En una clase de Procesal Civil allá por la decada del 60, mi profesor Miguel Santana Mujica me preguntó que quienes eran mejores abogados, los hombres o las mujeres, yo le respondí que eso no tenía nada que ver con el sexo, los mejores abogados eran las personas estudiosas, comprometidas, honestas, constantes, fieles a sus clientes, pero antes que todo fieles a la justicia. Hoy sigo pensando igual, el sexo, la edad, el color de la piel, las creencias religiosas, en mi muy humilde opinión no son para nada garantía de competencia, lealtad, honestidad, espíritu de trabajo, constancia, preparación académica, etc. etc.
Una persona joven puede estar adornada, si me permiten esa expresión del siglo pasado, con todas esas virtudes y muchas más, yo creo, sin conocerlo en absoluto, que Robert Serra es un buen diputado preocupado por su comunidad, trabajador incansable, ojala no me equivoque. Una persona madura o vieja, hombre o mujer, blanco o negro, puede así mismo tener muchas de estas cuaidades, esas son las personas que deben conformar el 100% de nuestros candidatos a la AN.
Amarrarnos a porcentajes para jovenes, para mujeres, desvirtúa en mi muy humilde opinión, la lucidez con que debemos hacer la elección.
Con todo siempre apoyaré a Nicolás quien estimo que pone todo su empeño y mejor intención en lo que hace contra viento y marea, por eso me atrevo a hacerle estas observaciones, la Asamblea Nacional es muy importante, dejemos que los payasos los pongan los escualidos, nosotros con personas integras, dedicadas, trabajadoras incansables, honestas, vallamos adelante a lograr una AN que no nos hunda sino por el contrario que nos ayude, sin porcentajes pero con mucha voluntad.
Rodilla en tierra recordando siempre a Chavez
