La mini novela completa o el resumen de una más grande, que lanzó el ex ministro Giordani al cyber espacio, siguen generando polémicas y repiques.
Un mega sancocho de opiniones han hecho en una mismas olla todas las manos (muchas) de los sesudos analistas que se han dedicado a analizar el hecho.
La única verdad palpable y en extremo definitivamente clara en esa carta es algo conocido en la sabiduría popular : Nada peor que alguien despechado. Muy de lo ultimo la salida de Giordani del equipo de gobierno, que falta de dignidad y de amor propio, independientemente de que haya algunas verdades en su libelo.
Toda la carta de por si pierde seriedad y confianza y veracidad al ser expuesta en las circunstancias en que salió a la luz pública; por eso no quise emitir opiniones antes; para mi es lamentable que acusaciones que pudieran ser serias se conviertan per se en una simple pataleta de ahogado. Esa carta no tiene ninguna validez al ser viciada del infantil gesto de muchacho malcriado.”Si me botas voy a decir la verdad”
Ahora resulta que, para mi asombro, aparece otro cartero mas, uno que por haber escrito un libro se dice historiador y experto bolivariano; mejor dicho no por haber escrito un libro sino porque encandilo al comandante Chávez con la historia/ficción que planteo en su momento.
La historia sobre la muerte de Bolívar no está escrita aun, indicios de que fue asesinado hay muchos; al igual que indicios de que el comandante Chávez lo fue también existen muchos.
Bolívar murió rodeado de sus enemigos, encabezados por Mariano Montilla, murió en territorio de los enemigos: la casa de un español en territorio de Colombia, donde Francisco de Paula Santander había ordenado su asesinato apenas dos años antes y de donde salieron los asesinos de Antonio José de Sucre. Su primer reconocimiento médico en ese aciago momento de Santa Marta en 1830 lo hizo un Doctor enemigo: el DR White de la fragata norteamericana Grampus que “casualmente” se encontraba en la bahía.
El misterio sobre las circunstancias en que se sucedió la muerte de Bolívar es gigante; de eso todos, hasta los que no son fieles bolivarianos, sentimos un poquito.
El Ego es un mal necesario, todos sufrimos de eso que nos hace creer en quien somos, pero hay que ser cuidadosos pues muchas o algunas veces nos sobredimensionamos nosotros mismos, es decir nos creemos más de lo que somos.
Eso le paso a Giordani, su “yo” lo traiciono, su “¿Como a mi?;su ¿Sabe usted quien soy yo?, su ego le paso por encima y lo atropelló; no digo lo mismo de quienes simplemente apoyaron a un amigo, eso se llama solidaridad y amor; eso se respeta; ese es el caso de quienes salieron al ruedo a defender lo indefendible, pecaron de incautos y de exceso de amor al amigo, eso se tradujo en falta de racionalidad y tanto en política como en la convivencia diaria y cotidiana eso se paga con alguna sanción. .
Eso también siento que le pasa al escritor Jorge Mier Hoffman quien salió al ruedo lanzándose en el laberinto de Giordani, comparando en forma de titulo la novelesca y dramática carta del ex ministro con su propia y no menos dramática novela.
El Ego les está haciendo una mala jugada; Hoffman dice en su nota publicada en Aporrea: Giordani: La carta “que cambiará la historia” que “Todo parecía conducir a la búsqueda de la verdad, mientras yo asesoraba a la Comisión, cuando los intereses históricos, más radicales que los políticos, se aprovecharon de la enfermedad del Presidente para desechar las pruebas contundentes, que ya conocía Chávez, en un intento desesperado de mantener la mentira que se expone en el Panteón Naciona”l.
Hoffman conocedor de “la verdad” y apoyada por Chávez se quedo con los crespos hechos ante la muerte del comandante supremo, y su proyecto perdió fuerza al perder el apoyo sentimental que el comandante le había dado. Eso el en su artículo en cuestión lo transforma en una conspiración; según se lee de alguna manera a Chávez lo mataron porque estaba al tanto de las investigaciones de Hoffman y tenía planeado llevar esas denuncias ante la ONU.
“Hasta el final de sus días, Chávez defendió la verdad del ¡Asesinato del Libertador! y con esa convicción, me había manifestado su intención de exponer las pruebas, que él y yo conocíamos, quizás ante la ONU, para denunciar ante el mundo el asesinato de Bolívar en el marco de una Conspiración Imperialista. Pero el destino cambió el rumbo de la investigación, para silenciar la verdad y mantener la mentira que se decretó con la muerte de Chávez”
Hoffman, experto analítico de cartas ha descubierto en la de Giordani algo mas grave que el ego que aplasto al ex ministro y mas grave que lo denunciado en la misiva hace un recueto de lo que esta a la vista de todos queienes no tenemos la percia para ver lo oculto en la intriga de los signos y las letras: “En fin… muchos leen en esa Carta una dura crítica al Gobierno de Nicolás Maduro…Pero nadie ha mencionado lo más grave…Dice GIORDANI, que desde el último Consejo de Ministro del 20 de octubre del 2012 no tuvo acceso al Presidente Chávez… Un misterio que parece ser confirmado con la visita que hizo la Presidenta de Argentina, el 11 de enero del 2013, cuando hizo una parada en la Habana en su viaje a Europa…¿Por qué Cristina Fernández no pudo ver a Chávez? ¿Por qué Giordani no tuvo más acceso a Chávez? ¿Por qué Chávez no consultó con Giordani la devaluación? ¿Qué pasó con Chávez?”
Todo eso a pesar de que según Hoffman: “GIORDANI fue mucho más que eso: de todos los amigos y colaboradores de Chávez, JORGE GIORDANI fue su más leal amigo y confidente. GIORDANI fue la persona en quien Chávez confiaba sus planes socialistas, y a quien delegó la difícil tarea de monitorear la transparencia en el manejo de los Fondos Públicos… En fin… GIORDANI era la persona más allegada a Chávez, como me lo aseguró en una oportunidad Guillermo García Ponce, por lo que su presencia generaba envidia y resquemor en el entorno ministerial, ya que GIORDANI siempre se sentaba a la izquierda del Presidente, y era el ¡ÚNICO! que podía romper el protocolo en el Consejo de Ministro, sin el temor a que Chávez le reprochara su impertinencia…”
Lo cierto en este sancocho cuyo caldo ya esta morado apareció otro cartero mas; uno que insinúa, ya que su Ego le sugiere que él es quién es y él todo lo ve, que una conspiración, esta vez dirigida por los amigos y familiares del comandante Chávez acabó con la vida del comandante en territorio amigo y en circunstancias donde solo el imperialismo ganaba.
La forma patética como el escritor Hoffman termina su artículo no la reproduzco por respeto a la memoria del comandante supremo y a los millones que lo llevamos en el corazón.
Giordani es caso cerrado, lo demás es tratar de rizar el rizo.
La política económica tiene que cambiar pues estamos en un atolladero que pudiera ser peligroso así que, Maduro hizo lo que tenía que hacer en el momento que lo hizo (¿pudo haberlo hecho antes?, quizás) pero ya está hecho y esperemos resultados.
Lo demás es pataleta y esto último una loquetera.