Flores y revolución

Un carretón de flores de todos los tamaños, aromas y colores, dejo en tu puerta, para que adornes la casa y el alma todo el año.

Y entre las flores, o junto a ellas, como deseos, dejo también algunas otras cosas para ti.

Libros suficientes que te acompañen entrañablemente en las horas de soledad y después queden, silenciosos, a tu alcance, para cuando de nuevo necesites hacer uso de su amistad, la más leal de todas.

Películas de nuestro lugar y de nuestro tiempo, es decir, de aquí y de ahora, películas nuestras, que te atrapen, te emocionen , hagan un nudo en tu corazón y al punto lo deshagan, dejándote luego en él una crucecita, como señal de que estuvieron allí, desordenándolo, trabajando con empeño sus sentimientos.

Músicas y danzas que a tu alrededor hagan del espacio un escenario de vida jubilosa y también, ¿por qué no?, de esa tristeza dulce que proviene de los paisajes amorosos.

Te dejo también imágenes, representaciones, palabras y objetos, figuras y símbolos, ideas, controversias, semillas con sus bosques enteros, ventanas y cielos completos. El mundo absolutamente dispuesto para tus manos, sin ningún límite que el de la propia imaginación desbordada. El arte y la poesía a tu disposición, con sus luces y sombras misteriosas.

Te dejo 26 millones de hombres y mujeres para que los veas como hermanos y pongas sus nombres y sus fotos en el álbum de tu existencia. Coloco allí sus ritos, sus visiones, sus tradiciones, sus fraternidades, pues sin ellas estarían desdibujados.

Te dejo más de un millón de kilómetros de patria, contados uno a uno, sus tierras y sus mares, para que los recorras, los reconozcas y los ames como se merecen.

Te dejo también el resto de los países y continentes, con sus gentes trabajadoras, igualmente hermanas en la aspiración a un mundo mejor.

Todo ello te dejo, con mi cariño y admiración por ti, donde estés, donde vivas, en el fuego y el espíritu de esta revolución que estamos construyendo, la más hermosa y humana revolución que hubiéramos podido vislumbrar.

¡Que en 2007 y para siempre, la alegría en comunidad sea una diosa que no te suelte de la mano!


*Ministro de la Cultura de la República Bolivariana de Venezuela


Esta nota ha sido leída aproximadamente 4667 veces.



Farruco Sesto*

Arquitecto, poeta y ensayista. Ex-Ministro de Estado para la Transformación Revolucionaria de la Gran Caracas. Ex-Ministro de Cultura.

 @confarruco

Visite el perfil de Farruco Sesto para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Farruco Sesto

Farruco Sesto

Más artículos de este autor