Antes que nada debo decir que el profesor Eduardo Samán es un hombre que lo vemos como bastante fuerte para asumir las riendas de lo que la Revolución Bolivariana considere necesario. Valga decir, es una pieza válida para la revolución, pero en mi opinión no en este momento.
¿Cuál es su debilidad?
No la vemos porque no se trata del académico Samán, se trata de un asunto mucho mayor, como es mantenernos en lo que Simón Bolívar, Hugo Chávez Frías y otros luchadores revolucionarios han venido insistiendo con pasión, valga repetir, unidad, unidad, unidad o corremos el riesgo de perdernos y frente a esta guerra económica no tenemos permiso de los héroes fallecidos para quebrantar nuestra tremenda unidad.
Podemos entender, en estos momentos, que son válidas las broncas de las ciudadanas y ciudadanos, de esos vecinos de años, por las conductas desatinadas en la revolución, las omisiones, los errores, por la basura espiritual que se muestra en la corrupción, el compadrazgo, el amiguismo, el chauvinismo, nepotismo, las calles y aceras rotas, los alcantarillados, las fallas y abusos del transporte colectivo, la falta de visión en instituciones importantes y los malos trabajos de las empresas contratadas por quienes se ocupan de los servicios y otros problemas que, con la guerra de que es objeto la nación, se han maximizado generando molestias.
Comprensible, todo es comprensible, pero aún cuando el malestar agobie, no es tiempo para ocasionar hendijas en la unidad de quienes creen y acompañan a la revolución bolivariana. Y, como expresó Fidel Castro en la clausura del 5to Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo:
"De la historia se puede saca una lección en la que suelo insistir. Solo de las grandes crisis han surgido las grandes soluciones. Entiendo que de esta regla escapan muy pocas excepciones. Nos encontramos hoy ante una gran crisis generalizada, tanto económica como política. Tal vez la primera de carácter plenamente global. El orden económico prevaleciente ni es sostenible ni es soportable. No tiene solución posible sin grandes y profundos cambios".
Y los venezolanos, estimados lectores, estamos en el camino de producir cambios profundos dentro de la sociedad en la que vivimos y, por ende, no podemos darnos el lujo de amenazar la unidad revolucionaria y bolivariana, que es superior a cualquier otra visión que se tenga de la nación y de este continente y por eso, aunque sea muy duro e inmerecido para Eduardo Samán, la unidad debe persistir entre quienes consideran que es más importante la unidad que la disputa electoral entre socialistas.