Las medidas para cambiar el cono monetario y la paridad cambiaria, tienen gran repercusión en la estructura y en la dinámica del mercado, en una reconversión monetaria. Una autoridad monetaria sin un control riguroso del cono monetario y la paridad cambiaria expone a la economía de un país a sufrir los avatares que le imponga el poder de las grandes corporaciones del capital financiero: el imperialismo.
Después de la segunda guerra mundial con el acuerdo de Breton Wood los Estados Unidos de Norte América, logró convertir su unidad monetaria en una divisa de reserva, de aceptación universal para sustituir el patrón oro vigente, obviamente, bajo el compromiso de responder con el metal precioso al requerimiento de cambio de acuerdo con la ley. Con esta concesión el imperialismo norteamericano se hizo dueño y señor de los mercados y consolidó su poder financiero de dominación sobre las economías del mundo.
El imperialismo norteamericano en Venezuela está quemando sus últimos recursos para acabar con el proceso revolucionario bolivariano. Llegó a fondo con la inflación inducida de seis dígitos y un magnicidio tecnológico de última generación para asesinar no solo al presidente Maduro, sino decapitar los poderes fundamentales del Estado, para luego entrarle a la destrucción del país como lo viene haciendo en el cercano oriente.
El lunes 20 de agosto entraron en vigencia las medidas económicas y monetarias para enfrentar la arremetida del imperialismo, la oligarquía y mafias colombianas, la oligarquía nacional y los comerciantes inescrupulosos, especuladores y ladrones que ha proliferado en el país.
Cambiar el cono monetario y fijarle un patrón de cambio propio a la unidad monetaria del país son medidas justas y necesarias pero no suficientes. En este momento esas medidas por bien instrumentadas y por eficientes que parezcan tienen que estar garantizadas por una voluntad política de ejecutorias efectivas, tanto por el poder del Estado como por el Poder Popular Organizado en todos sus frentes de lucha.
Por otra parte esas medidas necesarias, revolucionarias y urgentes representan una insolencia altisonante en el "patio trasero" de los Estados Unidos y una salida estratégica del proceso revolucionario para zafarse de ataduras financieras del imperio y enfrentar el acoso de las fuerzas reaccionarias de la oligarquía interna y los sectores usureros del comercio establecido e informal.
Los vientos son de tempestad. El imperialismo norteamericano no acepta que se atente contra el poder del dólar y el Presidente Maduro, con las medidas monetarias implementadas, lo relega a una divisa más, sujeta al precio de un barril de nuestro petróleo, a un Petro. Esta irreverencia a la "majestad" del imperio tendremos que enfrentarla. Así ocurrió con Gadafi y Hussein cuando pretendieron sustituir sus sistemas cambiarios, lo intentaron y pagaron con sus vidas y el destrozo de sus países. Venezuela no va a correr esa suerte porque el pueblo consciente y la Fuerza Armada patriótica y socialista decidieron conservar el bien más preciado conquistado por nuestros libertadores: nuestra independencia.
La lucha de clases lleva a la dictadura del proletariado. Carlos Marx
PATRIA O MUERTE. COMUNA O NADA