Viva el consenso neoliberal: "La esperanza está en la calle…" " Hay que privatizarlo todo…Venezuela está en venta"

La Salud Mental en cifras de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB)

 

El lunes 8 de julio fue difundido por medios de comunicación social y redes sociales, un importante documento de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), titulado: Retrato Psicosocial del venezolano 2024, dado a conocer el día 2 de julio de 2024. Este estudio nacional de la UCAB, es una muestra de 2000 personas entrevistadas telefónicamente, para la "evaluación de las características psicosociales de la población venezolana". Es un perfil de factores de riesgo y factores protectores psicosociales de la población venezolana. Dirigida a responsables de políticas públicas, responsables de intervenciones educativas, psicosociales y espirituales, a los medios de comunicación, a los organismos bilaterales y multilaterales, sector público, empresa privada, líderes comunitarios, población general.

En esta breve introducción del citado documento de la UCAB, a un ciudadano del pueblo como yo, se le generaron muchas interrogantes y ruidos, con el discurso escrito y objetivo del citado documento. De acuerdo al mandato de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), los responsables del diseño de las políticas públicas son los cinco poderes públicos del Estado venezolano, con la participación corresponsable del pueblo, muchos de los integrantes de ese pueblo, sin lugar a dudas se encuentra ubicados por diversas situaciones en las instituciones y sectores allí mencionados, pero, dejan a su vez, otros sectores del pueblo ubicados en partidos políticos, movimientos comunitarios, sociales, políticos y culturales.

De acuerdo al artículo 5 de la CRBV: "La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en la CRBV y en la ley, e indirectamente mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos". Las interrogantes y ruidos al que hice referencia en el párrafo anterior, se magnifica porque estamos a escasos días de un proceso para elegir al Presidente Constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, so pena de ser calificado de perspicaz o peor aún, de paranoico para algunos, para otros posiblemente seré tildado de gobiernero, no soy ni lo uno ni lo otro, y como el que come ají, se pica, expresaré mi posición desde mis vivencias y experiencia…"dejaré que los perros ladren y Sancho los espante".

¿Cómo entiende el citado estudio, la Salud Mental del venezolano?, porque un retrato psicosocial a todas luces, luce insuficiente para tomar decisiones y estrategias políticas, en un contexto histórico de país de la complejidad actual de Venezuela. Desde hace 8 meses he venido manifestado por este prestigioso medio de comunicación digital, mi posición sobre lo que suele denominarse Salud Mental, lo expresado en el documento de la UCAB, desde una revisión panorámica y crítica, nos devela que no siempre la opinión pública en general, eso que Platón denominaba "doxa", es la realidad, ni lo que denominaba episteme, es conocimiento científico.

Para quien escribe la salud mental, no es la cara positiva de una moneda cuya cara negativa es la enfermedad mental, esa es una concepción colonial y colonializada de mirar la salud desde la enfermedad, por la imposición hegemónica de las ciencias médicas y la academia que concibe la salud, desde lo que el sanitarista ecuatoriano Edmundo Granda (2000) denominó "enfermología pública", que además denunció que todos los Ministerios de Salud de Nuestramérica, son ministerios de la "enfermología pública", por privilegiar las políticas públicas los planes, programas y proyectos de salud desde la enfermedad, en lugar de ser concebidas desde la vida y la salud.

De igual manera, la salud colectiva como alternativa a la salud pública tradicional de sustento enfermológico, nos comunica científicamente que los procesos de salud/enfermedad de nuestros pueblos, están determinados social y territorialmente, que el enfoque debe ser colectivo, poblacional y garante de derechos humanos y derechos constitucionales, no debe ser singular ni clínico. La salud colectiva asume la salud como un derecho social fundamental, asociado a la vida, es territorialmente un proceso de salud enfermedad y por tanto, las políticas públicas, los planes, programas y proyectos de salud deben ser participativos, corresponsables e integrales, incluyendo la promoción de salud, la prevención de daños, de procesos territoriales nocivos a la vida, la salud y de la enfermedad, a través de cuidados integrales, oportunos institucionales y territoriales de restitución de la salud, rehabilitación con base comunitaria y la investigación territorial.

