Venezuela no cambiará su política económica, cuando menos hasta que el madurismo considere que puede llevar a cabo las elecciones presidenciales, que hoy sabe perfectamente, perderían de calle contra un candidato unitario de oposición, surgido del consenso y que tenga credibilidad, es decir, fuera del rol de los partidos políticos, o del seno de la oposición chavista.
El madurismo ante ese contraproducente hecho, creó el mal llamado "carnet de la patria" como forma de control político sobre la población. No tienen otra alternativa ante lo nefasto que ha sido el gobierno de Nicolás Maduro que ha hundido al país en la peor de las miserias de nuestra historia contemporánea, y probablemente del continente.
Ni siquiera Haití o cualquier isla de Caribe, o país de la región con menos recursos que los nuestros, puede mostrar tan desgraciadas cifras de empobrecimiento, las cuales sumadas con la destrucción de la economía, la corrupción administrativa, la quiebra de los servicios públicos, y por supuesto, la delincuencia, han convertido a Venezuela en un escenario donde sus protagonistas excitados por el felatorismo político, destruyeron la principal industria del país, y quizás la otrora más importante empresa petrolera de América Latina.
Ante tal realidad, ¿qué hace Maduro junto con su grupo de panegíricos? ¡Simple! Crean, según ellos, una clientela de 8 millones de "carnetizados" de la patria, sobre quienes pretenden comprar sus conciencias en este comienzo del 2018, con un "bono" de 500 mil bolívares, que apenas alcanza para adquirir un cartón de huevos y un kilo de queso duro, ante esta desatada hiperinflación.
Y es que esa cantidad de Bs. 500.000 multiplicados por los supuestos 8.000.000 de "beneficiados", daría como resultado una cantidad en dinero electrónico (virtual) sin soporte monetario, que en cualquier país del mundo sería la causante del aumento indiscriminado de los precios, y que en Venezuela tal aberración financiera asciende hasta la suma de Bs. 4.000.000.000.000,00 (4 billones de bolívares), la cual, si tomamos como referencia un tipo de cambio promedio para el primer mes de este 2018 de unos 150.000 mil bolívares por dólar a tasa paralela, pues estaríamos hablando que el madurismo pretende disponer de un día de exportación petrolera (asumiendo que nuestras cifras reales de comercialización son de 700 mil barriles efectivos) para tal acción "política y social". Verbigracia, ellos se cogen para otros fines esa cantidad de dólares, mientras el Banco Central de Venezuela (BCV) "deposita" a través de la "banca pública" con sus llamadas "tarjetas de la patria" tal monstruosidad contable de unos bolívares, que a la final son una miseria para quienes los reciben, y además terminan convirtiéndose en un veneno social para toda la población ¿Y después algunos se atreven a negar cómo se origina esta perversa hiperinflación, y por ende la miseria de los venezolanos?
El madurismo ha comenzado el 2018 con una nómina paralela de 8 millones de individuos, tratando de comprarles su eventual voto a cambio de un kilo de carne, unos huevos, algunos víveres, o simplemente hasta para calmar en unos pocos, necesidades alcohólicas o de narcodependencia, lo cual demuestra que este gobierno no cuenta con respaldo popular, sino clientela política, sobre la cual tampoco confían, porque es evidente que no tienen obra de gobierno que mostrar, salvo la de miles y miles de venezolanos que comen de la basura, o de niños que mueren por desnutrición, o porque en los hospitales los médicos carecen de medicamentos e incluso de oxígeno o materiales descartables para sus más esenciales labores.
En síntesis, Nicolás Maduro saldrá cada mes en "cadena nacional", para hablarnos del "bono" de carnaval, semana santa, de la madre, del padre y hasta del natalicio de Chávez, con su respectivo "aumento" conforme aumenten el "salario mínimo", es decir, emplear la perversa semántica y sintaxis del engaño como burla hacia un pueblo que yace cada vez más hundido entre el hambre y la miseria.
Maduro ante el desespero por encontrar los 8 millones de votos, indispensables para tener opción de ser "reelecto", lo ha hecho perder el sentido de la realidad política y económica. Ese "bono" aunque mañana lo aumenten en un 100%, 200% o 500%, llevará los precios hasta un 1000%, 2000% o incluso hasta 5000%, razón por la cual el valor nominal de esos bolívares, nada significarán en su valor real, o sea, no tendrán ningún poder de compra.
El madurismo no tiene salida. Esperemos que la oposición unida (incluyendo la disidente del chavismo) pueda presentar un plan único para el rescate del país y una candidatura de consenso. Lo contrario nos espera el infierno y la barbarie. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.