Las “Barreras del No Retorno” del Cmdte. Chávez y la supresión de la lógica del capital

En su legado el Cmdt. Chávez dejó innumerables aportes teóricos-prácticos, los cuales serán objeto de estudio y de debate. En esta ocasión voy a focalizar el análisis en las orientaciones ideológicas expresas que se recogen en el PROGRAMA DE LA PATRIA .

En este programa,  antes de la descripción de los  5 objetivos históricos, el Cmdt. Chávez  hace la PRESENTACIÓN, realizando un esbozo del marco general o encuadre de las tareas ideológicas del momento histórico, parafraseado de la siguiente manera:

“Este es un programa que busca traspasar “la barrera del no retorno”. Para explicarlo con Antonio Gramsci, lo viejo debe terminar de morir definitivamente, para que el nacimiento de lo nuevo se manifieste en toda su plenitud.

La coherencia de este Programa de Gobierno responde a una  línea de fuerza del todo decisiva: nosotros estamos obligados a traspasar la barrera del no retorno, a hacer irreversible el tránsito hacia el socialismo. Ciertamente es difícil precisar cuándo despuntará tan grandioso horizonte, pero debemos desplegar esfuerzos sensibles y bien dirigidos, para decirlo con Bolívar, en función de su advenimiento.”

Aquí se reclama la coherencia del programa, en una LINEA DECISIVA:

  • Obligación de traspasar la línea de no retorno
  • Hacer irreversible el tránsito hacia el socialismo

Alguien podría argumentar que aquí no hay nada  concreto si no una definición abstracta: NO RETORNO, IRREVERSABILIDAD. Se trata de un planteamiento que posee un carácter “obligatorio” si queremos que lo viejo muera y nazca lo nuevo. Así como enarbolamos el NO VOLVERAN, el no retorno implica establecer unas barreras político-ideológicas, económico-sociales, ético-culturales, que impidan la reproducción del régimen capitalista en la transición.

Por eso, en la misma PRESENTACION del programa el Cmdt. Chávez contextualiza o formula una prospectiva programática de mayor alcance, señalando lo siguiente:

“No nos llamemos a engaño: la formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo.

Para avanzar hacia el socialismo, necesitamos de un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten en la sociedad venezolana, capaz de configurar una nueva socialidad desde la vida cotidiana donde la fraternidad y la solidaridad corran parejas con la emergencia permanente de nuevos modos de planificar y producir la vida material de nuestro pueblo. Esto pasa por pulverizar completamente la forma de Estado burguesa que heredamos, la que aún se reproduce a través de sus viejas y nefastas prácticas, y darle continuidad a la invención de nuevas formas de gestión política.”

De esta manera, se puede asociar el traspaso de la línea de no retorno y  hacer irreversible el tránsito al socialismo, al cumplimiento de las siguientes tareas ideológicas en la coyuntura histórica:

1.- Radical supresión de la lógica del  capital

2.- Necesidad de un poder popular capaz de desarticular las tramas de opresión, explotación y dominación que subsisten

3.- Pulverizar completamente la forma de Estado burguesa que heredamos.

Abordando la inmensa tarea que se refiere a la “SUPRESION DE LA LÒGICA DEL CAPITAL”,  esta tiene un punto de partida esencial  focalizado en la naturaleza del régimen de producción capitalista, según Marx:

(...)La finalidad de la producción capitalista es, como sabemos, la valorización del capital, es decir, la apropiación de plusvalía, y su conversión en ganancia.

En tal sentido, suprimir  dicha  VALORIZACION DEL CAPITAL, como apropiación del trabajo ajeno ( plusvalía, plus-trabajo ) es el gran reto de la revolución.

Esta es una línea de nuestra identidad programática con el legado del Cmdt. Chávez, donde se articula el combate a la opresión política y  la dominación cultural, con la lucha contra la explotación del trabajo.

En esa dirección, he venido planteando rescatar la mirada sobre el proceso inmediato de producción ( articulación de la valorización y el proceso de trabajo) para superar esta triple dominación ( opresión, explotación y dominación que subsisten ) particularmente en una economía determinada por la renta petrolera, donde aparentemente no se cumple la Ley Valor-trabajo. Esto es de suma importancia, ya que este velo apariencial generado por la renta petrolera ha  hecho estrago en muchas propuestas de cambio, las cuales  han terminado reproduciendo las tramas de la dominación.

Por ello, la superación de la lógica del capital, construyendo el modelo productivo socialista, demanda no sólo romper con las relaciones de producción imperantes:  (formas de propiedad, división del trabajo ),sino que exige una crítica epistemológica que desmonte  su base gnoseológica, como lo plantearemos a continuación.

Dicho de otra manera, la  SUPRESION DE LA LOGICA DEL CAPITAL  DEMANDA LA CRITICA EPISTEMOLOGICA.

