobo, hacer las paces entre ti y ellos, de manera que tú no les ofendas en adelante, y ellos te perdonen toda ofensa pasada,

Tendióle San Francisco la mano para recibir la fe, y el lobo levantó la pata delantera y la puso mansamente sobre la mano de San Francisco, dándole la señal de fe que le pedía.

Cuando todo el pueblo se hubo reunido, San Francisco les dijo Escuchad, hermanos míos: el hermano lobo, que está aquí ante vosotros, me ha prometido y dado su fe, de no dañaros en adelante en cosa alguna. Yo salgo fiador por él de que cumplirá fielmente su parte.

Al cabo de los años, el hermano lobo murió de viejo; los habitantes lo sintieron mucho, ya que les traía a la memoria la virtud y la santidad de San Francisco.

Este cuentito Pancho, estoy seguro que te guió, no solo en la elección del nombre de tu Papado, sino también tu vida religiosa y sobre todo, tu relación con la Dictadura Criminal Argentina del 76 .

El perdón, parece ser el centro de tu ministerio, quieres perdonar y hacerte perdonar. Desde que asumiste tu nuevo rol, solo te escucho hablar del perdón.

Pero como ya no somos chicos de teta, el cuentito de San Francisco de Asís y el Lobo, lo entendemos como corresponde, y es que tu alter ego Francisco, lo que hizo con el asesino del cuentito del perdón, fue asegurarle al lobo…. “la impunidad”.

Pancho, te pregunto,……. cuando le diste la comunión a Videla, o lo hacías académico a Massera , no sentiste, que metías de nuevo al lobo entre los corderos, que de paso con esas ceremonias, también le saliste de fiador al maldito , como San Francisco al Lobo de Gubbio .

Será por ese perdón, que es el centro del cuento, que no te calentaste en enfrentar la dictadura, y miraste para otro lado?

La Iglesia Católica, de cuya jefatura resultaste ahora heredero, en toda su Historia, apoyada en su impresionante Demagogia , siempre ha pactado la impunidad con asesinos, capitalistas explotadores de obreros, comerciantes y rentistas parásitos , mafiosos de toda calaña, esclavistas de indígenas y siempre con el cuento del perdón .

Ese perdón, en cambio, los obreros, los explotados, los pobres, los excluidos, no lo recibieron aun, porque evidentemente sus pecados, siguen siendo terribles, a los ojos del Dios de los católicos.

Y no tienen la suerte de los ricos católicos capitalistas, a quienes se les perdona el pecado……. por dinero

De paso, acá te dejo una lista, de algunos que aún siguen esperando el perdón a sus pecados………..

1) Los chicos violados por los curas pedófilos.

2) Las mujeres que no pudieron abortar y se jodieron la vida.

3) Los chicos pobres, que no tienen escuelas o las que tienen están destruidas. Que no tienen el pancito y la leche, para compensar su falta en casa donde hay hambre. Y no lo tienen, porque los subsidios estatales para ese fin, se los llevan los colegios católicos ricos.

Y la lista sigue……..

Discúlpame Pancho, pero yo pienso que tu función futura, va a ser más compleja de lo que la gente cree .Llegaste al puesto de mando, en un momento histórico muy comprometido.

Te cuento, tuve hace años, la suerte de ser invitado por tu ex-jefe, el padre Arrupe, el “Papa Negro”, a charlar con él, en la sede de la Compañía de Jesús, en el número 4 del Borgo Santo Spirito, en Roma , permíteme reservarme las circunstancias, que hicieron posible este encuentro.

No voy a describirte las capacidades del padre Arrupe ,que seguramente tu conocías mejor que yo, sus funciones de General y máxima autoridad de una Orden tan exigente y fundamental, como la de los Jesuitas , lo dicen por si solas.

Pero te bastara saber, que un firme ateo militante, como yo lo soy, pase dos horas exquisitas, de una conversación abierta y franca, con un hombre poseedor de una gran cultura política.

