A comienzos del siglo XXI, el presidente Chávez y su partido inician un movimiento liberador y nacionalista, que entra en contradicción con la burguesía venezolana y sus expresiones partidistas; tal situación desemboca en un golpe de estado, superado en 48 horas, pero Chávez queda atemorizado y en vez de profundizar su política nacionalista, trata de apoyarse en la pequeña burguesía agraria y urbana y así comienza el fin del proyecto nacionalista. Sus aliados del polo patriótico no tuvieron los cojones suficientes para abrir una polémica con Chávez, por miedo a perder la cotica de poder y así comienza el declive de un movimiento nacionalista que Chávez pretendió vender como socialista, lo cual le hizo mucho daño al socialismo auténtico y científico y esa falsificación la utiliza la burguesía para meter el miedo al comunismo. Tres problemas fundamentales frenan el nacionalismo: la gigantesca corrupción que se roba una suma de dólares multimillonaria, sin que los cinco poderes que tuvo Chávez en sus manos dijeran NI PIO. El segundo problema que da al traste con el movimiento nacionalista es la equivocación de la estrategia económica, privilegiando la deuda social, en vez de utilizar esos recursos para desarrollar la agricultura y la industria. El resultado es una espantosa inflación que castiga a los pobres y beneficia a los ricos, en particular a los bolichicos y a la burguesía importadora. El tercer problema fue la incapacidad gerencial de la élite petrolera y del presidente Chávez para ahorrar parte de la renta petrolera, también fallan en la inteligencia sobre los planes petroleros de USA. Así comienza el declive del movimiento nacionalista, que cifra sus esperanzas en las elecciones burguesas, las cuales comienzan a hacer agua con la pérdida del parlamento burgués y Maduro decide entregarse en brazos de la burguesía venezolana.
La muerte de Chávez acelera la putrefacción del partido socialdemócrata que finalmente cae en manos de la derecha, y ahora se aferra al poder miraflorico, sin importarle lo que le pase a 30 millones de venezolano,s de los cuales millones son pobres, porque de que hay pobreza en Venezuela, de eso no le quepa la menor duda a nadie. Los aliados del PSUV, el Polo Patriótico, a esos le faltaron cojones para abrir la polémica con Chávez y todo por no perder la ínfima cuota de poder burocrático, que le dio el PSUV.
Los socialdemócratas del Capitolio hace años que pactaron con el imperialismo y ahora solo es cuestión de meses para pretender tomar la presidencia de la Republica, como está la correlación de fuerzas, ahora en el 2016, seguro que lograrían tomar la presidencia. Los partidos AD y PJ y VP son barajas esenciales del imperialismo norteamericano y por eso tienen que hablar de CAMBIO para engañar a los votantes, y remachar desde el poder la explotación de los oprimidos y acabar con las políticas sociales, política a la cual los neoliberales llaman gasto social inoportuno. Tampoco la derecha capitolina desarrollara la industria y la agricultura, porque ellos lo que quieren es ponerle la mano a la renta petrolera, para nutrir sus arcas de dinero, sin tener que trabajar.
LO PELIGROSO DE LA SITUACION POLITICA VENEZOLANA es que las dos derechas: la de Miraflores y la del Capitolio, tienen aliados que quieren iniciar una GUERRA CIVIL EN VENEZUELA por aquello de que las riquezas del arco minero y de la faja petrolífera pasan de los VEINTE TRILLONES DE DOLARES. La derecha del Capitolio cuenta con el imperialismo norteamericano y con la Unión Europea para iniciar la guerra de rapiña y la derecha de Miraflores cuenta con el apoyo de Rusia y de China para apoyar la guerra civil, y los venezolanos de a pie, listos para servir de carne de cañón.
El año 2017 será el escenario de hechos sangrientos, provocados por ambas derechas, como preludio de la guerra civil que esta a la la vuelta de la esquina. La derecha de Miraflores se aferra al poder con hechos ilícitos y lícitos y con sus aliados China y Rusia, se preparan para la guerra. La derecha de El Capitolio también se prepara para el asalto al poder con sus aliados y para la guerra civil. Esto será el comienzo de una nueva guerra, no fría, sino caliente, entre las potencias imperialistas para repartirse América Latina que está preñada de riquezas, entre ellas, el agua, llamado el oro azul.
LAS FUERZAS DE IZQUIERDA deben empezar mañana mismo a organizarse, porque ellas serán masacradas, sino toman en serio su papel, de ser la fuerza capaz de romper la hegemonía de las dos derechas y detener así la guerra civil. Hay que comenzar, sin sectarismo, pero con gran claridad ideológica, partiendo de la frase de Fidel Castro " se puede ser revolucionario, sin ser comunista, pero no se puede ser revolucionario y anticomunista". En el seno del fuerzas militares hay mucha gente proimperialista, pero también hay gente que marcharía al lado de una izquierda nueva, ideologizada, valiente, combativa y con ética revolucionaria. ¿POR DONDE EMPEZAR?. Bueno, aprovechemos la lucha de clases, que ya tiene visos de flujo arrollador y montémonos en esa ola para frenar la guerra civil, o en el menor de los casos, hacer que dure lo menos posible. Sé que saldrán los oportunistas, de distintos ropajes, a negar esta situación, pero los hechos y la realidad están por encima de los deseos.
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