Este quince de octubre los venezolanos y las venezolanas iremos a ejercer el derecho al sufragio. En esta oportunidad elegiremos a los gobernadores o gobernadoras. Estamos en plena campaña electoral y nuestra ciudad ya está atiborrada de carteles, las paredes pintadas, cunden las canciones pegajosas y en las programaciones de televisión y radio nos brindan un parte diario del candidato o la candidata y sus infaltables recorridos (estrechando manos y besando viejitas e infantes) y promesas electorales.
Recién elegimos a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente, lo que nos constata que nuestra dinámica electoral comparativamente llega a ser frenética en una perspectiva histórica, lo que puede que hasta nos provoque indiferencia frente al ejercicio del derecho al sufragio.
En esta oportunidad me propuse saber más de los candidatos y candidatas, aunque clara está mi opción de voto. Quizás lo más elemental sería buscar el Curriculum Vitae del candidato o candidata, puesto que tenemos derecho a saber quiénes son los que aspiran asumir esta responsabilidad pública. El Curriculum Vitae u hoja de vida que demando debería dar cuenta de algunas características del candidato o candidata, a saber: datos personales, académicos, laborales, descripción de las responsabilidades asumidas y un balance de las mismas. Pero como no es desde la perspectiva laboral que estamos abordando la idea de Curriculum, también debería contener este: que ideas o propuestas ha sostenido el candidato o candidata a través de su quehacer político, un inventario de sus aliados políticos, la descripción de su equipo de trabajo y finalmente una declaración detallada de su patrimonio personal y familiar.
Como esta hoja de vida no existe o se maquilló con fines propagandísticos, surgen las interrogantes: ¿Cuál es la historia del candidato o candidata?, ¿Cuáles son sus ideas o propuestas?, ¿A qué intereses está conectado o responde? o simplemente ¿Quién es el candidato o candidata?
Ejercer el derecho al voto es un acto consciente y quienes lo ejercemos debemos hacerlo con responsabilidad, por lo tanto, tenemos la obligación de disponer y acceder a información alternativa a las campañas electorales; pues como alguien afirmó no hay políticos corruptos e ineficientes en cargos públicos, hay corruptos e ineficientes que participan en la política y son electos para cargos públicos mediante sufragio democrático, universal, directo y secreto por nosotros. Elevemos la calidad de nuestra democracia participativa y protagónica: ¡informémonos más!, participemos más!