Desde las lecturas sobre la obra marxista en los años de prisión en el Cuartel San Carlos ( 1976-1984) he venido suscribiendo los aportes de  la crítica de la economía política, particularmente, la ruptura de Marx con lo que el denominó la “economía vulgar” o de sentido común..

Hacen varias décadas elaboramos un ensayo con esta crítica marxista (*)  y hoy la reseñamos de nuevo por su vigencia teórica e histórica.

I.- El capital como fetichismo que encubre la génesis de la riqueza social.

Uno de los principales rasgos del proceso de mistificación del capital se encuentra en el hecho de que el trabajo vivo (la fuerza de trabajo del obrero, su energía física y psíquica) se presenta como fuerza propia del capital. El trabajo muerto o trabajo pretérito (cristalizado en los medios de producción y en el dinero, pero que ha sido precedido por una "acumulación originaria" de capital fundada en el pillaje, la extorsión, la usura, la guerra, etc.) en manos del burgués se enfrenta al trabajo vivo como capital, a pesar de que en su génesis está el trabajo no pagado. En tal sentido, el capital como relación social (no como "cosa") no es más que trabajo objetivado, pero sin embargo, aparece como si él portara una cualidad "ontológica" que le permite crear por si sólo la riqueza, autovalorizarse.

Al respecto dice Marx en los GRUNDRlSSE:

"El capital está realizado ahora no sólo como valor que se reproduce a si mismo y por tanto se auto perpetua, sino como valor que pone valor. A través de la absorción en si mismo del tiempo de trabajo vivo, por un lado, y del movimiento de la circulación que le es propio (en el cual el movimiento del intercambio resulta puesto como el suyo propio, como proceso inmediato del trabajo objetivado) se comporta consigo mismo como lo que pone nuevo valor.

El capital se comporta ante la plusvalía como si fuera él su fundamento, como si lo hubiera creado,(...)"( ²)[...] el proceso de producción inmediato toma la forma del poder productivo del capital, que ya no puede reconocerse como el poder productivo del trabajo

Para Marx este proceso donde el capital aparece como el "valor que pone valor" está signado por una Inversión: el predicado aparece como sujeto, es decir, el capital siendo un producto de la plusvalía, (resultado del proceso de valorización donde el obrero restituye el valor del salario y produce trabajo excedente) aparece como el factor generador del proceso.

De allí que Marx también señale en EL CAPITAL lo siguiente:

"(...) De este modo la extorsión de trabajo sobrante pierde su carácter especifico; su relación especifica con la plusvalía se oscurece, y a facilitar este resultado contribuye, como se puso de manifiesto en el Libro I, IV, el hecho de que el valor de la fuerza de trabajo se exponga bajo la forma de salario. La relación del capital se mistifica al presentar a todas sus partes por igual como valor remanente (ganancia).

El modo como la plusvalía se convierte en la forma de ganancia mediante la transición a través _ de la cuota de ganancia, no es sino la prolongación de la inversión sujeto y objeto operada ya durante el proceso de producción. De allí veíamos como todas las fuerzas productivas del trabajo se presentaban como fuerzas productivas del capital (...) Y esta relación invertida hace surgir necesariamente, ya en el plano de las simples relaciones de producción: una idea invertida congruente, una conciencia transpuesta, que los cambios y modificaciones del verdadero proceso de circulación se encargan de desarrollar",

En estas líneas Marx señala en primer lugar, como la extorsión del trabajo queda oscurecida en la relación salarial. La especificidad de la explotación desaparece y se encubre la relación capitalista a través de la inversión sujeto-objeto.

Esta relación invertida en el proceso de circulación, hace surgir también una idea y una conciencia invertida, es decir, para el "sentido común"  que aparece en la superficie es que toda ganancia es un valor remanente que surge en el intercambio, ficción ésta que el proceso de circulación se encarga de desarrollar.

Abundando en esta última cuestión, Marx dice:

"(...)Pero como la concurrencia, y por tanto, en la conciencia de sus agentes, todo se presenta invertido, también aparece invertida esta ley, es decir, esta conexión intima y necesaria entre dos cosas que aparentemente se contradicen(...) Todo esto responde a un desconocimiento de lo que es la cuota general de ganancia y a la idea burda de que los precios se determinan en realidad por el recargo de una cuota más o menos arbitraria de ganancia sobre el valor de las mercancías. Pero estas ideas, a pesar de lo burdas que son, brotan necesariamente de la inversión que las leyes inmanentes de la producción capitalistas sufren dentro del mundo de la concurrencia. "

Las ideas burdas que surgen en el mercado, en la compra-venta de mercancías, hacen ver que la ganancia es un recargo que se le hace al valor de los bienes, de tal forma que no hay "rastros" de su verdadero origen.