Para quien escribe, la salud en general y la salud mental en particular es el encuentro entre tres grandes subjetividades, la subjetividad del Ser, la intersubjetividad del Amar y la intersubjetividad del Tener-Estar. Esta "mirada otra" de la Salud Mental, significa que, si yo como ser humano, vivo en una sociedad que me permite desarrollarme, vivir con dignidad y comodidad personal y colectivamente, yo me integro a esa sociedad, de lo contrario, si dicha sociedad no me facilita los medios para desarrollarme, vivir con dignidad y comodidad, me aislo, soy un resentido social, "yo contra el mundo". Además, si como ser humano tengo Amor, es decir, riqueza intersubjetiva en mis interacciones comunales, relaciones interpersonales y vínculos afectivos numerosos en calidad y cantidad, tengo "un millón de amigos" como el cantante Roberto Carlos, me siento feliz, en sentido contrario si tengo pocos amigos, escasas relaciones interpersonales y pocos vínculos afectivos, soy infeliz.

Finalmente, si yo vivo y convivo en un territorio y sociedad que me provee de los medios materiales, un salario digno, unos servicios públicos eficientes, que me permita vivir con calidad y comodidad, estoy satisfecho, de lo contrario estoy insatisfecho. A lo largo de nuestro devenir en la vida, entonces nos movemos con altibajos, entre esos dos polos, uno el bienestar, donde me siento integrado socialmente, estoy feliz y satisfecho, pero si el momento histórico y el contexto socioeconómico, político y cultural, tienen muchas insuficiencias, deficiencias e ineficiencias, en lo económico, político, cultural, servicios públicos que no se corrigen a tiempo, estoy resentido con la sociedad donde convivo, soy infeliz y me siento insatisfecho, estoy en el polo del malestar personal y colectivo, de no corregirse a tiempo esa insuficiencias, deficiencias e ineficiencias, comienza el camino de la psicopatologización y la enfermedad mental.

Vista así la salud mental, entonces un enfoque psicosocial con muchos sesgos hacia lo individual, coyuntural y solo cuantitativo, parece ser insuficiente para finalizar en un perfil del venezolano del 2024 como resilente (factores protectores) y vulnerado (factores de riesgo). En estos aspectos, se va a centrar nuestra "mirada otra" crítica (decolonial), que no es lo mismo que otra mirada, que no es crítica, sino colonial y colonializada, descontectualizada en lo político, lo social, lo cultural y lo económico que trataremos a continuación.

El estudio de la UCAB, describe que la asignación ocupacional por regiones de la muestra, fue la siguiente: Capital, amas de casa; central, trabajador público; andes, trabajadores de empresa privadas; llano, trabajadores por cuenta propia; centro-occidente, jubilados; oriente, desempleados; Guayana, estudiantes; Zulia, no especifica, sería importante conocer los criterios utilizados para esa asignación para no perder cientificidad y evitar especulaciones que inevitablemente surgen. En el documento en análisis se menciona que se exploraron las siguientes dimensiones: Resiliencia, optimismo, satisfacción con la vida, control personal, religiosidad, participación activa, apoyo familiar recibido, apoyo social recibido, clima socioemocional del país, desesperanza, miedo difuso colectivo, ansiedad y depresión, disfunción social, impulsividad, factores de estrés, confianza interpersonal, locus de control, afrontamiento, de 18 dimensiones, 14 dimensiones singulares y 4 son colectivas.

Revisemos panorámicamente los resultados: En cuanto a la resiliencia un 98% se ubica en medio y alta; optimismo 96% es alta; satisfacción con la vida, alto 83%, control personal alto, 80,9%; religiosidad alta 85%; participación activa: recreativa, de crecimiento espiritual, social, deportivas y culturales por encima del 70%, la participación política 25%: apoyo familiar recibido 88%, alto: apoyo social recibido, moderado 70%, no se menciona apoyo social del Estado-Gobierno; clima socioemocional moderado y alta 47%; desesperanza: 60% esperanza y 40% desesperanza; ansiedad y depresión baja en 60%; disfunción social, ninguna 55%; Impulsividad, 76% ninguna o baja; fuente de estrés, 46%. Confianza interpersonal alta, 89%; locus de control externo, 54%; afrontamiento como conjunto de estrategias personales, para manejar situaciones difíciles o estresantes: 26% se critica y autoculpabiliza, el 60% no recurre a la negación de los problemas, el 61% lo reinterpreta positivamente, el 28% nunca lo manifiesta, el 59% lo enfrenta con humor.

