La crisis de liderazgo en el país y el voto

Estamos frente a un paquete de crisis. Todas son profundas y pueden verse como un "sistema" de crisis, en tanto, todas son interdependientes y se alimentan una de las otras. No importa en el bando político donde se vea circunstancialmente alojada una de estas crisis, porque su impacto afecta a toda la sociedad venezolana.

La crisis de liderazgo en la oposición, nutre la crisis de liderazgo en el gobierno y el PSUV. Unos líderes como los que tiene la oposición hoy, compensa las condiciones del liderazgo en este frente. Con unos líderes así en la oposición, no hay necesidad de tener unos líderes distintos a los que existen en el PSUV y con unos líderes así en el campo del PUV-Gobierno, no hace mucha falta un liderazgo de otro tipo: Ambos son suficientes y lo peor, muchos estamos conforme y apostando a estos liderazgos.

La crisis de liderazgo en el PSUV es atenuada por la crisis de liderazgo que venía de la IV y que Chávez satura con su hiperliderazgo, una vez consolidado en la presidencia de la República. El uso de Chávez, amortigua esta crisis de liderazgo en el PSUV-Gobierno.

No podemos salir de la crisis política, moral, económica y cultural sin superar la crisis de liderazgo. No es que necesitemos como condición para superar esta crisis, nuevos liderazgos. El líder o los líderes tiene (digámoslo así) ciertos atributos. Uno atributos, le son muy personales y otros, depende de la visión que sobre ellos se forme la gente. La manera cómo un colectivo de seguidores asume o le imponen un determinado liderazgo, determina en gran medida, lo que ese liderazgo es capaz de hacer o dejar de hacer.

El ejemplo de Chávez es muy ilustrativo. No tuvo límites o los dirigidos no asumieron una responsabilidad sus papeles como dirigidos. Entregaron su voluntad al liderazgo de Chávez y aún la tienen hipotecada a los que Chávez le transfirió -sólo por lealtad hacia él- ese liderazgo.

La transferencia de ese liderazgo de Chávez a sus "leales" acompañantes y la aceptación sumisa de esa transferencia nos dejó desarmado. La transferencia vino vacía y lamentablemente el video-Chávez lo llena de contenido.

Otro elemento de esta crisis de liderazgo, se concreta en el fenómeno de la exclusión. La exclusión es una regla. Natural o intencionalmente se produce. Es cosa de ver un poco la historia o el desempeño muy reciente de las organizaciones políticas que hacen vida en la oposición. La Exclusión y la descalificación es la norma. Ahora eso no es un fenómeno casual o momentáneo. El grupo de los 4 en la MUD es una expresión de esta exclusión y el denominado Frente Amplio es una consecuencia de esa exclusión. El frente Amplio son los excluidos del diálogo, que luego se auto excluyeron nuevamente reuniéndose en el FA.

Igual sucede en el otro lado. La exclusión es una norma, si no estás completamente adherido a los "argumentos" del PSUV-Gobierno, no tienes cabida a mi "unidad". Allá la exclusión se produce por individualismo muy exacerbados y de este lado, se hace uso del garrote del gobierno. Si disiente un poquito, te cabe el calificativo de traidor, que es el mecanismo para asegurar la exclusión en las filas de la "revolución".

En el frente de la MUD y FA, la política lo define un antichavismo. La mayoría de los seguidores de la oposición son anti chavista, pero esto más que demostrar una postura frente a un propuesta política, muy en el fondo, es producto de la crisis de liderazgo en la MUD, que tiene como "argumento" de su accionar político a Chávez. La referencia para operar políticamente con el voto -por ejemplo- es el opuesto y no un proyecto o figura que tenga la oposición. Se vota o se asume una determinada posición en función del opositor y no en correspondencia con un proyecto o la visión de país que ha colocado una de sus figuras.

No hay nada más peligroso, que hipotecarle nuestra voluntad a un liderazgo que no lo hemos visto crecer en la lucha y que no tiene nada que ofrecernos, más allá de una consigna que está vacía programáticamente. Se vota, porque se parte de la percepción, desde cualquiera de los frentes, que el otro es peor.

Henry Falcón ya tiene su consigna. La que he visto en TV dice algo así: "Estoy conmigo y vamos con el país que queremos ser", pero por ahora, no sé me comunica el país que queremos ser y no me dan razones o argumentos sobre cómo es eso de "estar conmigo". ¿Se acuerdan del pitico de Luis María Piñerúa Ordaz? Es el mismo pitico o ese hombre si camina de CAP. Ya muchos cincuentones y sesentones, no se acordaran de eso.

El voto debería ser un pensamiento, que se traduce por supuesto, en una acción consciente. Lo que hagan con mi voto, no responsabilidad del que lo recibe. Continúa siendo mi responsabilidad.



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Claudio Dominguez


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