Aunque el oposicionismo está convencido que ganará cerca de 18 gobernaciones, el chavismo está claro que no ir a votar este 15 de octubre es darle chance a la oposición para que sea mayoría en las regiones; entiendo la calentera de los revolucionarios sobre lo difícil que es mantener una familia con el sueldo básico, dado el nivel inflacionario que borra el sueño de construir una patria socialista y digo borra, ya que ha sido imposible neutralizar el asedio que mantiene la derecha criolla, así como la internacional, contra la economía venezolana; el punto es que muchos electores "rojos rojitos" basan su disposición al voto siempre y cuando puedan cubrir sus gastos elementales, más allá que el chavista auténtico sabe que la raíz de la crisis económica se basa en el saboteo contra la moneda, el bachaqueo doméstico y corporativo y claro está, la falta de legislación severa contra quienes se enriquecerse con dinero del erario.
El otro enemigo del bolivarianismo a vencer en este nuevo proceso electoral es la abstención, toda vez que los escuálidos si están motivados a votar, por cuanto la cantaleta mediática que "Maduro es quien tienen a Venezuela arruinada", ha calado en la juventud, en las amas de casa, en el campesinado y los trabajadores en general y tiene que ser así, dado que el poder del dinero corre libremente entre las manos de los cabecillas de la Mesa de la Ultra Derecha, MUD, que estos a su vez bajan a sus acólitos a lo largo y ancho del país. Grandes expectativas se tejieron y se tejen sobre la base de la Asamblea Nacional Constituyente, no es casualidad que quienes salimos a votar por los candidatos del chavismo esperábamos una solución inmediata a la guerra económica, aun cuando reconocemos que logró detener la ola terroristas que la oposición había instaurado hasta en los rincones más apartados de Venezuela, ha faltado determinación de los constituyentes para establecer un escudo a la mencionada guerra, es decir que no será casualidad si el chavista promedio se abstiene de participar en las regionales o ejerce su deber al sufragio a través del voto castigo y no lo digo por mi, ya que soy un revolucionario, hijo de Chávez y hermano de Nicolás Maduro a ultranzas, lo digo por aquellos que se la han visto horrible al no poder adquirir un medicamento o quienes no han podido acceder a la página de Chamba Juvenil, incluso lo comento por aquellas que obteniendo el carné Hogares de la Patria o la cédula del Buen Vivir, se ven vulneradas por la inseguridad personal, por el abuso de los uniformados que en lugar de custodiar u ordenar la colas para comprar los productos regulados, cargan sin vergüenza alguna sus patrullas o carros oficiales de color blanco, con harina precocida, café, pasta, azúcar, aceite y Dios sabe cuántas cosas más.
Una debilidad que ha mantenido el chavismo en su propuesta electoral -para este 15 de octubre- es que las ofertas la basan en un discurso distanciado de la realidad, con esto no le estoy haciendo el juego al oposicionismo, pero es curioso que en Portuguesa, por ejemplo, siendo un estado hidrográfico por excelencia, uno de los servicios públicos más precario sea el servicios de agua potable, mientras uno oye del candidato Rafael Calles, mi pana, ni camarada, que es necesario continuar la lucha contra la "guerra imperial" hay sectores de Acarigua-Araure, Turén o Guanare sin agua. Insisto hay que atender los problemas del alto costo de la vida, del bachaqueo, de tráfico de influencia instaurada en los diferentes niveles de la administración pública y reforzar la jurisprudencia en aras de moralizar las filas del chavismo y ejemplarizar a quienes se aprovecha de la cosa pública, dicho sea de paso las debilidades del bolivarianismo no se convierten en fortalezas para la oposición, ya que estos no entienden las necesidades del soberano, más allá de consultarlo cada vez que hay elecciones.