Recordemos que Estados Unidos, estuvo en la reunión que organizó el presidente colombiano Gustavo Petro, EE.UU, con su audacia que lo caracteriza siempre a su favor, engañó a los demás participantes, pues ya estaba todo listo para robar al pueblo de Venezuela, de su empresa Citgo. Cuando se tuvo conocimiento de este encuentro en Bogotá, muchos expertos se mostraron escéptico respecto a las posibilidades de que el encuentro de Bogotá diera lugar a un acuerdo viable con la oposición, como es del conocimiento Público, Notorio y Comunicacional, todo el mundo sabe que la oposición con sus partidos políticos y su líderes no tienen voz propia, sino que dependen de las órdenes que dé Washington. La experiencia histórica ha demostrado que se han dado diferentes diálogos, negociaciones, mesas, a lo largo de estos años y siempre han terminado en lo mismo: la nada.
Es una historia no grata, los diálogos con la oposición aliada de los Gobiernos estadounidense, cuando el golpe de estado en contra del Comandante Chávez, se constituyó una mesa de dialogo, dirigida por el secretario General de la OEA. Sentada la oposición de la época en la mesa de dialogo con el Chavismo, se Inició el paro petrolero, y la mesa de dialogo del momento cerro sus deliberaciones, sin llegar acuerdos, en República Dominicana nos dejaron con el bolígrafo en la mano; en México se comprometieron con un dinero que no han entregado; luego hubo una reunión en Colombia, con actores políticos tanto latinoamericanos como europeos. Pero las venezolanas y los venezolanos ya conocemos, esa novela llamada diálogo, con la que EE.UU, Y la Unión Europea, han pretendido chantajear. Al pueblo venezolano.
En Venezuela, ha quedado en evidencia que la oposición no tiene un plan nacional. Su plan político siempre ha sido dependiente de grandes ejes hegemónicos trasnacionales, los Gobiernos de: EE.UU, y la Unión Europea, desde el año 2018, hasta el año 2023, ha quedado claro que la oposición depende de centros de control extranjeros. Ahora esa oposición se está dando cuenta por primera vez que ha sido engañada y estafada por su dueño: firmaron en México pero se han percatado que su firma no sirve para nada. Sus amos los han expuesto al ridículo. Los expertos esperan sorpresas para las primarias.
Recordemos que el 8 de marzo de 2015, el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, emitió un decreto que califica a Venezuela como "amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos de América". Lo que entonces parecía como un acto político hostil, una declaratoria absurda, puesto que Venezuela, nunca ha sido una amenaza para la primera potencia militar del mundo, pronto se revelaría como el primer paso para la imposición de un implacable régimen de sanciones contra nuestro país. La orden ejecutiva 13692, popularizada como "decreto del pigmentario Obama", sentó las bases jurídicas, políticas y administrativas para la imposición de medidas coercitivas unilaterales (MCU) contra Venezuela. Esta agresión se sumó a las acciones de una guerra multiforme con la que Washington, desde hace más de dos décadas, pretende doblegar la soberanía y autodeterminación de Venezuela. Deseo que no se ha cumplido.
En los últimos veinte años el pueblo venezolano, ha sido agredido por los Gobiernos de los EE.UU, y la Unión Europea, pero la economía ha continuado su crecimiento y la realidad mundial indica y señalan que Europa se está quedando rezagada por su dependencia ante Estados Unidos. Igualmente se informa que el crecimiento de la economía rusa es irrefutable.