Se nos va el año 2016 con un extraño sabor y con una celebración medio insípida, quizás sea por la falta de hallacas o ese sin fin de cosas que se acostumbraban en navidad.
La pelazón es general, sin embargo cada quien buscará su manera de celebrar en familia y con amigos; la inflación se llevó todo y aunque siempre hay posibilidades de alguito la alegría no fue completa.
Fue un año de durísima lucha política donde ambos bandos se enfrentaron sin oír a sus seguidores; las directivas del PSUV junto al Presidente Maduro, tomaron decisiones para enfrentar tanto a la guerra económica como a la crisis política sin oír a nadie, pareciera que no les pegó en el estomago ni en ningún lado la crisis que se vive en los hogares; volvimos a ver gente deambulando con una enorme miseria acuesta pidiendo una limosnita (cosa que habíamos superado) mientras los personeros del partido y del gobierno bailaban salsa e invitaban a hacer sabrosas colas.
Los CLAP, aparecieron como bálsamo curatodo que solo se ha convertido en un antro de corrupción donde los "jefes de calles" empaquetadores, transportadores y todo el que tenga acceso primario a la fulana bolsa tiene sus despensas repletas de productos que llegan a los demás "cuando Hay".
El acaparamiento que generó gigantescas colas, si bien es cierto que es parte de una estrategia de la canalla antipatria para hacer arrechar al pueblo y hacer estallar al país como en 1989, también es cierto que no ha sido combatido con eficiencia.
De todos modos el balance final del año no es negativo, la fiesta decembrina es opaca pero es, aun. Aquí seguimos aun, ha sido dominado, por ahora, el peligro de un desastre de magnitudes gigantes, un estallido social que la oposición buscó de mil maneras y que no logró, por lo menos este difícil año que está terminando.
La decisión de golpear al dólar "paraleo" sacando de circulación de manera súbita el billete de cien bolívares impacto muy favorablemente a nuestra maltrecha economía cuya moneda estaba siendo tratada como barajitas en el fronterizo "hermano" país, sin embargo, como nada puede ser completo, la no llegada a tiempo de los billetes que los sustituirían dejó un sabor a loquetera en la medida, solo un pueblo esperanzado en que las cosas mejoraran permitió que sigamos en pie; aunque en Bolívar no quedó nada del comercio pues una avalancha de saqueadores (delincuentes de todo tipo) salió a la calle a prender un peo y parte de los vecinos se prestaron para sumarse al motín.
Los comerciantes chinos son los mayores distribuidores y acaparadores de alimentos del país, por eso siempre pagan los platos rotos en esos arranques, pero es que muchos de esos platos fueron justamente rotos por los asiáticos, por ahí salió su gobierno a pedir que los protejan y seguramente serán protegidos; ojala nuestro gobierno también aproveche para protegernos de los chinos, que nos venden a precio de bachaquero lo que almacenan en sus insalubres locales, generalmente con olor a roedores, mezclados con víveres y productos de limpieza dándole ese aroma característico a desorden y falta de higiene. Ya es hora de que alguien ponga orden en esos locales.
La guerra del pan fue dominada y aunque aun se hacen colas para adquirir el pan nuestro de cada día, cada vez es menos traumático aunque los precios están haciendo estragos, como todo.
La guerra en la Asamblea Nacional está bien dominada por el gobierno y el partido chavista, debido a la increíble incapacidad de la dirigencia opositora que botó en menos de un año el gigantesco triunfo que obtuvo en las elecciones legislativas de 2015. Sordos, ciegos llenos de ira no escucharon para nada a quienes los pusieron en el hemiciclo.
Nuestra cancillería se anotó enormes triunfos ante la canalla mundial, sobre todo ante la absurda intromisión de Almagro desde la OEA, por cierto el país más poderoso del mundo dio un viraje gigantesco en la última sesión del consejo de seguridad de la ONU permitiendo que se aprobara una resolución que ordena a Israel que deje la vaina de estar construyendo en territorios Palestinos y que respete el derecho internacional; este es otro aporte, por cierto, de nuestra política exterior, pues esa sesión había sido solicitada por Egipto que luego la retiró debido a presiones de Israel y Venezuela la solicitó de nuevo siendo aprobada por mayoría absoluta y la abstención de los EEUU que fue el punto que permitió ese insólito suceso sin precedentes…..Obama como que está haciendo en su última semana lo que no hizo para merecerse el novel de la paz que le regalaron apenas ganó la presidencia sin haber hecho absolutamente nada para merecerlo. Un buen regalo en esta navidad para la adolorida Jerusalén que nos trae recuerdos bíblicos..
Prendan la luz que es diciembre pues, que carajos ya el año murió y uno nuevo nos traerá esperanzas nuevas. Por lo pronto la patria sigue. Ojalá no se abra la frontera hasta que la resolución 8 del banco de Colombia no sea derogada pues pasará con el billete que sea lo que ya pasó con el de cien y Dólar Today revivirá de sus aun calientes brazas. Ojala los CLAP sean sustituidos por abastos comunales donde cada quien pueda comprar la bendita bolsa o productos sueltos semanalmente sin las mafias que están llenándose de ese dinero efectivo y de esos productos. Ojalá la oposición recapacite y sume esfuerzos en vez de restarlos. Ojala el partido PSUV abra sus puertas al pueblo para permitirle opinar y actuar. Ojala el próximo año Estados Unidos deje de financiar derrocamientos de gobiernos como dijo Donald Trump. En Fin Ojala tengamos un mejor año.
Feliz navidad compatriotas, situaciones peores hemos superado.