En otro texto, TEORlA DE LA PLUSVALIA, Marx establece un enlace entre el enfoque de la economía vulgar y el proceso de mistificación del capital:

"Tal como los economistas vulgares lo conciben, es pues, el interés y no la ganancia el que brota como una plasmación de valor del capital de por si, de la mera propiedad del capital, como una renta especifica derivada de éste. Desaparece todo resto de intermediarios: es pues, el fetichismo completo (..)"

"Desde el punto de vista de la economía vulgar, que pretende hacer pasar el capital como la fuente sustantiva del valor, esta es una fórmula perfecta, una fórmula en que las fuentes de la ganancia pierden toda fisonomía y en la que el resultado del proceso capitalista reviste una existencia independiente, desligado del proceso mismo (…)"

Ahora en otro nivel que ya no son los precios o la ganancia, sino que es el interés, aparece de nuevo el proceso de inversión: el interés brota del capital no se sabe por qué arte de magia, como una renta derivada de si mismo, desapareciendo toda media­ción con la esfera de la producción, se trata de un fetichismo completo que le viene al pelo a los agentes ideológicos de la burguesía: el capital es la fuente sustantiva del valor, no hay por tanto explotación ni extorsión del trabajo, sino que lo que existida seda un régimen de libertad, justicia e igualad. La ganancia se convierte en un premio a la libre iniciativa y al riesgo, una especie de remuneración al ahorro y al esfuerzo personal del capitalista. De allí que el fetichismo no sea tan inocente, y como veremos a continuación, tal percepción de la economía está en sintonía con los intereses ideológicos de la clase dominante.

 

II.- Papel de las relaciones aparenciales en esta mistificación del capital.

Para Marx todo del proceso que examinamos anteriormente está cruzado por un velo apariencial, siendo en tal sentido una realidad que no es evidente a simple vista, no es transparente a la percepción sensorial. Así encontramos el enmascaramiento de un conjunto de relaciones: entre la extorsión del trabajo y el salario, entre la plusvalía y la ganancia, entre la ganancia y el interés. Tales encubrimientos nublan el tejido social e histórico de las relaciones de producción capitalista.

Este proceso de "mistificación" del capital tiene que ver con la supeditación del análisis a la esfera de la circulación, de la distribución y el intercambio. En esta superficie de la realidad económica no se puede encontrar más que "apariencias", conduciendo a los capitalistas y sus agentes ideológicos al más burdo empirismo: 

"(…)esta confusión de los teóricos revela mejor que nada como el capitalista práctico prisionero de la lucha de la competencia e imposibilitado para ahondar en modo alguno debajo de la superficie de sus fenómenos, tiene que sentirse incapaz para captar a través de las apariencias la verdadera esencia interior y la estructura interna de este proceso"

Ahora bien, en este caso no tan sólo se trata de un obstáculo que confrontan los burgueses en el proceso de conocimiento, sino que tal error, omisión o escamoteo epistemológico, es funcional al interés de justificar la dominación, de legitimar el lucro y la ganancia fundada en la explotación del trabajo. De tal forma que el hecho de que no se trascienda la apariencia, el nivel del dato empírico, la sacralización de la apariencia inmediata, no es un problema de "neutralidad axiológica", de objetividad científica. Los intereses de clase ocultan todo nexo o articulación del proceso de producción, y en tal sentido existe un esfuerzo por:

  • "que a nivel de la fábrica, el proceso de trabajo sea concebido como un proceso "natural" o como un hecho tecnológico, sin considerar su articulación con el "proceso de valorización".
  • que el salario siga mistificando la relación entre el trabajo necesario y el  trabajo excedente.
  • Que la mercancía haga aparecer invertida la relación social, desapareciendo la distinción entre trabajo abstracto y trabajo concreto.
  • que el dinero y el interés aparezcan automatizados, como dinero que crea dinero, y no como metamorfosis del trabajo cristalizado, riqueza abstracta que es generada por el trabajo"

Tal esfuerzo de encubrimiento y de apología por parte de los agentes Ideológicos burgueses es lo que Justifica que nos veamos Inexcusablemente comprometidos a Investigar y debatir con seriedad, develando tales relaciones aparenciales, pues de lo contrario estaríamos bajo la supeditación de tales mistificaciones y por ende ayudando en la preservación del dominio del capital, facilitándole su legitimación ético-política.

(*)  LA RECONVERSIÓN INDUSTRIAL EN EL NUEVO MODELO DE ACUMULACIÓN”. Ediciones Primera Línea. Caracas. Octubre 1990

E/ Carlos Lanz Rodríguez

9 de Julio de 2013



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Carlos Lanz Rodríguez

Sociólogo, teórico militante revolucionario y ex-guerrillero.


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