Venezuela, Revolución Bolivariana con sus históricas etapas ha transitado y continúa con rebeldía y lucha en América Latina y el Caribe. “Aquel referente 4 de febrero de 1992, día que cambió la historia de nuestra Patria e inició el proceso de construcción del más ferviente, poderoso y grandioso movimiento popular que se haya conocido en la historia de Venezuela, por su calidad propositiva, programática por su fortaleza organizativa del movimiento bolivariano”. En este siglo XXI se ha convertido en “uno de los movimientos revolucionarios más poderosos de la historia, ya de por sí grandiosa, de rebeldía y lucha de América Latina y el Caribe”. El movimiento se ha proyectado con sabiduría y un sentimiento profundo por el legado del Comandante Chávez. “Somos un país, un continente lleno de historia, pero entre las historias que hemos vivido está en pleno desarrollo y estamos viviendo la historia de este poderoso movimiento popular.
La ubicación geográfica de Venezuela le confiere una posición estratégica vital para el comercio y la seguridad regional. Situada en el Caribe y cerca del Canal de Panamá, con una frontera marítima con Estados Unidos y su rol como punto de conexión entre Norteamérica y Suramérica, Venezuela se convierte en un lugar de tránsito esencial para bienes, personas y, potencialmente, movimientos militares. En el ámbito de la política exterior, Venezuela ha adoptado una posición favorable a la multipolaridad y ha establecido alianzas con países como Rusia, China, Irán y Turquía, que le han proporcionado apoyo político, económico y militar. Estas relaciones refuerzan su posición en el escenario global.
Las acciones hostiles no han logrado forzar un “cambio de gobierno” inmediato, como se intentó en 2019. Este fracaso de la política de la era Trump, que contó con apoyo bipartidista, ha llevado a la administración de Joe Biden a cambiar de enfoque. Ante la necesidad de coexistir con un país petrolero tan importante como Venezuela, Joe Biden ha diseñado una estrategia electoral que podría, finalmente, producir “cambio de gobierno” y a la reinserción de Venezuela, en la órbita estadounidense. Si, por el contrario, Nicolás Maduro resulta vencedor, la estrategia podría derivar en un acuerdo de convivencia. La coyuntura venezolana ilustra cómo la política es moldeada por intereses y circunstancias cambiantes. Las realidades obligan a buscar soluciones prácticas. Confiemos que el pueblo venezolano, buscara solución unitaria a la problemática de odio que actualmente la arropa, Ya tenemos un ganador en la jornada electoral presidencial del 28 de julio 2024, ahora lo sensato indica que corresponde al pueblo venezolano, un acuerdo nacional donde estemos todo, vale lo dicho anteriormente Venezuela primero, después los intereses personales y compromisos en contra de la Patria. Venezuela una historia rebelde.
