Por sugerencia de un amigo, tuve tentado a escribir un artículo sobre Isaías Rodríguez, como lamentando y sintiendo el trato que le dio Pedro Carreño, que casi lo conminó a que se estuviera calladito. Así calladito se vea más joven, menos viejos y más bonito.

Pedro Carreño en una entrevista expresó lo siguiente: "No solo se lo digo a ustedes. Se lo digo al pueblo venezolano y se lo digo a algunos constituyentes, como el segundo vicepresidente, Isaías Rodríguez, que lo he escuchado con eso". Carreño nos decía a todos y a Isaías Rodríguez, que no se le ocurra levantar un comentario crítico contra ANC.

No escribí el artículo y finalmente no hizo falta. Acontecieron inmediatamente dos hechos, que de haber escrito el artículo, me hubiese por lo menos deprimido. Inmediatamente sale Julián Isaías Rodríguez para abrirle paso al eminente maestro y político Aristóbulo Istúriz, quien definitivamente, es un caso excepcional en la política venezolana, se dan las declaraciones de Pedro Carreño y finalmente sale una comunicación en la cual, Julián Isaías Rodríguez, le comunica a la ANC, que el gobierno italiano está como desesperado esperando sus servicio como embajador allá y se retira.

El canciller venezolano, según el texto de la comunicación, le comunica a Julián Isaías Rodríguez, que debe atender esta desesperación del gobierno italiano y le pide que se vaya a cumplir con sus responsabilidades diplomáticas.

Todo una casualidad, pero no dejando de ser una mera casualidad de la cual no cabe una duda, hay sus respectivo piquetes. ¿No pudo ser al revés? Julián Isaías Rodríguez dejaba las funciones diplomáticas en Italia y se concentraba en la ANC, que nos han dicho, es una institución donde el soberano expresó una voluntad y se manifestó según los votos, que Julián Isaías Rodríguez debía de estar en la ANC. Pienso en voz alta, que unos muy pocos psuvistas, deciden qué hacer con el soberano y su voluntad. No esta una excepción de la regla; el maestro Aristóbulo, que el soberano había decidido que estuviera en la ANC, mandó al soberano al carajo y se fue como candidato a la gobernación de Anzoátegui y después de mandar al soberano al carajo, se regresó y reclamo su silla en la directiva.

No tengo porque dudar, que el gobierno italiano estaba desesperado por resolver la situación con Julian Isaías Rodríguez, pero las casualidades son así; casualidades y punto.

Esta casualidad, por más torpe y bruto que uno sea, no cuadra mucho con el último párrafo de la comunicación en la cual Julián Isaías Rodríguez, expone ante la ANC, las razones de su retirada. Mis lectores y lectoras, no tendrán que suponer, que su retirada fue por los que dijo Isaías sobre la ANC y lo que dijo después Pedro Carreño, que no pensaran ni dijeran, que la ANC tiene responsabilidades en la inflación y otras cosas que no tienen en la inopia.

Julián Isaías Rodríguez escribió en esa comunicación una cosa que hasta un torpe, lo piensa y concluye que Isaías juega como quiquiriguiqui. Dice Isaías, lo siguiente:

"El equipo de trabajo constituido por la Segunda Vicepresidencia que honrosamente ustedes me confirieron estará a la orden de las Comisiones designadas y, humildemente, desde este u otro lugar estaré a la disposición de ustedes para tenderles la mano cada vez que fuere necesario. Incondicionalmente les reitero mi compromiso indisoluble con la revolución bolivariana y mi permanente actitud de atender el llamado de nuestro proceso y proyecto político socialista, al cual le he entregado la vida mucho antes de acompañar orgullosamente al Comandante que nos ha conducido a "tomar el cielo de la patria por asalto"[i]

Julián Isaías Rodríguez, ya lo dijiste; el gobierno italiano está desesperado porque estés allá. Es en Italia es donde debes tener las manos y la mente y no tienes que atender a otro llamado, que no se ese que te reclama Italia de permanecer allá. Eso está demás y pone el caldo moraó.

El soberano, finalmente te importó mu poco, que supuestamente manda y votó por ti. Así de sencillo es la cosa. No hay que buscarle cinco patas al gato.

No creas Julián Isaías Rodríguez que no me costaron estas palabras. A la edad que tenemos, lo peor que podemos hacer es una comiquita. Evítala.