Luego de seis años en el poder no quedan dudas el madurismo ha triunfado. Y ante ese triunfo todos los voceros se jactan en que nunca serán derrotados porque gobernarán para siempre. Es un triunfo a todas luces incuestionable y será imborrable de la memoria venezolana.

El madurismo ha triunfado. Y es de tal magnitud ese triunfo que Petróleos de Venezuela (Pdvsa) de ser la primera referente petrolera de América Latina con producción superior en 3 millones de barriles por día, luego de seis años apenas produce un millón de barriles de crudo diarios, además de haber convertido una empresa que era una de las líderes mundiales de energía, en una especie de envenenada y parapléjica industria.

El madurismo ha triunfado. En ese triunfo la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), o grupo de empresas de Guayana de ser importantes procesadoras de hierro y generar materiales similares en esa producción industrial del país, fue convertida en productora de chatarra. Ha sido de tanta envergadura ese triunfo madurista que los trabajadores que antes luchaban por los derechos colectivos y reivindicaciones laborales, y tenían hasta la oportunidad de convertirse en importantes líderes sociales y acceder hasta relevantes funciones del Estado, incluyendo como gobernador de estado, ahora son enviados a la cárcel por reclamar sus derechos. Es decir, el triunfo de los maduristas en materia laboral, ahora consiste en enviar a los trabajadores para que éstos compartan hasta las mazmorras en donde purgan condenas los peores criminales.

El madurismo ha triunfado. De hecho, Venezuela de ser un país receptor de inmigrantes de la mayoría de países de los diferentes continentes, en especial de nuestra región y Europa, tenemos que la Organización de Naciones Unidas (ONU) señala que más de 3,4 millones de venezolanos emigran de la patria de Bolívar, al ver que en esta nación no existen posibilidades económicas y sociales que puedan revertir el enorme daño humano que ha generado el triunfo del madurismo.

El madurismo ha triunfado. Y ha sido tan clasista su triunfo, que mientras nuestros niños en las escuelas y liceos públicos carecen de materiales pedagógicos, "estudiando" en infraestructuras que son espacios destruidos y vulgares letrinas sanitarias, recibiendo una "alimentación" que apenas consiste a lo sumo en una cucharada de arroz y lentejas, los hijos y nietos de la cúpula madurista son inscritos en los más renombrados colegios de las élites sociales. Es más, el triunfo del madurismo llega a nivel universitario, que así vemos, como los hijos del pueblo tienen que ir a estudiar en instituciones sin profesores – porque han emigrado – y sin materiales de formación profesional, en contraste, los hijos de la cúpula madurista y la hija del presidente fallecido Hugo Chávez estudian en costosas universidades del exterior.

El madurismo ha triunfado. Y ese triunfo es tan resonante que Venezuela encabeza dos renglones de máxima trascendencia en el plano económico y social. En lo económico al llevar al país hasta la hiperinflación de mayores cifras en la historia contemporánea mundial que supera los 2.000.000% al año, logrando con ello, el triunfo inobjetable en lo social de que el salario mínimo apenas alcance unos 4 dólares al mes, o sea, lo que puede ganar cualquier trabajador en una hora en la mayoría de países del mundo con economías en orden, en Venezuela es lo que reciben los trabajadores en un mes, incluyendo los pensionados.

El madurismo ha triunfado. De hecho, que en los hospitales no se encuentren insumos asistenciales ni medicinas, hacen este triunfo de máxima evidencia, que no solamente hemos aumentado las cifras de mortalidad infantil, sino que mueren niños, hombres y mujeres por falta de vacunas y antibióticos, o en su defecto, morir esperando por tratamientos de quimioterapia, lo cual ha obligado que veamos casos de mujeres con cáncer de seno que prefieren emigrar antes que fallecer por negligencia de lo que el madurismo llama un "triunfo".

El madurismo ha triunfado. Ha triunfado para que en prácticamente todo el país haya cortes de agua y electricidad de manera constante, los cuales se extienden por horas, días, semanas y hasta meses. El triunfo es tan curioso que lograron hundir 11 de 12 embarcaciones navieras que prestaban servicios desde y hacia la isla de Margarita. Tampoco podemos obviar que el triunfo es tan relevante que más del 70% del transporte público esta inoperativo, y el porcentaje restante que todavía se mantiene en "funciones" lo realiza en limitadas condiciones mecánicas.

El madurismo ha triunfado. Han logrado destruir parte de la mayor biodiversidad del mundo, a la par que grupos irregulares que explotan el mal llamado "arco minero", asesinan a mansalva a los venezolanos de esa región, sin importar que éstos pertenezcan a nuestros grupos ancestrales, o que se terminen por destrozar hábitats de incalculable valor en lo natural e histórico.

El madurismo ha triunfado. Así vemos que la corrupción ha llenado los bolsillos de una cúpula que vive en lujosas mansiones, se desplazan en camionetas último modelo, o son vistos en los odiados "imperios" o emblemáticas ciudades del mundo de compras, so pretexto de "trabajar por la patria", espacios en los cuales, cobran salarios y viáticos en dólares y euros, porque el bolívar es rechazado en todas esas naciones.

El madurismo ha triunfado. Y ese triunfo es tan plausible que ahora los efectivos de la Fuerza Armada prefieren emigrar caminando o atravesando ríos hacia Colombia o Brasil, y terminan siendo los llamados colectivos armados lo que imponen el terror y el chantaje social en las zonas limítrofes, con la impunidad más perversa que pueda generarse desde Miraflores, diciendo que esas "acciones" son "defensa de la soberanía".

¡Hay que reconocerlo! El madurismo ha triunfado. Tanto que necesita – según ellos – otros seis años para seguir "triunfando" en la destrucción de Venezuela ¿Se podrán imaginar cómo serían seis años más de este triunfo? A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.