Cuenta la antigua tradición cristiana que por estos días hace 2015 años nacía en un viejo establo prestado un niño que marcaría la historia del mundo para bien y para mal de la humanidad. Otras culturas también nos recuerdan que por estas fechas nacieron otros niños con no menor trascendencia en la historia pero con la diferencia de los años. 5000 años antes un 25 de diciembre nació en una cueva KRISHNA hijo de la virgen DEVAKI, por ejemplo, en otra parte del mundo el señor BUDA nace de la virgen MAYA; cuyo nacimiento fue anunciado por una estrella y concurrido por sabios y filósofos. Asimismo nacido de la virgen ISIS en un pesebre aparece en la historia HORUS a quien se le llamo KRST. Y como ellos otros tantos que dieron su vida por la humanidad y que curiosamente nacieron bajo las mismas circunstancias de JESÚS DE NAZARET y en algunos casos en la misma fecha, ATTIS (frigia), MITRAS (Persia), ADONIS (fenicia), DIONISIO (Grecia) y otras figuras de la espiritualidad humana hacen su aparición en estas frías temporadas del año. Lo más curioso es que el SOL renace cada año por esta fecha en un acontecimiento cósmico llamado solsticio de invierno, nos explican los experto que el sol detiene su recorrido en descenso para iniciar el acenso a la primavera por lo que algunas culturas de origen principalmente paganas celebran el "dies natalis solis" (día de nacimiento del sol en latín). En américa también se observan fenómenos astronómicos relacionados o atribuidos a la espiritualidad, bastaría con aproximarnos a la cultura MAYA, INCA, AZTECA y otras, para maravillarnos con los deslumbrantes misterios que encierran cada cultura que nada tendría que envidiar a las culturas de otras latitudes de la tierra y que se vinculan directamente con el solsticio de invierno que es el tema que estamos presentando.
Dada esta referencia vemos como la navidad tiene prácticamente la misma historia o tal vez el mismo cuento que con la modernidad se ha ido alejando de la parte espiritual para convertirse en viejas tradiciones mercantiles. Por ello la sociedad se pone su mejor atuendo, prepara su mejor comida, limpia su casa y coloca sus mejores adornos para recordar el nacimiento de un fulano que según cuentan volverá para salvar a una humanidad que se resiste a su salvación.
Mientras tanto el aprovechado capitalista, te vende el atuendo, te vende la comida y los adornos de navidad y hace de la tradición la mejor zafra para su comercio.
Más abajo una clase social marginada, económicamente oprimida y emocionalmente deprimida, aferrada al consumismo desacerbado, luchando por gastar el resultado de su esfuerzo del año y olvidándose de la tradición, para consumir cada año "el mismo cuento de la navidad" que por lo visto tiene una trama circular y repetitiva con posibilidades reducidas de un desenlace.
Felices Fiestas (según la tradición que profeses).
