Los antagonismos políticos han estado a la orden del día desde hace muchísimo tiempo, incluso, después de 1958 es cuando más se agudizan los antagonismos, pero aquellos actores estaban obligados a seguir juntos por la coyuntura, aun cuando ya habían quienes pensaban no solo en traicionar por la vía de un pacto, sino en dejar el pelero. Hoy las cosas, aunque con escenarios diferentes, se vuelven a presentar algo similares, pero con adecuaciones propias de estos tiempos de guerra de cuarta generación, de magnicismo de las redes sociales, de la parapolítica como accionar diario y de traiciones. La política vive un momento crucial, en la oposición una presión injerencista para que se vuelvan locos y salgan a las calles a generar muertos y saqueos como lo hicieron en Maracaibo para justificar intervención militar, generar desesperanza y odio entre venezolanos que indubitablemente viven un antagonismo, ya lo he escrito y lo mantengo, sin liderazgo y sin proyecto de país jamás pasaran de ser unos derrotados y por el otro lado nuestro Chavismo, que por encima del ataque desmedido que ha pretendido cerrar su círculo de acción desde lo económico, lo político y lo social, sigue resistiendo de manera estoica y acompañando la revolución de Hugo Chávez. Han pretendido establecernos una especie de hora menguada, es decir; Chavistas perseguidos por la culpa, cuando nuestra única culpa, es nuestra autodeterminación como pueblo y seguir creyendo en el proyecto Bolivariano.
Ahora bien, la situación económica no está fácil, estamos claros! de alguna manera han logrado permear algunas emociones, el sabotaje eléctrico, la dolarización obligada de nuestra economía, la falta de libertad que tiene el gobierno para adquirir alimentos y medicamentos producto del bloqueo económico (aunque en los llamados bodegones se consigue de todo), en Guayana echar gasolina es un tormento que se debe resolver, la desprofesionalización de nuestras empresas e instituciones producto de la feria migratoria, en fin, tenemos una situación crítica inducida que debemos meterle el ojo con planificación, con gerencia y claro está, con voluntad política para poder avanzar. Es reiterado mi llamamiento a sentarse con el sector privado, ni ellos ni nosotros podemos solos, pero insisto, debe haber voluntad, el presidente Maduro ha venido reactivando el aparato productivo, es buena señal, los trabajadores son fundamentales en esta tarea.
Los antagonismos son signados por las contradicciones, en consecuencia quienes planifican desde los laboratorios todas las perversiones, por lo general buscan que el desencadenamiento de los antagonismos sea por la vía de la violencia y ahí, las posiciones radicaloides son peligrosas, es por ello que se hace necesario que nos reencontremos en las coincidencias, pero sin injerencismo, sin condicionamientos y que el único ganador sea el pueblo venezolano. Desde el PSUV seguiremos defendiendo nuestro proyecto Chavista, corrigiendo donde se deba, pero en el marco de Hugo Chávez, la oposición debe entender el verdadero sentido de la democracia que pregona porque hasta en eso, hay antagonismos.
A LO INTERNO: Ya está bueno, bájenle dos!