Llegó Gustavo Petro a la presidencia de Colombia, después de trecientos años de hegemonía de la godarria criminal gobernando ese país, nuestro hermano país. Hermandad indiscutible,nacida de las más puras entrañas de la patria grande, del mismo sueño de Miranda y pasión del Libertador, mucho tiempo de sufrimiento y lucha del pueblo colombiano. Pero es de las dificultades de donde nace el ingenio y las oportunidades. No hay barreras para un espíritu grande, esclarecido y con voluntad de triunfo. De aquí, el grandioso simbolismo de la presencia de la espada del Libertador en el acto de asunción a la Presidencia de la República, del presidente Gustavo Petro. Con ese hecho el Presidente demostró al mundo que es un bolivariano consciente, que conoce el fondo de sus sentimientos y que actuará obedeciendo a los mandatos de su voluntad. Ya tendrá la oportunidad de demostrar con su gestión la fidelidad a esos principios.
En los tormentosos momentos de principios del año 1815, después de ser derrotado el ejército patriota en Aroa por Boves y Ceballos, el resto de las fuerzas quedaron dispersas en el país, en una plena orfandad logística, sin recursos para comer, ni para guerrear. En esas condiciones el Libertador se traslada de Valencia a Caracas, desde donde se propone restaurar las fuerzas y enfrentar al enemigo que avanzaba triunfante al centro del país. En semejante circunstancias el Libertador recibió una delegación de la Nueva Granada, una comisión política de Cartagena, que le trae un Decreto expedido en su honor, en donde se le declaraba Hijo Benemérito del Estado y donde se ordenaba inscribir su nombre, con letras de oro, en el archivo público y en los registros municipales. También le traen evidencias de las gestiones que Camilo Torres hace con los congresistas de Cartagena, promoviendo la unión de Venezuela con la nueva Granada. Gestión donde ya se revela la otra cara de la gran nación, de la gran patria que subyace en el alma del pueblo, que trabaja y lucha en el campo, en la fábrica, en la economía informal y que alumbra el camino de su redención, con las ideas de sus mártires caídos en las lucha armada, durante tantos años de guerras contra una oligarquía criminal, servil y cipaya de hegemonías imperiales en todos los tiempos. Gustavo Petro tiene el mérito de romper las redes de ese dominio en un momento histórico cuando en el mundo soplan vientos huracanados de cambios radicales de la humanidad. De esa fortuna existencial está satisfecho el Presidente Petro, como también lo está de lo que significa nuestro Libertador Simón Bolívar, como símbolo infaltable de dignidad y decoro generacional y del deber de todo ciudadano de la patria grande, que sienta en su corazón el mensaje bolivariano de libertad, independencia y soberanía.
No tengo ninguna duda que en las fibras del corazón del presidente Gustavo Petro, vibra este mensaje que el Libertador entregara a los mensajeros de Cartagena a su regreso a su patria. "Yo recibí de Cartagena los auxilios que me pusieron en aptitud de libertar mi patria. Yo combatí con los bravos cartagineses cuyo denuedo ayudó constantemente mis esfuerzos. Si he tenido la gloria de romper las cadenas de mi país esclavizado, lo debo principalmente al acogimiento favorable y a los generosos sacrificios que merecí del estado de Cartagena. Éstos, jamás se borrarán de mi memoria".
En este mensaje está la semilla de la creación de la Gran Colombia, en suelo de la Nueva Granada, con insignes mentores como Camilo Torres, Custodio García Rovira y García Torices.
Qué se debe esperar de Petro como presidente de Colombia?
Simplemente que sea honesto, que su gestión como jefe de Estado, esté signada por la verdad por sobre todas las cosas.
Que cumpla con los postulados de gobernar con la anuencia del pueblo que trabaja, produce y lucha por una patria libre, soberana y libre de mafias criminales, y solvente de la narcodependencia interna e internacional. Acabar con el paramilitarismo, que azota y asesina a los campesinos y protege los capitales del narcoterrateniente y de las mafias del narcotráfico internacional. Y finalmente, le hacemos una sugerencia como compañero de causa: cuídese para no ingresar a la lista de mártires, esclarecidos políticos de ese hermano país. No olvide lo que hicieron con el Libertador del sur, el Mariscal Sucre y con el propio Libertador.
Suerte y tino presidente Petro.
Son nuestros deseos.