Y dónde fue que el comunismo los torturó, los humilló y les comió a sus hijos en salsa de ajo con perejil ¿Es qué acaso alguien se ha apoderado de la palabra comunismo, para no permitir que ésta sea la base de tal o cual pensamiento político? Se ha dicho en muchas oportunidades que los aborígenes de esta tierra venezolana eran socialistas, porque se movían dentro de una sociedad donde la equidad fue posible. Quiere decir entonces que de no haber sido por el imperio español, sin duda que hubieran llegado al comunismo, doctrina que tiende a la colectivización, de los medios de producción, a la distribución de los bienes de consumo, según la necesidad de cada uno y a la supresión de las clases sociales. ¡Claro! Esos a ustedes no les gusta porque ustedes son una élite que desconoce la palabra AMOR y que si van a la iglesia católica es por apantallar y más nada. La iglesia de Jesús no tiene paredes: es universal y huele a tierra, a campo, a flores, a ganado a rocío y a arena de desierto.
No practican ustedes el ejercicio que enseña la iglesia católica, AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS, porquen ustedes se enojan cuando la Revolución Bolivariana ayuda a los hermanos que sufren de frío, de sed, de hambre de soledad. Ustedes están condenados por el Dios Pueblo. No hay en vuestros corazones un ápice de lealtad, de humanismo, de comprensión, a sabiendas que millones de hermanos latinoamericanos andan regados por el mundo, buscando el pan que no consiguen en sus tierras, por culpa de la pobreza extrema creada por el imperio y sus lacayos. Por esos gobiernos títeres de hombrecitos sin escrotos, serviles a potencias foráneas.
¿Por qué negar que el pensamiento filosófico de Jesús era de inminente corte socialista? ¿No era el eje principal de su idea el amor? En la base del socialismo se halla la denuncia de las desigualdades, que realizó el socialismo utópico. Las desigualdades no son sinónimos de amor, que para no defenestrar tanto la materia gris de pensadores y libre pensadores, hay que aclarar. ¿O es que se dice una vaina por conveniencia y otra por interés? Las desigualdades en tiempo de Jesús, según no los presenta, la historia, eran manifiestas. Jesús luchaba contra ese desequilibrio social que había implantado el imperio romano. En textos, libros y filmes, se observa el mismo tema que trata del infame golpe que asesta el fuerte contra el débil. No pertenecía Lázaro a la misma comunidad social de Pilatos. Había segregación. María Magdalena fue aterrorizada por meretriz, porque había desigualdad. Por otra parte la sociedad se creó bajo la égida de unas leyes comunes, que vendría a ser socialismo, pero que luego de creadas fueron desvirtuadas cuando apareció el SIGNO MONETARIO.
Creemos que ustedes siguen atados a la historia del terror implantada por el imperio español y que le es difícil desatar los cabos de esas embarcaciones miserables que apostaron sus proas frente a estas tierras. Se han quedado petrificados en el tiempo, en el espacio perdido de la historia, porque los hombres que no caminan hacia delante son sin duda los más grandes miserables que mujer alguna haya parido en tal o cual lugar. Negar el pan al amigo, al congénere, pretendiendo que alguien le va a creer la risotada de que DEFIENDEN LOS BIENES DE VENEZUELA, es una aberración; no tienen capacidad para involucrar al pueblo en sus insanas demagogias, porque el pueblo les ha reiterado millares de veces que no cuenta con vosotros para iniciar ningún planteamiento social al futuro. Víctor Hugo podría adoptarlos como grises personajes de sus textos, si es que lograra dejar las lúgubres cavernas de las catacumbas.
Da terror imaginar que Venezuela logre tener utópicamente directores como William Ojeda y Julio Carlos Andrés Borges: egoístas, crueles, hipócritas. Alguien dijo que William Ojeda nació en un barrio de Petare, ¿en cuál? Por que precisamente en los barrios de nuestros pueblos es que el amor bulle con más fuerza; con más orgullo al alargar un trozo de pan al que sufre de hambre y que suele despojarse de la camisa para dársela al que siente frío. ¿En cuál lugar de ese barrio vio la luz este hombre que sádicamente lleva como logo de su frustrada lucha política la enanes manifiesta del egoísmo?
Julio Carlos Andrés Borges no cuenta con las herramientas suficientes para llegar al olor del barrio. Es un desalmado, que va por ahí exhibiendo la desfachatez de haber sido elemento principal del golpe contra el gobierno de los pobres aquel fatídico 2002. Muchos de los militantes de su partido político, se entregaron en cuerpo y alma al desalmado Carmona. Ahora pretende seguir burlándose de ese pueblo contra el que fue en conchupancia con la oligarquía nacional e internacional, para defenestrarlo del poder que le otorgó la Constitución Nacional y someterlo de nuevo a la esclavitud de la que fue durante años actor de roles protagónicos.
