Volver la mirada y pensar sobre el socialismo, es una necesidad imperante en todo el continente. El auge de los movimientos sociales en nuestra América, vuelve nuevamente a desafiar el paradigma capitalista, por lo que, en Venezuela, donde se intenta construir una alternativa fundada sobre el protagonismo de los excluidos, se hace necesario retomar las reflexiones que durante el siglo XX fueron expuestas por nuestros intelectuales, del momento para el caso de Venezuela, la dirigencia política de los años 60 debemos reconocer que está muy bien formada. El surgimiento del Comandante Chaves a partir del año 1992, introduce un factor dinamizador en la formación de los cuadros revolucionarios. Los hechos demuestran que tal lineamiento fue exitoso si lo comparamos con la respuesta que dio el pueblo y su vanguardia en contra del golpe de estado dado por Pedro el breve el 11 de abril del año 2002. El pueblo venezolano y su vanguardia retornan al Comandante Chávez a Miraflores.
En búsqueda y estudio para ayudar en la formación política de la militancia del PSUV, encontramos al estudioso ya fallecido: Ludovico Silva, que indico que las sociedades socialistas existentes durante el siglo XX cayeron en un exacerbado colectivismo que no recoge el sentido del humanismo marxista y por el contrario aspira a una robotización de la vida humana que castra la individualidad en nombre de la sociedad. Repasando las posiciones de Marx, Ludovico considera que la única manera de superar la alienación universal manifiesta en la hegemonía del valor de cambio, el cual convierte todo en una simple mercancía, es el desarrollo universal del ser humano. Además, justipreciando el humanismo de Marx, precisa que esta apreciación aparentemente sólo económica implica una teoría crítica extendida sobre la vida humana capitalista, la que está basada esencialmente en la conversión universal de todos los valores en valores de cambio.
La formación política del militante. En particular el ejercicio de la política revolucionaria constituye un espacio decisivo sometido a tensiones múltiples, con desenlaces de consecuencia inmediatas y mediatas, donde el aporte de la Historia, el enfoque histórico, e histórico pedagógico deben fortalecer la eficiencia y la eficacia de lo que hacemos. La formación del cuadro revolucionario no puede esperar debe iniciarse de inmediato no debe detenerse nunca. Hay expresiones que se ha hecho popular y de dominio para todos: nadie ama lo que no conoce, amas a dios a quien no conoces, pero no amas a tu hermano a quien ves todos los días. Como sabemos cómo transcurre la lucha político ideológico de masas por salvar la Revolución y el socialismo, de la cual somos militantes, para entender la revolución de la cual somos sus conductores es necesario estar formado para que no retroceda debido que siempre debe estar en avance por que represente el bienestar del hombre y de la sociedad.
En una mirada historia de la revolución rusa encontramos a su líder fundamental tan profundo y denso en su formación política ideológica y liderazgo, como entendió y se comunicó el obrero de fábrica, con su líder. No hay duda los obreros que seguían a Lenin, eran hombre cargado de conocimiento y brillantes a través su formación es lo que explica su cercanía con el líder fundamenta de la revolución Rusa. Si la clase obrera seguía a Lenin era sin duda porque lo entendía y para comprenderlo y quererlo era por su formación política ideológica, que había logrado. Si la clase obrera rusa, seguía a su líder fundamental Lenin, cuando dijo: que la guerra imperialista era el preámbulo de la revolución proletaria mundial, Lo comprendía y lo seguían porque estaban formados.