El socialismo democrático en Estados Unidos permite aspirar a cambiar el statu quo e imaginar un mundo diferente? En los últimos tiempos, la imagen del futuro viene siendo colonizada por visiones distópicas, a menudo paralizantes, mientras el presente parece haberse transformado en una puja entre liberalismo pro-globalización y populismo de derecha, sin lugar para una izquierda transformadora. No obstante, existen experiencias que permiten (re)pensar la izquierda, sus crisis, sus posibilidades de renovación y las articulaciones entre izquierdas «radicales» y «moderadas» Por el otro lado si afirma que la política Americana de la derecha Republicana no a cambiado en lo absoluto, sino que ha echado raíces para seguir en el candelero, es el populismo ultraconservador practicado por Donald Trump, envuelto en la bandera, excluyente y divisivo, pero con un gran poder de captación. Es esta una oferta política que seguirá ahí, dispuesta a desafiar todas las convenciones y a erosionar las bases de la democracia. Nada volverá a ser como antes porque el colchón de votos del 'trumpismo' ha desbordado al Partido Republicano y se ha convertido en un movimiento desafiante con personalidad propia y largo recorrido a pesar de la derrota electoral.
El presidente Donald Trump hizo del «socialismo» un enemigo principal en el extranjero, cuando describió una Venezuela donde «las políticas socialistas llevaron a la nación más rica de Sudamérica a un estado abyecto de pobreza y desesperación». Pero también apuntó contra el socialismo en casa al señalar: «Aquí, en Estados Unidos, nos alarman los recientes llamados a adoptar el socialismo. eeuu se fundó sobre la base de la libertad y la independencia, no sobre la coerción, la dominación y el control del gobierno. Lo novedoso de la política estadounidense no es que la derecha haya venido atacando al socialismo, sino que la mayor parte de la izquierda no se haya sentido amedrentada por esos ataques. Bernie Sanders mostró que la identidad socialista podía ser estimulante. demostró que participar en la política electoral no era un callejón sin salida para la izquierda y le proporcionó una visión diferente del cambio. Como señaló el historiador y activista Max Elbaum, gran parte de las utopías y el vanguardismo de la izquierda , muchos creían que las acciones de unos pocos podían desencadenar una revolución inminente; cuando Sanders habla de «revolución política», por el contrario, se refiere a la gente común comprometida con el sistema político para enfrentar los intereses de los poderosos. La izquierda de hoy, también la socialista, sabe que tiene que luchar por millones. «Esta es una generación de personas que ha experimentado reveses», dice Elbaum, que tiene una noción mucho más precisa de dónde se ubica el resto de la sociedad. El punto es que la izquierda, si bien es más numerosa de lo que ha sido en generaciones, sigue lejos de ser mayoritaria: Para algunos, en la izquierda, el Partido Demócrata es una presencia tóxica, que sigue representando lo que se ha llamado «el segundo partido capitalista más entusiasta de la historia» Mientras que Sanders participa y trabaja con los demócratas en el Congreso, él es técnicamente independiente. Y muchos socialistas coinciden con esa posición.
Pero la necesidad de que la izquierda afirme una identidad distinta de la del liberalismo es un verdadero desafío estructural, dado que la izquierda necesitará a los liberales como socios de coalición. Independientemente de quién haya ganado, lo que queda claro es que las condiciones históricas han producido una izquierda resurgente y revitalizada en eeuu, comprometida con un país más igualitario, inclusivo y justo. Por primera vez en décadas, la izquierda ha tenido que pensar en formular un programa para gobernar y mantener el poder, no solo articular críticas a los programas existentes. Y sus bases, en todo el país, están trabajando para enfrentar el desafío. A partir de estos últimos tiempos, el término «socialismo» ha ganado una inédita popularidad en Estados Unidos, especialmente entre los jóvenes. Más allá de los múltiples sentidos de este significante, a menudo asociado a un Estado de Bienestar de tipo europeo, lo cierto es que la izquierda estadounidense muestra una renovada vitalidad y nuevas figuras vienen transformando el paisaje político, el Congreso y los medios de comunicación. Con un pie adentro y otro afuera del Partido Demócrata, una variedad de corrientes están construyendo una izquierda renovada y cercana a la «gente común». los trabajadores americano del "muro azul" de Estados Unidos -Wisconsin, Michigan y Pensilvania- fueron determinante en la victoria de Biden que se alzó como ganador de estas inéditas elecciones presidenciales tras cuatro días de incertidumbre y en un clima de gran tensión, en medio de las acusaciones infundadas de fraude por parte del presidente. A medida que se iban publicando resultados, el ya presidente electo iba sumando poco a poco los estados necesarios para ganar y este sábado su victoria proyectada en Pensilvania le hizo superar el número mágico: los 270 votos del llamado Colegio Electoral.