El país atraviesa una profunda crisis que trasciende lo político, lo económico y lo social. Y esa crisis tiene en la "constituyente" la más putrefacta bazofia que emana desde un poder que nos fue impuesto a los venezolanos por una cúpula neototalitaria, que instaló tal adefesio seudoinstitucional, según ellos, con más poderes que Dios.
De hecho, Diosdado Cabello tratando de disimular que aglutina junto con Nicolás Maduro un poder unido y con todas las posibilidades de gobernar de manera complementaria, se atreva a decir que la "constituyente" puede extender su período hasta incluso cuatro años o los que sean "necesarios", no es más que la revelación de la neodictadura que se ha instaurado de manera impune en Venezuela. Peor, es ver, como transcurrido un año en ejercicio de tal claque madurista, no sólo es que nadie haya visto un solo artículo redactado de la "nueva constitución", sino que el principal vocero en ese aspecto, es decir, el antichavista Hermann Escarrá, quien no sólo pedía la salida por la fuerza de Hugo Chávez sino que llegó a calificarlo como "primer delincuente"¹, - sin envidiar para nada a quienes hoy pregonan la salida de Maduro por explosión de drones – ahora demuestra siendo uno de los máximos integrantes de los panegíricos maduristas que ese adefesio institucional, ha convertido nuestra Constitución en papel higiénico de sus principales "constituyentes".
En efecto, la "constituyente" según las investigaciones que adelanta la "fiscalía" general de la República, a través de un video que nos fue presentado en cadena nacional, nos muestra un individuo que siendo imposible determinar en su identidad por intermedio de su rostro, nos "asegura" que el diputado Juan Requesens sería uno de los presuntos homicidas frustrados del presidente de la República. Es decir, basta que cualquier declarante emita semejante acusación para que cualquiera de nosotros – en este caso el parlamentario mencionado – pueda ser juzgado como asesino, y por ende, sin derecho a la defensa, no solamente ser aprehendido en su propia residencia, sino que además, sin importar lo establecido en la Constitución para el allanamiento de la inmunidad parlamentaria, un diputado sea puesto tras las rejas por voluntad expresa de quien controla el poder Ejecutivo, lo cual se convierte en una barbarie tanto jurídica como de abuso y extralimitación de sus decisiones públicas.
La "constituyente" ante tal situación relacionada con el supuesto "atentado" presidencial, no puede pretender estar por encima del bien y el mal. Sus competencias, además que han venido siendo totalmente ajenas con la naturaleza de las funciones que tiene una constituyente en cualquier escenario político, ha sido utilizada para usurpar funciones de la Asamblea Nacional.
Además, esa "constituyente" pretende convertirse desde sus cuestionados espacios en cual verdugo de los diputados que integran el poder Legislativo, y al parecer, si en tan aberrante ensayo, en donde una acusación que es emitida prácticamente de manera anónima se convierte en causal determinante para privar de libertad a cualquier ciudadano, incluyendo sobre quienes están sujetos por condiciones especiales establecidas en la norma constitucional, resulta más que evidente que en Venezuela no existe estado de Derecho, porque éste fue degenerado o violado en toda su concepción de justicia.
Una "constituyente" que allana la inmunidad parlamentaria de un diputado que pertenece a un legítimo poder que fue electo por más de 14 millones de venezolanos, no dudaría que esa misma instancia autodenominada "supraconstitucional" en cualquier momento también tengan las "facultades" –sin cumplir ningún requisito jurídico - para cambiar el nombre de cualquier persona, o incluso obligar al cambio de sexo de quienes ellos, como seres "omnipotentes" y "plenipotenciarios" consideren debe ser sometidos a tales cambios. ¡Total! Para eso no basta creer en Dios, sino considerarse con más poder que el propio Dios.
El neototalitarismo que Nicolás Maduro intenta por cualquier vía imponernos a los venezolanos, más temprano que tarde terminará por generar un enorme cauce rojo, y no precisamente ante un posible magnicidio originado por cualquier desadaptado en términos políticos, sino porque ante el hambre y las enfermedades que se multiplican en el país llegaremos inevitablemente hasta ese desenlace. Verbigracia, esas alteraciones sociales y biológicas no podrán ser cambiadas ni porque el mismo diablo arrepentido, pueda implorarle a Dios que lo saque del infierno. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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¹ http://versionfinal.com.ve/politica-dinero/hermann-escarra-se-pisa-las-palabras/