Pensaba ignorar el escrito de un individuo que mencionó mi nombre junto con los de otros compañeros de pluma en esta página de Aporrea, alegando entre varias cosas sus "ideas" de nuestra conciencia, y por supuesto, colocando en entredicho pensamientos que solo pueden estar en mentes obtusas.
Lamentablemente este individuo, tal vez movido porque el inicial "artículo" contra cinco "escribidores" - así nos llama- le generó algunas lecturas que lo colocaron en lo más alto del tope de visitas en Aporrea - algo que para nosotros los "escribidores" resulta permanente en este portal en cada uno de nuestros ensayos -, volvió a publicar el mismo texto, pero esta vez con el título: "Un mensaje a los militantes del odio contra Maduro".
Ante tal despropósito de esconder subrepticiamente sus reales intenciones, que son claramente movidas por tratar de hacer algún emplazamiento ante algunas huestes maduristas para que seamos perseguidos o bien de manera física, o hasta llegar a ser procesados por la inconstitucional y violatoria "norma" que aplica el madurismo contra los derechos humanos, que ha sido llamada "ley contra el odio".
De hecho, por esa inicua, pero manejada al antojo de la "justicia socialista" estuve casi seis meses privado de mi libertad en 2020 por el "delito de odio social" en los sótanos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) - entre otros con Alfredo Chirinos, de quien nos alegra enormemente, por ahora su arresto domiciliario y pedimos para él y su esposa libertad plena- y cuyo intento de liquidación humana que seguramente para usted será "revolución carcelaria", consistió en el caso de esta "institución" no solo en dejarme los primeros 25 días en una celda de castigo de 4 metros cuadrados durmiendo prácticamente desnudo en el piso con temperaturas promedio de unos 10 grados centígrados, y además en compañía de otros cuatro reos, pasar varios días en total oscuridad, o en su defecto, todo el día con la luz encendida como forma de tortura física y psicológica ¡Claro! Para usted eso no es odio que vierte la justicia madurista sobre sus víctimas sino una especie de eudaimonia en la "búsqueda del cielo".
Obviamente, que si menciono - ya lo he dicho en otros escritos- que los tres primeros días de mi cautiverio en la Dgcim y en la referida celda no recibí comida ni agua, y además fuí caído a batazos - confirmado por mis compañeros de prisión- por parte de uno de los "custodios socialistas y humanistas" durante una de mis dos convulsiones en ese espacio de castigo, porque según ese "militar", al convulsionar -por no recibir medicamentos para mí epilepsia- yo estaba con una "escena de teatro", pero al ver que evidentemente no respondía ante los golpes, fui sacado inconsciente, o sea, en estado de coma, del cual afortunadamente horas después pude reaccionar, siendo esa tal vez, la principal razón por la cual días después pase del llamado "tigrito" al pasillo de aquellos sótanos del infierno ¡Claro! Para usted ese tipo de acciones contra los presos políticos - y las mías son "pequeños actos"- no son hechos de odio del madurismo contra seres humanos, sino una referencia de amor por el prójimo.
Que luego, casualmente el 13-5-2020 -día de mi cumpleaños- haya sido trasladado a una de las peores cárceles del país, junto con aproximadamente otros 50 presos - entre ellos el indígena pemón recientemente fallecido en Rodeo II al parecer por falta de atención médica al negarle su traslado a un centro hospitalario- como lo es el Rodeo III, allí las condiciones infrahumanas son de tal magnitud que si algún día llegáramos a tener poder, ese mal llamado complejo carcelario debería ser demolido en su integridad. Allí las celdas están abarrotadas, los baños son letrinas - ver mi foto (1)-, la alimentación en la mayoría de las veces solo es arroz en el desayuno, almuerzo y cena, mientras muchos presos están contaminados de tuberculosis y otras enfermedades ¡Claro! Usted que habla de "odio contra Maduro", éstas deben ser medidas de máximo respeto del gobierno por los derechos humanos.
Estar preso en tales condiciones me costó perder casi 40 kilos, sin referir otras enfermedades que ahora padezco complicadas con las cinco convulsiones sufridas luego de semejante encierro ¡Claro! Para usted eso tampoco son hechos de odio del madurismo sobre la población carcelaria y los presos políticos, sino la entrega de un "corazón de Jesús" con "gotitas milagrosas" para que nadie se enferme de tuberculosis y menos de covid-19, y tampoco sufrir algún grado de desnutrición ¡Claro! Usted dirá que esto que escribo no es "verdad", sino un "fake news" de "odio contra Maduro".
Y es que escribir de la destrucción salarial, los ineficientes servicios públicos, la corrupción, la muerte de niños por desnutrición, la emigración con las concebidas muertes de venezolanos en el mar, o generadas por ir caminando por los andes suramericanos, mientras vemos cómo "socialistas" andan en sendas camionetas, visten de etiqueta, toman "mayor de edad" plácidamente y viven en lujosas viviendas o urbanizaciones, para usted eso significa incitar el "odio contra Maduro".
O sea, si refiero a mi mamá que falleció el pasado 31-1-2021 y en donde los familiares, y amigos tuvimos que hacer esfuerzos considerables para mantenerla con vida - entre ellos la compra de oxígeno, mientras Maduro dice enviar tal requerimiento humano para Manaos- y luego de asumir entre gastos médicos y de sepelio, que solo en el último mes de vida bien pudieron superar los 1000 dólares, siendo mis dos hermanas docentes, mi papá un pensionado, y yo otro docente botado sin papel alguno del ministerio de educación desde 2015, también es de suponer que una crisis semejante, que afecta a millones de venezolanos, pero en nada a la cúpula del madurismo, es porque estos últimos nos demuestran que ellos son más que una simple querencia hacia el pueblo, y que cualquiera que se atreva a decir lo contrario estaría llamando al "odio contra Maduro".
Para cerrar, usted desde lo más impregnado de su "éxtasis" puede junto con cualquiera de los maduristas - incluyendo la senectud de los autollamados "ensartaos" cuyas letras son vertidas en sus fuentes "etílicas" - emplear sus cinco títulos -de acuerdo con sus propias afirmaciones-para que con ellos pueda limpiar toda la bazofia ortográfica que escribe en su podredumbre discursiva en lo morfológico, lo semántico y lo sintáctico, al punto que escribe "HACER" en vez de "A SER"(2) ¡Claro! Al ser usted uno de los que promueve la eliminación de las reglas ortográficas que niega sin credibilidad el ministerio de educación, eso sería "incitar odio contra Maduro".
Si incitar "odio contra Maduro" implica decir la verdad, resulta muy fácil saber qué es para usted el amor por los venezolanos.
¡Basta de improperios! Tener más de 6 millones de lecturas en Aporrea, y otros millones en otros medios, así como decenas de publicaciones en revistas arbitradas, incluyendo una tesis doctoral en Europa después de ganar un concurso con tales características académicas (3), eso jamás será odio, sino amor por Venezuela.
No guardo, ni tengo odios contra aquellos que disfrutaban nuestro encarcelamiento y hasta desean nuestra muerte, pero si dejo claro que el odio que ellos aún pregonan sobre el pueblo - como el susodicho analfabeta "profesor"- ese mismo pueblo con su historia algún día les dirá: hacer justicia nunca será odio.
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