No es una envidia, pero reconozco que es un sentimiento que siento como una espina en mi conciencia, que me induce a pensar y a estar muy inconforme con la conclusión que surge de ese pensar. Pienso por ejemplo, que hace apenas unos días se cumplieron tres años (12 y 14 de agosto) de la desaparición de Luis Tascón y Alberto Müller Rojas y entendí, a partir de ese pensar, que en agosto del año 2010 estos dos camaradas nos dejaron y lo desaparecimos. Concluyo, que estos dos camaradas nos dejaron físicamente, pero nosotros y especialmente el PSUV, lo desaparecieron espiritualmente.
Me corrijo, es más ajustado a la realidad sostener que a estos dos camaradas fueron desaparecieron espiritualmente el PSV. A decir verdad, son nuestros únicos dos desaparecidos. Dije al principio de este artículo, que no era una envidia, pero había un sentimiento que hincaba en mi conciencia, porque hay otros camaradas que desafortunadamente también nos dejaron físicamente, pero sus méritos y entrega al proceso afortunadamente han sido reconocidos y existe la posibilidad que los esfuerzos y sacrificios realizados por ellos para la revolución perduran. Pienso ahora mismo y comparo, en el mérito que tuvo el camarada William Lara. Innegable y querido camarada que dio todo lo que tenía que dar por la revolución y en ese camino de darlo todo, dejó su vida.
Hoy se recuerda con frecuencia la figura del querido camarada William Lara. La institucionalidad del PSUV para preservar su figura y la trayectoria que impuso para colocar su granito de arena para el desarrollo de este proceso, condujo a crear una fundación y una editorial, que bien merecido lo tiene. No es todo lo que merece para tenerlo siempre entre nosotros, pero ya esta fundación y la editorial que también se fundó en su nombre, nos permite tenerlo y evitar su desaparición espiritual.
Müller Rojas se destacó igual. Como técnico, político, estratega e intelectual orgánico fue extraordinario. Ocupó responsabilidades y funciones de importancia en la dirección en el PSUV. Todo andaba bien, pero cometió el error de opinar sobre algunos asuntos internos y eso fue suficiente para obligarlo a un retiro. Luego se nos fue físicamente y nosotros permitimos que su desaparición aconteciera. Müller Rojas opinó en un momento y su opinión molestó y eso tal vez explico su retiro y luego la desaparición espiritual que está en proceso.
Luis Tascón ocupó un espacio en un momento trascendente del proceso. Podemos tener hoy una visión distinta de su lista, pero también se sacrificó por el proceso. Tuvo la mala suerte de opinar contra el poder constituido y eso le sirvió para su expulsión. Luego murió producto de una penosa enfermedad y también con nuestro concurso; Luis Tascón lo estamos desapareciendo.