William Ojeda y Julio Carlos Andrés Borges tienen derecho a no estar con la Revolución Bolivariana, porque ésta no comparte ideología con ellos. La Revolución Bolivariana no es una casa grande que en el centro tiene rosa y clavellinas: es el pueblo y a estos dos personajes les está vedado entrar a este recinto, porque simplemente allí sentirán rechazo, silencio. William Ojeda y Julio Carlos Andrés Borges no mirarán jamás por la ventana de un superbloque el fogonazo de una arrechera, no pisarán nunca las escaleras asimétricas del barrio, ni olerán la humedad de los techos de los ranchos, ni beberán el frío de las noches, ni entonarán el himno al amor en ritos de luna llena, porque William Ojeda y Julio Carlos Andrés Borges, son personajes del demonio, sacados de las páginas de un libro jamás escrito, ellos no sienten amor; no saben lo que es pasar una noche sin pan, sin agua en el estómago, para ellos la palabra humanismo es mierda. Pertenecen a la jauría del rey, que destroza todo a su paso, ¿qué dirán nuestros hermanos latinoamericanos y caribeños, del mundo entero de estos egoístas a los cuales nunca se les vio defendiendo al pueblo venezolano de la corrupción, de la inmoralidad, de los asesinatos cometidos por la Cuarta República? ¡MISERABLES DEMAGOGOS HUELE FRITO! Callad en nombre de la inteligencia.
Contradicciones de la vida
Carlos Marx nació en el seno de una familia judía en Trier, una ciudad Alemana del Rhin. Su padre descendía de una importante línea de rabinos, pese a lo cual se convirtió oficialmente al Luteranismo; entre otras razones, con el fin de poder ejercer la carrera de abogado. Por su parte Carlos Marx, a la edad de 17 años en 1835, entró a estudiar derecho a la Universidad de Bonn. Sin embargo, al año siguiente se trasladó a la Universidad Friedrich-Wilhelms en Berlín, donde se fue involucrando en el lado más radical de las teorías Hegelianas. Cuando salió de la universidad perteneció a la Juventud Hegeliana o Izquierda de ese tiempo. Esta corriente utilizaba la dialéctica de Hegel, como un instrumento para criticar la religión y la política establecida. En el año 1842, se transformó en periodista de un periódico liberal alemán. Por sus ideas radicales tuvo que abandonar Alemania, para trasladarse a Francia, en donde conoció a Friedrich Engels, con quien escribiría El Capital. Sin embargo, debido a sus ideas políticas, tanto Marx como Engels debieron abandonar Francia, para establecerse en Bélgica. Acá Marx pudo desarrollar su teoría del Materialismo Histórico, en donde analizó los distintos modelos de producción, y pronosticó una futura caída del capitalismo para ser reemplazado por el comunismo. Hacia 1848 fue arrestado en Bruselas y forzado a dejar el país, trasladándose a París y luego a Alemania, para establecerse finalmente en Londres. En esta ciudad, Marx publicó el primer tomo del Capital junto con otras obras. Los últimos 10 años de su vida, estuvieron marcados por una salud alicaída. En 1883 muere y es enterrado en Londres.
Pese a que Carlos Marx durante su vida publicó una inmensa cantidad de obras y manuscritos, los dos trabajos más importantes de quien fue el gran filósofo del siglo XIX, son el Manifiesto del Partido Comunista y El Capital. En el Manifiesto, propone el curso de acción de una revolución proletaria para derrotar al capitalismo, donde finalmente triunfa el comunismo como una sociedad sin clases. El capital es un inmenso tratado político-económico, en donde se critica severamente el capitalismo en cuanto a sus prácticas económicas y a las teorías que lo sustentan.
Hoy en día las ideas filosóficas de Carlos Marx son ampliamente discutidas en los círculos intelectuales. Sin embargo, la caída de la cortina de Hierro, y posteriormente de la Unión Soviética, ha puesto en duda la puesta en práctica de las ideas de quien fue uno de los más notables pensadores de la historia. Pese a esto, actualmente aún sobreviven estados que se consideran a sí mismos como marxistas: China, Cuba, Laos, Moldava, Corea del Norte, y Vietnam
Nosotros los venezolanos vamos rumbo al Socialismo del siglo XXI. Un socialismo inspirado en un hombre de lúcido pensamiento social, sobre todas las cosas.
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