(…) Karl Popper en La sociedad abierta y sus enemigos, acusó a Platón, Hegel y Marx de totalitarismo. Aquel texto clásico se disponía demostrar cómo los enemigos de la sociedad abierta y democrática son aquellos filósofos que aparentan fundar la política en la verdad ya sea mediante la <<luz exterior en la caverna>> (Platón), <<el fin de la historia>> (Hegel) o las <<consecuencias emancipadoras de la revolución>> (Marx) (…) Si el pensamiento político en la actualidad todavía ignora dicho texto en gran parte, ello se debe a que este arremete contra la noción de la verdad en la política
Gianni Vattimo y Santiago Zabala - Comunismo hermenéutico. De Heidegger a Marx
***Son despreciables, fascistas, nazistas y totalitaristas aquellas afirmaciones que desde lo más alto del poder y grupos de panegíricos o mejor dicho, laboratorios del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) han proferido en contra de quienes siendo parte de la nómina del Estado, decidieron dar sus datos personales y con su firma avalar la posibilidad para que el Consejo Nacional Electoral (CNE) entregue nuevas planillas con el propósito de activar un referendo revocatorio en contra del presidente de la República, Nicolás Maduro.
Estos individuos son parte de lo que he definido como la letrina de la política. Y son letrina de la política porque nunca han escrito algo serio ni siquiera en favor del propio chavismo. De hecho, ni el chavismo puede ser considerado un movimiento ideológico no sólo porque todavía no haya escrito alguno que avale su concepción política en tales términos, sino porque hasta el presente sólo fue bajo la conducción de su líder un movimiento de masas, que Maduro no sólo ha destruido desde que está en el poder, al punto que los resultados de las elecciones parlamentarias de 2015 demostraron la pérdida del liderazgo político sobre la aceptación popular, medido en número de votos a favor y en contra.
Sobre lo anterior, bastaría recordar el cómo la muchedumbre se agolpaba sobre toda las vías en tránsito de la caravana presidencial para recibir a Hugo Chávez con mensajes de amor, cariño, afecto, lealtad y admiración, mientras que las de Maduro casi que son de incógnito para evitar probablemente lo contrario, desprecio, rechazo e insultos por parte de quienes hasta eran seguidores de Chávez.
Que Diosdado Cabello, o articulistas de Asamblea Popular Revolucionaria (Aporrea), incluso uno de ellos autodefinido como “beatlemaniaco” (sic) ¹, este último revelando con tal “anglicismo” que se encuentra dominado por el imperio hasta en su léxico y cultura, es decir, con una seria contradicción “ideológica”; en ambos casos, uno desde la cúpula del poder y el otro parte de ese madurismo incapaz, los convierte en iguales ramplones; son simples criticastros quienes al tener agotado el discurso de las auténticas ideas sólo les queda la amenaza como parte de su cóctel totalitarista. Es emular a George W. Bush quien luego del 11 de septiembre de 2002, quiso dividir al mundo y la sociedad norteamericana diciendo: "Quien no está con nosotros, está contra nosotros"².
Son inútiles tales amenazas. Es como en mi caso (y disculpen que personalice) que teniendo más de una década como docente del Ministerio del Poder Popular para la Educación (donde por cierto me han desconocido mis títulos de postgrados y negado titularidad por mis posturas políticas), vinieran a “anular” (subterfugio para evitar decir que pueden botarme) un contrato pasando por encima de leyes y reglamentos. Y peor, que sea yo quien deba renunciar, porque no estoy a favor del gobierno de Maduro, si desde que estoy trabajando para el Estado, (salvo con mi voto para las elecciones presidenciales y siguiendo las líneas de Chávez), retiré mi apoyo al actual presidente precisamente por su errónea conducción del poder, lo cual ha llevado a nuestro país por un estado de postración humana, lleno de hambre, miseria, corrupción, impunidad, delincuencia, así como deterioro general en los servicios públicos y calidad de vida de los venezolanos.
Soy chavista, estoy contra Maduro, pero dejo claro que no firmé para esta convocatoria opositora, y es probable que para un eventual referendo revocatorio me abstenga, no porque no vea a Maduro como el gran responsable de la peor crisis de nuestra historia, sino porque soy un convencido que debe transformarse todo el Estado, el cual tiene toda su estructura podrida y ha desencadenado una profunda anomia en la sociedad, razón por la cual, sigo insistiendo en la necesidad de convocar una Asamblea Nacional Constituyente que aunque pudiera ser de mayor tiempo, al instalarse sería más rápida en la ejecución de sus acciones, entre ellas, tanto la sustitución de las actuales cúpulas del Poder Ejecutivo, la Fiscalía General de la República y El Tribunal Supremo de Justicia, sino que todos los delincuentes (incluyendo los de corbatas y franelas rojas) serían puestos a las órdenes de los tribunales de manera inmediata, y Venezuela pudiera confiscar los bienes de los corruptos y solicitar sin obstáculos jurídicos la repatriación de los capitales por hechos de enriquecimiento ilícito.
Los políticos del gobierno y la oposición deberían leerse La sociedad abierta y sus enemigos³. Tal vez así entenderían un poco más sobre los preceptos de las valoraciones, el socialismo, el capitalismo, la moral y las necesidades que requiere tanto la sociedad como el Estado. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
¹ http://www.aporrea.org/
² http://elpais.com/diario/2001/
³La sociedad abierta y sus enemigos por Karl Popper (ver: https://monoskop.org/images/5/
