Este domingo 10 de agosto se publicó en Correo del Orinoco unas entrevistas en las cuales, varios analistas vinculados a la oposición ofrecieron un balance sobre la MUD. El analista Rodolfo Vílchez, reclamaba “una oposición más seria”.
Dicho así, coloca la papa caliente del lado de los partidos que conforman la MUD y no deja de tener cierta razón, pero si hurgamos más en el asunto; el problema seguramente no es en estricto sentido, la falta de seriedad de esta oposición, que sabemos es muy poca seria, pero siendo escasamente seria; el problema no es precisamente su falta de seriedad.
La MUD es lo que es y lo que se merece ser. Ni más ni menos. El perfil que adquiere una persona no es un producto del azar. Eso mismo funciona para una organización política. La falta de seriedad de la MUD que es un dato muy real, responde más bien a la falta de seriedad de sus seguidores, que están muy conformes con los partidos que tienen y con el perfil que proyecta la MUD.
Así como está toda divida la MUD y si este próximo domingo se diera la oportunidad de realizar unas elecciones, muy seguramente, que los votos que obtendría la MUD estaría muy cerca de los votos que ha venido sacando en cada una de las elecciones anteriores. Los seguidores de la MUD no tienen otra opción y además no tienen interés en construir una referencia política que sea ligeramente distinta a la tenemos que son las que hemos tenido durante más de la mitad del siglo XX y lo que va del siglo XXI. Es la misma gente de las cuales se obstinaron por un momento.
La oposición deja de ser sería no por una condición innata, sino porque desde el lado de la militancia su problema ha sido otro (no le gustó Chávez) y más que exigir una oposición, que defienda sus interese de clase media, su angustia ha sido Chávez y poco lo importa si la oposición con la cual pretende salir de chavismo, le falte seriedad o no tenga un poquito de vergüenza.
Pero esta no es una enfermedad -virus- que ataca únicamente a la militancia de la oposición. En las filas de la revolución viene sintiéndose un cierto parecido con este proceder de la militancia de la MUD. Entre nosotros, tenemos un PSUV, que “luce” bien y unido por una circunstancias particulares. Luce “unido”, porque sus jefes entienden el negocio de estar “unido”. La “unidad” permite sacarle provecho a la condición de gobierno y estamos viendo como esa “unidad”, ha permitido a muchos del alto mando, asumir para algunos casos la práctica del gato. El PSUV, se ve igualmente bien, porque siendo gobierno, con esta oposición así y algo más o menos “unido”, en función de posiciones burocráticas que van reciclándose, pero con los mismo actores; debe y tiene que lucir un poco mejor.
Pero como en el campo de la oposición; parece que tenemos el partido que nos merecemos por nuestra falta de conciencia. Una parte de la militancia es como unos valores que van a una bolsa y se transa. Es lamentable, pero se dice así y es así. Parte de la militancia que juega para que otros tomen decisiones, tiene ese perfil y eso no nos hace distinto a la militancia de la derecha: Ambos tenemos lo que nos merecemos como partido. Ello tiene su MUD y su MID controlada. Nosotros tenemos nuestro PSUV y un Gran Polo Patriótico que va resultando el Chiquito Polo Patriótico.