Superado como ha sido la tarea de conformación de un nuevo CNE, entramos en un periodo de regulación y adecuación de la norma electoral para las elecciones de las y los diputados de la próxima Asamblea Nacional.
Paralelamente, en el seno de cada partido político y/o grupo de electores de la derecha, se eyectan las perversiones, se destapan las ambiciones y se imponen como siempre, cual peleas de hiena carroñeras, una lucha a muerte entre los aspirantes por la nominación de candidaturas, que a pesar de sus esfuerzos, finalmente son denominadas por las castas corrompidas y sus eternas contradicciones e intereses.
No olvidemos, que en la oposición es costumbre la comparsa acrítica frente al poder económico y el aplauso instantáneo ante los liderazgos arrastrados al imperio. En el pasado reciente, todo fueron golpistas cuando la tentativa de golpe surgió y parecía que iba a triunfar; recordemos que acompañaron a Carmona, López y Guaidó; apoyaron los Golpes de Estado, los Magnicidios, las Incursiones Mercenaria, el Bloqueo Financiero y el robo de nuestras riquezas y empresas instaladas en el exterior, y aunque Ud., no lo crea; sin ninguna vergüenza de pronto todos son inocentes, especialmente después del fracaso de todas sus malévolas intentonas.
Carentes de principios éticos, políticos y morales; sin doctrina, ni proyecto. La condición oposicionista es por excelencia: maniobrera, individualista y cobarde. En campaña, se visten de demócratas, justos y equilibrados, para implorar indulgencias y cazar aletargados, y una vez logrado los objetivos, se desnudan y transmutan a sus orígenes individualistas y perversos, aseverando que esa detestable conducta, es la esencia del hacer político, estratégico, vivaz e inteligente, bendecido, glorificado y demás denominaciones hipócritas y desvergonzadas.
Así es la derecha maltrecha, ególatra y encumbrada. Todavía el CNE no ha emitido el primer boletín con las norma para la participación electoral, y ya se están cayendo a puñaladas uno contra otros, véase como defenestraron al inefable Ramos Allup en AD, como huyen de VP los otrora enconados dirigentes de esa tolda terrorista; no pierdan de vista los ágape en el Este caraqueño donde la exquisita burguesía hace galas de sus encantos y recibe en su seno al arribismo adeco-copeyano-masista y sus derivados afines y conexos; tampoco hay que descuidar los sancochos y las parrilladas de pollo emulsionados con el whiskey de 12, 18 o 21 años que solo toman los "dirigentes", mientras las masa que les acompañan aderezan con su presencia el desplazamiento de los aspirantes y sus adulancia.
Se mueve las perversidades y los perversos, se celebran los acuerdos y se recomponen las alianzas de los traidores; lista van y listas vienen y no faltara en la derecha, quien exija algún pago por mover la voluntad de los que tienen la última palabra.
Es toda una cultura; un valor bizarro impreso en el alma opositora que se replica a lo largo y ancho de su composición.
Vale echar una mirada a un viejo texto de Nelson Acosta y Heinrich Gorodeckas (1984): "La Adequidad. Análisis de una Gramática Política", para verificar como la conducta política de Acción Democrática devino en una cultura que trasversalizó, el hacer de toda las organizaciones políticas de la derecha en Venezuela hasta nuestros días.
La única diferencia es, esta derecha maltrecha adolece de doctrina, tesis programática y no tienen proyecto histórico, plan de gobierno, ni postulados económicos. Son instantáneos, viven en la inmediatez y no se reconocen como iguales al resto de los mortales.