Estos resultados dan al traste con lo que empíricamente percibimos lxs venezolanxs y particularmente la dirigencia política opositora radical, recordemos su discurso político: "… Venezuela es un país arruinado, requiere de "ayuda humanitaria urgente" "el régimen de Maduro es una dictadura", lo que ha originado un éxodo según cifras extraoficiales, han migrado alrededor de 7 millones de venezolanos, las "medidas coercitivas unilaterales" del imperialismo estadunidense y sus aliados europeos han sido contra funcionarios del gobierno y no han afectado la economía y al pueblo venezolano". La oposición radical que solicitó las "medidas coercitivas unilaterales" y continúa gritando a los cuatro vientos que se "necesitan más sanciones y hay que privatizarlo todo, vender al país para poder salir de la crisis" no se responsabilizan por el gobierno paralelo, ladrón y corrupto de Guaidó y su combo de pillos del oro de las reservas internacionales, de Citgo y Monómeros. ¿Quién miente? ¿Dónde está la trampa?

Llama poderosamente la atención que en el estudio no se preguntara por la corrupción en los gobiernos del impostor Guaidó y el Constitucional Maduro, ¿Existe corrupción o es una falacia? En la última década hubo o no hubo "medidas coercitivas unilaterales, popularmente conocidas como "sanciones". ¿Hubo o no hubo golpe de estado con civiles penados y que tenía casa por cárcel? ¿Porque el estudio no preguntó por la inacción de los poderes públicos, para averiguar, detener y enjuiciar a Guiado y su gabinete de Alí Babá? son incógnitas que continúan sin averiguación policial y científica. ¿Hubo en los Acuerdos de Barbados borrón de delitos y consenso neoliberal? ¿Misterios policiales y de la ciencia política y criminalista?, esa son las dudas que me asaltan como pueblo; la guinda de la torta científica de la UCAB, es la dialéctica idealista e ideológica de decirnos que el hallazgo final es que los venezolanxs somos resilentes y vulnerados, sobre eso si tenemos elementos para hacer una crítica, que sigue a continuación.

El estudio de la UCAB finaliza presentando un perfil de lxs venezolanxs del 2024, como resilente y enumera unos "factores protectores: Resiliencia, optimismo, apoyo social: familiar y de amigos, religiosidad, satisfacción con la vida, clima socioemocional del país positivo, control personal, participación, funcionamiento social adecuado, humor, reinterpretación positiva y otro perfil como vulnerado por unos factores de riesgo: Miedo difuso colectivo, desesperanza, bajo apoyo social de instituciones, desconfianza, ansiedad-depresión, clima socioemocional del país negativo, estresores: económico, salud; impulsividad, negación, autoinculpación, locus de control externo por azar, locus de control externo otros con poder.

Desde la Psicología, la resiliencia son las respuestas que un ser humano, instrumenta ante un evento traumático IRREVERSIBLE, el filósofo italiano Diego Fussaro en 2022, escribió un libro titulado: Odio a la resiliencia. Contra la mística del aguante, Fussaro sostiene que: hay un uso bueno, no ideológico de la resiliencia, su uso psicológico y enfatiza que son respuestas ante "eventos traumáticos IRREVERSIBLES" y un uso ideológico, como para categoría de análisis a lo social, lo político, económico, que no son eventos REVERSIBLES. Es decir, la resiliencia es apropiada por el poder y la transforma en ideología, el sujeto resiliente ideologizado, es un sujeto adaptado, sumiso obediente, acepta los problemas políticos, económicos y sociales de la sociedad como hechos, naturales e irreversibles, cuando son hechos, fenómenos y eventos reversibles, esta ideologización del sujeto, lo conduce a un comportamiento de adaptación, acomodaticia, líquida y falsa, porque lo ideológico, como falsa conciencia y subjetividad alienada enmascara, oculta, naturaliza, los hechos, políticos, económicos y sociales, que pueden ser transformados por los afectados por esos procesos.

Los movimientos políticos de la Nueva Derecha en el ámbito mundial, ha comprendido muy bien que debe librar batallas culturales para que el sujeto resiliente se ideologice y la resiliencia se convierta en una narrativa política "libertaria" y de lucha contra las "castas políticas" como denominan a los movimientos progresista socialdemócratas y movimientos socialistas.

