Esto lo escribió Simón Bolívar en carta del 5 de enero de 1817 a Lino de Clemente y a Pedro Gual y meses después, para ser precisos el 1 de septiembre, le envía con urgencia otra misiva a su agente en Trinidad, Francisco Peñalver, para pedirle: "Mándeme usted de un modo u otro la imprenta que es tan útil como los pertrechos (para la guerra)". Transcurrido menos de un año, el 27 de junio de 1818, nació el Correo del Orinoco.
¡Qué visión y que mayor verdad encierra ese aserto de nuestro más grande hombre…!
Palabra sabia la del héroe máximo de la Patria que jamás ha dejado de tener plena vigencia en nuestros lares y tanto ha sido así que durante los períodos más oscuros que hemos padecido en toda época (persecuciones, represiones, asesinatos e implacable censura), su llamado y entrega valerosa de lucha, sin par, por conquistar la dignidad y la libertad plena de los pueblos de Nuestra América, nos ha llevado -siguiendo su ejemplo- a rebelarnos hasta encontrar la restitución absoluta de tan sagrados derechos humanos.
Válido introito para hacernos esta pregunta: ¿Los venezolanos estamos bien informados y, además, de forma oportuna?
De manera categórica afirmamos que, justamente, esa ha sido una de las mayores fallas de la Revolución. Lo reconoció en más de una ocasión el propio Chávez en sus comparecencias públicas. No olvidamos que llegó a calificarla como uno de los peores pecados de su gobierno y no dudó ni un segundo en reclamarle a sus equipos por ese descuido, por cierto, en términos bien severos. No obstante ello, esa debilidad continúa allí invariable…
Efectivamente, sigue siendo aún muy escasa la información que recibe el pueblo sobre la vasta obra que ha realizado nuestro gobierno en estos últimos dieciséis años. Un rápido inventario nos hace comprender lo necesario y urgente que es darla a conocer a través de documentales de alta calidad, tantas veces como fuese necesario.
Veamos parte de ella: los incontables conjuntos de viviendas dentro de proyectos integrales nunca antes vistos; los puentes sobre el Orinoco (dos en servicio y uno en construcción); los sistemas de Metro y ferroviarios en todo el país (son varios); el Hospital Cardiológico Infantil y, entre otros miles más, sus aportes a la integración de nuestros pueblos latinoamericanos; las Misiones, como la Milagros que se ha extendido solidariamente por el Continente; la efectiva lucha anti drogas sin la DEA y paremos de contar…!
Es enorme la obra hecha y en ejecución en estos años del chavismo. Divulgarla con profusión es una obligación impostergable. ¡Sigamos el consejo que nos legó el Libertador…!