El dueño del establecimiento comercial manifiesta a uno de los clientes que no hay el producto y sarcásticamente añade: “pero tenemos Patria”. Miramos fijamente al vendedor para increparle: “quizás no tengamos ese producto pero si tenemos Patria”; alguien detrás del mostrador acompaña la afirmación que hacemos y el hombre pone cara de frustrado porque esta vez el chiste no le salió bien.
Y es que digan lo que digan tenemos Patria. Gracias a aquel grupo de brillantes soldados comandados por Hugo Chávez Frías, el Teniente Coronel rebelde con las agallas que ya quisieran tener algunos mequetrefes de la derecha criolla, quienes valientemente asumieron enfrentar a una elite corrupta que mal gobernaba al país y que incluso llegó a masacrar al pueblo humilde para imponer un paquete neoliberal.
Venezuela se convirtió en una colonia del imperio norteamericano. Solo se acataban las órdenes emanadas de la Casa Blanca y del FMI. El país estaba sumido en la más absoluta miseria, la educación estaba en los niveles más bajos, el índice de analfabetismo era de los más altos en América Latina tanto así que la revolución alfabetizó, a través de la Misión Robinson, 2 millones de venezolanos con el método cubano “Yo si puedo”. Así mismo para muchos bachilleres era impensable ingresar al sistema de educación universitario. El incremento de la matricula estudiantil en el 98 era de 6,2 millones, sin incluir la Misión Sucre; para el 2008 esta se incrementó en 7,5 millones, incluyendo públicos y privados. En el 98 Venezuela destinaba 3,9 por ciento del PIB a la educación y esto lo llevó la revolución a 7 por ciento. Antes de llegar el comandante al gobierno ya había planes para acabar con la gratuidad de la educación.
La pobreza extrema en los 90 llegó a 42 por ciento lo cual fue revertido por el gobierno revolucionario a 9,5 por ciento. El gobierno de corte socialista adoptó medidas socio-económicas para revertir la desnutrición, la mortalidad infantil y, la exclusión educativa. Fue así como se desarrolló el programa de alimentación escolar en las escuelas y liceos públicos, se crearon programas sanitarios, se incrementó el monto y el número de becas estudiantiles. Se crearon las misiones educativas socialistas entre ellas la Misión Robinson, Ribas y Sucre. Para el 2008 la Misión Sucre tenía 571 mil 917 venezolanos cursando estudios en 334 municipios del país y se graduaron 3 mil triunfadores en 7 programas educativos. Actualmente Venezuela ocupa el segundo lugar en matricula universitaria en Latinoamérica y además le da la mano a otros hermanos del mundo para que se preparen.
El acceso a los servicios de salud era algo difícil, mucho más tratándose de intervenciones quirúrgicas, exámenes de laboratorio, tratamientos y medicamentos de alto costo. La mayoría de las personas moría por no tener como cubrir los costos hospitalarios. La revolución amplio la red sanitaria y a muchos compatriotas hoy se les suministra tratamientos de alto costo en forma gratuita. Con la Misión Milagro cientos de venezolanos y latinoamericanos recuperaron la visión, además la revolución garantiza la donación de prótesis, sillas de ruedas y rehabilitación para las personas con trauma que antes debían resignarse a su condición porque no tenían posibilidad alguna. Los ancianos morían de mengua esperando por la pensión lo cual era una miseria. El presidente Chávez incrementó el número de pensionados y elevó la pensión a salario mínimo algo que ha mantenido el presidente obrero Nicolás Maduro.
Quizás no encontremos algún producto en los anaqueles de los supermercados pero la revolución no desampara al pueblo y hace grandes esfuerzos para superar las dificultades que la misma elite que derrocó el presidente Chávez, por 47 horas, provoca, con sus maniobras antinacionales. El comandante Chávez a raíz del golpe de estado y el paro petrolero cuando el pueblo fue sometido a un régimen de hambre por la derecha creo las Misiones Mercal y PDVAL para blindar la seguridad alimentaria de los venezolanos. No hay que desesperarse sólo hay que mantener la calma y activar la conciencia para que la patria siga.