Hombre versátil y conocedor de las ideas de Marx, el Padre Arrupe me confirmo, lo que sabía sobre el potencial de los Jesuitas.

Ese breve tiempo, alcanzo para que Arrupe, me hiciera saber su disgusto con el Polaco Wojtyla, el Papa Juan Pablo 2, en ejercicio en aquel momento. Rechazo que dejo claro luego, regalándome al terminar nuestra reunión, una fotografía de Juan 23, por el mismo Arrupe autografiada.

Me decía que Wojtyla, conservador y reaccionario, estaba contra la orden Jesuítica, en todo lo que esta se acercaba, a los problemas de la gente de nuestro tiempo, y la mente abierta a los cambios necesarios. Como colofón de sus pensamientos, Arrupe me dijo, que el día que un Jesuita fuera Papa, sería un avance importante, para el encuentro de la Iglesia con su pueblo.

El destino quiso otra cosa, Arrupe enfermo gravemente, se retiró y esto lo aprovecho Wojtyla, para intervenir la Orden y darle una impronta más reaccionaria y conservadora.

En esta Orden actual, es que, con tu ascensión, un Jesuita llega al Papado.

Pero si en 1979 desoíste, haciéndote el distraído, la orden de Arrupe, para proteger a las víctimas de la Dictadura en Argentina, que se puede esperar en esta nueva compañía de Jesús. La implementada por Wojtyla y Ratzinger.

El momento es complejo y tu elección seguramente no es casual, como nunca lo fue la de un Papa.

El papel del Papado en la política mundial, desde los tiempos en que eran Estado secular, hasta los actuales, siempre fue coincidente con los intereses de los poderosos y ricos propietarios.

En la medida de la importancia de la Iglesia Católica, ahora por cierto bastante disminuida , jugaron el papel de adormecedores de las necesidades de las clases humildes, para ponerlas a disposición de las necesidades e intereses, desde los reyes y señores feudales, hasta los grandes capitalistas de hoy .

Por eso no sorprende que un Latinoamericano, haya aparecido como Papa , cuando en Latinoamérica , la Revolución Bolivariana que junto a la Revolución Cubana, encienden la luz para los pueblos oprimidos del Continente, hayan sufrido la pérdida , de un héroe de los pueblos, como lo fue Hugo Chávez .

Así como tú eres el Papa No. 266, héroes como Chávez, se cuentan en el mismo lapso histórico, apenas con los dedos de la mano.

Y no te sorprenda que yo, un ateo, sea un devoto, en el sentido del profundo respeto por su obra, de la figura de Chávez.

Un Chávez, aferrado a un Cristo, que si bien no es el tuyo, es en cambio el Jesús, que podemos respetar hasta los ateos.

El Cristo de Chávez, es aquel, que piensa en el ser humano integro e igualitario, como la clase exclusiva de este mundo.

Y si se refería a los pobres, Chávez pensaba en lo temporal de la pobreza y no concebía un mundo en el que se perdonara a los ricos parásitos, para que continuaran existiendo y explotando como hasta ahora a los trabajadores, eso lo explicaba a cada momento, aun con su Jesús en la mano.

Por eso, si de casualidad has venido a ocupar tu ministerio, para remedar al Wojtyla, puesto por el Imperio, para empujar al socialismo al precipicio. Te anticipo que si así fuese, no te va resultar tan fácil.

Porque donde Wojtyla se encontró con la ayuda, de la traición al socialismo de la Nomenclatura Soviética, acá en Latinoamérica, Chávez ha dejado un socialismo en proceso de desarrollo, incrustado en el corazón de su pueblo humilde.

Pero lo más importante, es el ejemplo que Chávez ha dejado, la entrega total, sin un mínimo gesto de traición a sus ideales socialistas .Así lo entienden y sienten los pueblos Latinoamericanos.


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Hersh Zakheim

Lic. en organización de Empresas Industriales. Politólogo graduado en la ex URSS

 HZ.virtud@gmail.com

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