La última semana antes de la extinción de la concesión de RCTV, pudimos apreciar como una bella y deseada mujer, de tez morena y rasgos indígenas fue la “seleccionada” para recordarle al Presidente de la República y a quienes vimos esas imágenes que no “cerrara” esta planta televisiva. En esas cortas pero constantes apariciones sirvieron para que tanto RCTV como Globovisión te denominaran líder no sólo de tu gremio sino incluso con cualidades políticas, ya que según tales analistas, tú significabas el más fiel reflejo de la mujer luchadora y abnegada, el ejemplo pues de quien se supera viniendo de abajo hasta llegar a la cúspide de la sociedad. Y es que en vísperas de lo inevitable tus palabras eran elocuentes: Usted y yo “Señor Presidente” (el libreto decía que no podías llamarlo Teniente Coronel) sabemos cuanto cuesta salir de abajo, para finalmente ver tu rostro enjuagado en unas cuantas lágrimas parafraseando el mensaje del Gobierno Nacional: “Recuerde Presidente, “Venezuela ahora es Todos”.
Y ante cada lágrima que desbordaba tu rostro, imaginaba a Marcel Granier entre botellas del mejor whisky diciendo: “Ahí tienes Chávez, una de Caricuao de tu misma estirpe y color, sólo que ella me lo debe todo a mi; vamos ver que tan capaz eres de ir en contra de una igual que tú”. En otras palabras, mi bella Norkys, Marcel en el fondo a pesar que sabía que la concesión no sería renovada, fundamentalmente por sus desafueros, no le importaba utilizarte con un mal libreto como la principal “víctima” de quien con “deseos de superación” si puede llegar a construir un “futuro mejor”.
No importa Norkys que en cada lágrima tuya conozcas perfectamente que tu laureado ejercicio de actriz, al igual que la mayoría de quienes realizaban esas funciones en ese canal, son como producto de haber pasado el puente del “Miss Venezuela”, evento al cual por cierto en los últimos 20 años sólo se conocen tres mujeres de escasos recursos económicos que lograron tener éxito: Inés María Calero (hoy muy alejada de esos patrones artificiales de belleza, para demostrar que se puede seguir teniendo éxito), Veruskha Ramírez (quien compitió contigo) y por supuesto tú. El resto no sólo de las ganadoras sino de las participantes provienen de los más altos niveles socio-económicos, ya que quienes deseen entrar a este concurso deben ir prácticamente “reconstruidas”, es decir, pasar por costosos quirófanos, si desean tener mínima opción de clasificar para el susodicho concurso; no importa que el patrón de belleza física vaya sobre las cualidades del conocimiento y la inteligencia; sino pregúntenle a otra Miss Venezuela que trabaja para RCTV, Cynthia Lander, cuando en la ronda de preguntas de aquel concurso en el año 2001 dijo: “Tenemos que rescatar la memoria histórica, por eso yo recomiendo leer "Guayana" de Rómulo Gallegos” no en balde, la dejaron animando “Loco video loco”. O la "niñita" Mónica Spear (mi prima ciela), cuando afirmó en el mismo concurso pero esta vez un día después de su "triunfo" en el 2004: “Guárico es una tierra de grandes vaqueros y Gabriel García Márquez es venezolano”. Que forma tan genuina de superación ha promovido la televisión venezolana, sobre todo RCTV, ¡Puro Talento!
No importa Norkys que en cada lágrima tuya este implícita la “cultura del cuerpo perfecto” que veíamos en casi todas (por no decir todas) las actrices y periodistas de RCTV, cuya pantalla siempre enfocaba en cada una de ellas el singular escote que por cierto tu siempre mostrabas en un conocido calendario, lo cual ha contribuido de manera sustancial en la vorágine de la mal llamada “cirugía estética” que ha sido “aprovechada” por un grupo de mercantilistas de la salud quienes han desvirtuado la orientación de la cirugía plástica, originando con ello que en la actualidad vayan en aumento las denuncias por mujeres que han quedado lisiadas e incluso muertas en el propio quirófano como efecto de mala praxis, debido a que en definitiva: “sin tetas no hay paraíso”.
No importa Norkys que en cada lágrima tuya, nunca digas que el precio que tienen que pagar para llegar a esa “fama y prestigio”, haya generado incluso en niñas y adolescentes y en miles de mujeres jóvenes serios trastornos de personalidad, razón por la cual, la bulimia y la anorexia sean las principales enfermedades que generan preocupación como efecto de la sociedad consumista, y que nunca RCTV presentó como problema de salud pública o sencillamente de orientación familiar. ¿Dónde quedó la gran familia?
No importa Norkys que cada lágrima tuya no recuerde las innumerables lágrimas que derramaron muchos venezolanos, especialmente en los aciagos días del Golpe de Estado y el “paro petrolero” entre los años 2002 y 2003 cuando RCTV fue motor en acciones desestabilizadoras y en la paralización “meritocrática” de Pdvsa, lo primero dejándonos una estela de muertos y heridos, mientras lo segundo quebrando al país al dejarlo sin combustibles, sin alimentos ni medicinas, aunado a una espantosa campaña mediática que afectó psicológicamente a la población, sobre todo a nuestros niños, niñas y adolescentes.
Tus lágrimas Norkys quedarán grabadas como el colofón de una historia que jamás debe repetirse en la televisión venezolana. A ti Norkys un consejo: habla con Ruddy, tal vez ella te enseñe a llorar de manera convincente ante un escenario.
TVes en lo sucesivo formará parte de una nueva historia en la construcción de una extraviada televisión destinada a informar, educar y entretener. Pidamos a Dios por la Paz y la Democracia.
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