Este domingo 29 de enero Culminó en Caracas, Venezuela, una de las versiones del VI FSM. Sin lugar a dudas son muchas las discusiones, posturas políticas y conclusiones que generó el FSM de Caracas entre los asistentes y observadores. ¿Qué enseñanzas nos dejó? ¿Cómo serán los próximos FSM? ¿Sirvió a miles de jóvenes del mundo y del continente latinoamericano para avanzar en conciencia, organización y acción por el mundo posible y socialista que necesitamos ahora?
Para los miles (¿80.000?) de participantes y delegados representando una amplia variedad de movimientos de todo tipo y género, seguro que haber estado en Caracas fue una experiencia infinitamente enriquecedora. La capital de la nación latinoamericana (Cuba inició el camino hace 45 años) que está a la cabeza del proceso emancipador, antiimperialistas y por un proyecto radicalmente opuesto al modelo alienante que plegó al mundo de colonialismo, capitalismo, egoísmo, miseria y explotación, se engalanó y vistió de alegría con los miles de participantes de todo el mundo en las movilizaciones, discusiones y consignas antiimperialistas que le pusieron el tono al histórico encuentro. Nos vamos de Caracas inyectados de la energía emancipadora que el pueblo y gobierno bolivariano de Venezuela vienen irradiando por el continente y el mundo en la batalla por el mundo posible y socialista que hoy necesitamos.
El VI FSM tuvo sus inconvenientes en la organización. Muchas actividades y conferencias no se llevaron a cabo o fueron cambiados los sitios de encuentro, o no se hicieron presentes los ponentes, etc. Esto no fue obstáculo, sin embargo, para que muchos de los que asistimos nos tomáramos la palabra y desarrolláramos apasionados debates, a falta de expositores. Tal y como ocurrió con varios temas sobre Colombia, que despertó gran interés y mucha solidaridad y acogida por los participantes al FSM. Y es de presumir, como lo afirmaron los organizadores en más de una ocasión, que no fue fácil organizar un evento de tal magnitud (donde se esperaba la participación de unos 80.000 delegados) en Caracas, pues no se contaba con la experiencia suficiente para hacerlo en Caracas. Hay que agregar también a todo esto el carácter complejo que ha adquirido la organización de eventos como este, donde la horizontalidad y variedad de propuestas fluyen desde todos los rincones del mundo dado los estatutos que rigen al FSM desde que nació en Porto Alegre en el año 2001. Más de 2000 temas fueron inscritos, según los organizadores.
El debate está abierto. De Porto Alegre 2.001 a Caracas 2.006 es mucha el agua que ha corrido bajo el puente, y una tormenta está desatada en el continente que puede desbordarlo todo, puente y Foro. Incluso desde Seatle, 1.999, cuando surgió el movimiento altermundista o antiglobófilo que recorrió el mundo, es mucho lo que ha cambiado el paisaje, las condiciones y la actitud de los movimientos sociales y los pueblos. Y no sólo en el caso de Latinoamérica, donde Cuba, Venezuela y ahora Bolivia amplían la senda del camino a recorrer por otro mundo social, económico, y cultural radicalmente diferente del que tenemos hasta hoy. Y puede que éste sea una de las razones para afirmar que este VI FSM tuvo un carácter no sólo regional, marcado por la ola de movimientos populares y sociales que recorren el continente y se posicionan políticamente respecto al poder, como lo ha hecho el pueblo boliviano recientemente al llevar al poder a Evo Morales, sino que en Caracas quedó develado su contenido claramente político demostrándose que ha ganado en profundidad y dimensión en cuanto a las consignas y problemas que nos convocan.
El antiimperialismo en cuanto a herramienta de lucha que une a los pueblos contra las potencias imperialistas y sus aparatos de colonización como las transnacionales, el FMI, el BM, etc, no se había sentido con la fuerza que se sintió en Caracas. Alguno o alguna inquirirán que fue por la agitación que a diario enarbola el presidente bolivariano de Venezuela. Yo digo que sí, y además porque el más amplio y extenso sector del pueblo bolivariano ha hecho suya esa consigna también, lo cual es aún más importante. Es más, el pueblo latinoamericano empieza a hacer suya la lucha antiimperialista, por la segunda y definitiva independencia, senda por la que están entrando los pueblos del continente y el mundo.
El debate sobre para dónde va el FSM, qué criterios debe obedecer, cómo organizarlo, cuál será su futuro no depende ya tanto de los integrantes o las organizaciones que enarbolaron hace 5 años este sentir de los pueblos y las organizaciones sociales. La discusión no es como lo plantearon en Caracas los responsables de la organización, el comité internacional, entre las tres posiciones que hacen parte del comité organizador, sino entre ese comité y las organizaciones y movimientos que le dan vida y vigencia al FSM mismo. Es decir, entre los movimientos que actúan en el debate y en la calle a través de la democracia directa y los organizadores del FSM. De lo que se trata es de tomar atenta nota del mensaje de Caracas y Bolivia: los movimientos sociales y políticos de los pueblos son los que dictan las condiciones, consignas y agenda a seguir. Lo demás es habladuría.
El movimiento social y la democracia directa en Bolivia es el que impulsa, llama y respalda la nacionalización de los recursos como el gas, el petróleo y el agua. Y Evo Morales ha sabido tomar atenta nota de lo que quiere y está dispuesto a pelear en la calle, a través de la lucha extraparlamentaria el pueblo. En el proceso de transformación radical que se lleva a cabo en Venezuela, el gobierno bolivariano tiene que tomar nota de lo que el pueblo en la calle, el barrio, los medios comunitarios y la movilización está reclamando: profundización del proceso, lucha contra la burocratización y corrupción y democracia directa. Esa es la tendencia del movimiento revolucionario a nivel continental. Y estamos seguros, como lo dijo el presidente Hugo Chávez, que el gobierno y el pueblo bolivariano nos acompañarán en este camino. ¿Cuál va a ser el camino que tome el próximo FSM?
En medio del FSM se vivieron muchas escenas de alegría acompañados de cientos de actividades culturales, musicales, teatro callejero, bazares repletos de artesanías del mundo, etc. Hubo tiempo y espacio hasta para la multitudinaria marcha del viernes 27 que salió de Plaza Bolívar y recorrió la ciudad hasta el Ateneo con la bandera del No a las concesiones carboníferas a las transnacionales que quieren explotar el carbón del estado del Zulia, serranía del Perijá. Las consecuencias, de otorgarse dichas concesiones, según los organizadores, será la destrucción del bosque, la naturaleza y sus ríos, y la comunidad indígena asentada en esas tierras que históricamente les pertenece.
En uno de los barrios más populosos de la ciudad como el 23 de Enero, se llevaron a cabo discusiones y actividades paralelas a las del FSM. Allí hubo presencia de distintas delegaciones como el MST del Brasil, delegaciones colombianas, argentinas, venezolanas, dominicanas, europeas, campesinas, etc., que pudieron intercambiar sus experiencias de lucha con los habitantes de uno de los barrios históricamente más comprometidos con la resistencia y lucha contra la oligarquía y el imperialismo. Someramente y dejando por fuera miles de sucesos e historias, así viví el VI FSM de Caracas. El debate está abierto.
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