El pasado 2 de
diciembre, como es sabido globalmente, el proceso revolucionario bolivariano,
sufrió un gran golpe en las urnas electorales, al ser rechazada la
propuesta hecha por el comandante Chávez, presidente de la república
y líder del proceso (mas presidente que líder ante el fortalecimiento
de la derecha endógena “Chavismo sin Chávez”) conjuntamente con
el anexo prolijo y superfluo de la asamblea nacional. Este rechazo del
pueblo nos hizo un llamado al análisis y reflexión sobre todo de nuestras
acciones y sobre el proceso en si. Es por esta razón que desde nuestra
humilde organización hemos tomado la decisión de hacer pública nuestras
apreciaciones al respecto con el mismo carácter antes nombrado.
Como primer punto
por fuerza de lógica, resaltamos como causa de los resultados del pasado
proceso electoral, la ideología arraigada e intacta en un importante
y gran número de compatriotas que han simpatizado o apoyado el proceso
de cambios, o de los que simplemente se han beneficiado con los logros
alcanzados hasta ahora. Sustentados en el hecho cierto de que los múltiples
intentos de manipulación, desvirtuar y de confundir surtieron efecto
en las masas con afirmaciones a simple vista irracionales, absurdas,
ilógicas, disparatadas, incongruentes y hasta estúpidas; consideramos
un error afirmar que las mismas lograron su efecto producto de la ignorancia
del pueblo, al desconocer tal afirmación la sabiduría popular, por
el contrario, reafirmamos y ratificamos la crítica y la lucha contra
el proceso de dominación ideológica desarrollado por el capital a
escala global, a través de los distintos medios de comunicación y
los contenidos en sus espacios y programas, la escuela, liceos y universidades
con sus currículos ocultos y parciales, la iglesia con la desvirtuación
y manipulación de los planteamientos culturales y religiosos antiguos,
sembrando todos, valores, necesidades e intereses en muchos casos falsos
y el resto antagónicos. Se hace imperativa la construcción de
redes de comunicación alternativas, escuelas de formación integral
y desarrollo de actividades con estos fines.
Como segundo punto, exaltamos el descontento expresado por nuestro pueblo ante las ya incontables expresiones de burocratismo, corrupción, clientelismo, ineficacia e ineficiencia de las instituciones pertenecientes al estado venezolano. Es importante tener presente que el gobierno hasta ahora NO ES REVOLUCIONARIO, y no hablamos de todos los compatriotas que actualmente ocupan cargos públicos, seria irracional y traición de nuestra parte desconocer las acciones revolucionarias desarrolladas desde siempre por muchos camaradas, entre ellos el compañero Chávez; hablamos de la lógica implícita en la política nacional, desde una visión olística, es la misma lógica de la derecha reaccionaria, la vieja cultura política que sigue siendo medio para la ejecución de planes, actividades y coyunturas electorales. Por esto es necesario acrecentar las denuncias y acciones en contra de cualquier práctica con rasgos derechista-reaccionarios.
Por tercer punto, en ánimo de fomentar la unidad, damos paso a la autocrítica...
Ya que si bien
es cierto de que existe una necesidad histórica de construir el socialismo
y el poder popular, también lo es el hecho del papel que debemos desempeñar
como sujetos transformadores y en transformación, papel que no ha sido
desempeñado de manera satisfactoria, al no poner en manifiesto muchos
de los elementos indispensables. El compromiso y la convicción
en incuantificables situaciones se han visto truncadas por situaciones
viscerales, la objetividad por la subjetividad, los intereses comunes
por los individuales, lo estratégico ante las necesidades puntuales
y coyunturas. La unidad como todo en una causa revolucionaria no se
decreta, se construye y desde lo concreto, por ello es importante el
desarrollo de múltiples acciones en el orden cultural, deportivo, ecológicos,
sociales, recreativos, entre otros, con el fin de fomentar el compartir
y el acercamiento político del pueblo explotado y oprimido. Desde luego
que también debemos producir en modo socialista, desarrollar prácticas
autogestionarias, cooperativistas y solidarias para no terminar como
simples profetas.
El fin es el
socialismo, es la causa, ninguno de nosotros importa, lo que importa
es la vida, la biodiversidad, el aire, el agua, los recursos naturales,
los seres vivos en equilibrio con el medio ambiente. El 2 de diciembre
no significa un rechazo al socialismo, por el contrario, es una reafirmación
del pueblo con los cambios reales, al rechazar este (nos referimos a
los camaradas que se abstuvieron), no una propuesta de reforma constitucional,
sino el ejercicio de las viejas prácticas reaccionaras (desarrolladas
por sujetos escudados en la figura del compañero presidente, que no
lo hacen victima, ya que en algunos casos son sujetos señalados por
el) antecedentes a la propuesta y que aun se siguen reproduciendo.
PROYECTO RR
“RESISTENCIA Y REBELDÍA”