Recibo un correo de una Estudiante donde me informa que en esta coyuntura ni ella ni sus compañeros seguirán con el Curso en Línea emanados por las autoridades universitarias, alegando problemas con el internet, de verdad en momentos donde esta situación del coronavirus nos obliga a una cuarentena como alternativa al Bio-holocausto que hoy afecta a casi el 90% del mundo, uno no sabe si reaccionar con tristeza, rabia, decepción, no porque alguien diga que retira un materia, total, como hay gente buena, hay gente que no está a la altura de los desafíos de este mundo, solo que hay quienes tienen la decencia de retirarse en silencio y no influir en los demás con esa enfermedad contagiosa como lo es la cobardía y donde el único antídoto es la conciencia.
Alguien puede decir que estoy siendo muy injusto con quienes por no tener los medios tecnológicos o morales, desisten de la prosecución de sus estudios sin embargo, estoy siendo muy sutil en el léxico ya que como dijera el Maestro Cruz Diez "están viviendo una oportunidad única, la de cambiar su propio destino y del país" lamentablemente la visión reduccionista no permite observar ni mucho menos entender la necesidad de un giro de 180º a la obsolescencia social, la cobardía y la excusa, pretende darle la responsabilidad de luchar a las generaciones que hoy son los más vulnerables a los efectos de gravedad de coronavirus, ósea que Papá, Mamá y Abuelos están obligados a seguir luchando por la edificación de un mejor país para nuestros hijos cuando en realidad amerita mejores hijos para nuestro país, definitivamente esta generación al igual que la mía, no capto el mensaje.
Estas líneas, si bien como anteriormente exprese no sé si son si son escritas por la tristeza, rabia, decepción, miedo a terminar de despilfarrar lo que heredaos (porque realmente no construimos nada) o todas las anteriores, deben hacer entender que como refiriera Maturana que: "el mundo en que vivimos es el mundo que nosotros configuramos y no un mundo que encontramos." Somos el reflejo de nuestra sociedad, esta demás decir que si somos esclavos de la flojera, la desesperanza y/o los malos hábitos, no demandemos una realidad diferente a lo NO construida.
No se piense, que quiero exonerarme de culpas, por el contrario, mi generación no tiene mucho tono para exigir, incurren en inmoralidades y excusas en contradicción a los principios emanados a la profesión, veía un mensaje de una Facilitadora en su cuenta Facebook donde se expresaba con términos despectivos al Presidente de la Republica por bajar lineamientos para que se den clases virtuales ante las medidas de contingencia sobre la pandemia ya que su servicio de internet es pésimo, no creo que sea la única que tenga ese problema y si bien no critico su posición y por el contrario, viéndola desde su posición tiene mucha razon, un docente universitario esta para proponer soluciones, no pretextos.
Aunque coincida con Savater de que "la educación es un acto de coraje; cobardes y recelosos, ¡obtenerse!" de la misma manera, puedo entender la incidencia en el actual Ethos docente y el estudiante de esta situación, ante la disminución significativa de la condición fisiológica, traducida en carencia en las necesidades básicas como alimentación, esparcimiento, servicios públicos, teniendo como consecuencia un relevante sentimiento de inseguridad donde se agrega el régimen de cuarentena como medida preventiva, que disminuye la afiliación y relaciones comunitarias por el aislamiento social, y donde el encierro aumenta el nivel de incertidumbre ya que lo que se ve por los medios de comunicación convencionales y redes sociales no brinde un panorama alentador a corto plazo.
En virtud de lo referido, se hace necesario ser creativos, para nadie es fácil esta situación de encierro, quien le escribe es un nómada de las rutinas, su espacio de confort es la Universidad por su diversa dinámica, pero si el encierro es mental y simplemente nos tiramos al abandono esperando que las cosas pasen por si solas, puede esto desencadenar un alto nivel de histeria ante la ausencia de alternativas que pudieran disminuir la impaciencia.
Desconozco cuantos estudiantes me queden en esta nueva dinámica, YO seguiré persiguiendo mi utopía por un mundo mejor, mi mayor aspiración es derramar mis lágrimas gritando misión cumplida y no lamentarme por lo que pudo ser y no fue, mi ontología se traduce en lo que dijo Freire en su Pedagogía de la autonomía
"Soy profesor en favor de la lucha constante contra cualquier forma de discriminación, contra la dominación económica de los individuos o de las clases sociales. Soy profesor contra el orden capitalista vigente que inventó esta aberración; la miseria en la abundancia. Soy profesor en favor de la esperanza que me anima a pesar de todo. Soy profesor contra el desengaño que me consume y me inmoviliza. Soy profesor en favor de la belleza de mi propia práctica, belleza que se pierde si no cuido del saber que debo enseñar, si no peleo por este saber, si no lucho por las condiciones materiales necesarias sin las cuales mi cuerpo, descuidado, corre el riesgo de debilitarse y de ya no ser el testimonio que debe ser de luchador pertinaz, que se cansa pero no desiste".
En razón de ello, asumamos una de sus últimas obras de arte del Maestro Cruz Diez cuando antes de partir del mundo donde todavía estamos, le dijo a la Juventud Venezolana:
A mis 94 años, les digo con sinceridad que les ha tocado vivir una época extraordinaria porque todo está obsoleto y hay que inventarlo de nuevo, hay que inventar un nuevo lenguaje político que hable de democracia, de valores éticos, de libertad, progreso y justicia social, hay que inventar la educación y crear un país de emprendedores, artistas e inventores, un país digno y soberano en el contexto global, en fin, en Venezuela hay que inventarlo todo ¡Qué maravilla¡