El sujeto resilente ideologizado, es el sujeto ideal para cumplir una función adaptativa y antirrevolucionaria, que contribuya a la Nueva Derecha a alcanzar sus propósitos políticos, ganar el gobierno y la batalla cultural en la opinión pública, en especial en los públicos de jóvenes y grupos religiosos. De lo que se trata es, que el sujeto resiliente ideologizado y subjetividad alienada tenga un comportamiento apático, de resignación, indiferencia, no participación política, no cambio social, la realidad es imposible de cambiar, es inculcar la cultura del fatalismo del destino, ante las injusticias, desigualdades y exclusiones, cultura del sálvense quien pueda, soluciones singulares, personales, ante problemas estructurales, es una estrategia política de la modernidad en crisis, hacernos creer que la solución está en lo personal y no en el pueblo organizado para sí, como sujetos colectivos históricos y culturales, es el enmascaramiento de la historia, para ocultar la confrontación y lucha de clases.

Es por ello que los amplios sectores juveniles nacionales e internacionales, son hijos del desencanto político, de la desnacionalización, no vale la pena luchar, siempre habrá "otros poderosos" que harán los que les venga en gana con el pueblo, estamos transitando por esos tortuosos caminos. Lo importante es el "vivir mejor individual", es aceptar la sumisión, doblegarse antes que quebrase luchando por los derechos humanos y el cambio social. Es la síntesis perfecta en lo singular, lo personal de la dialéctica idealista del amo y esclavo de Hegel en una misma persona, es una nueva forma de invisibilizar la confrontación y lucha de clases.

Hay que cuidarse de las palabras, conceptos y dimensiones que son funcionales al neoliberalismo, la Nueva Derecha y sus batallas culturales, creando realidades ideologizadas, necesario es pensar categorialmente desde la dialéctica y la analéctica como métodos, para aprehender la realidad real, que es contradictoria e históricamente es confrontación y lucha de clases.

Las anteriores reflexiones sobre la resilencia como categoría ideológica, es para señalar que el perfil de resiliencia (factores protectores)/vulnerabilidad (factores de riesgo) como resultados de su estudio cuantitativo de 2000 encuestas telefónicas abarcando todo el territorio nacional, está sustentado en el uso de la resiliencia como categoría ideológica de análisis de la realidad nacional, ninguno de los factores protectores o de riesgo, son eventos, fenómenos o hechos IRREVERSIBLES, que es un aspecto fundamental en la concepción del buen uso psicológico de la resiliencia, según Diego Fussaro (2022).

Algunas reflexiones finales: a) El estudio tienen un sesgo político ideológico singular, individualista, unidimensional, a pesar de utilizar hasta 18 dimensiones investigativas, que avalan el uso ideológico de la resiliencia como categoría de análisis, b) El perfil resilente y vulnerable planteado, enmascara, ocultar realidades que ameritan la organización del pueblo, más allá de los partidos políticos y de falsas polaridades derecha/izquierda, para contrarrestar las batallas culturales que pueden conducir a alcanzar el poder político de un movimiento ultra conservador facistoide y totalitario autodenominado Nueva Derecha, c) No dejemos que con el cuento de la resiliencia y vulnerabilidad como nuevo discurso político nacional, nos conviertan el "gloria al bravo pueblo", en gloria al pueblo sumiso, interiorizado, subalternizado y colonializado, que dejó de ser bravo…", c) El estudio de la UCAB, devela sutilmente que el telón de fondo de esta contienda electoral polarizada, es un consenso neoliberal entre: "la esperanza está en la calle…" y "hay que privatizarlo todo, Venezuela está en venta…", que tienen un primer desenlace el 28 de julio, pero no el único, d) Creemos con Camilo Torres Restrepo, "…la lucha es larga y debemos comenzar ya", no la abandonemos, pero hagamos reflexiones críticas y autocríticas que superen la trillada polaridad derechas, izquierdas, que tienen muchos errores y equivocaciones en su nombre.



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Pedro Alcalá Afanador

Doctor en Ciencias Gerenciales - Doctor en Ciencias Sociales - Especialista en Salud Pública - Psiquiatra - Médico Cirujano

 alcalaafanadorp@gmail.com      @alcalaafanadorp

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