Buscando explicaciones

La economía, la política cambiaria y la derrota del 2 de Diciembre

Comenzo a escribir estas líneas mientras escucho el programa Aló Presidente Nº 300, transmitido desde San José de Tiznados, Estado Guárico. Al hacerlo, reflexiono sobre las escasez de productos que parece ser contraria y de un país distinto al que se presenta en esa transmisión. También pienso en la primera derrota electoral que sufrimos el pasado 2 de Diciembre de 2007. Y así como el Presidente Hugo Chávez propone un cambio de paradigma en el conflicto de la hermana República de Colombia, también aquí, en materia económica debemos cambiar la orientación que se ha seguido en los últimos 2 años (al menos). Por cierto, en el programa veo cómo cuando intervienen algunos funcionarios, estos tratan de edulcorar su lenguaje cargándolo con lemas políticos que no tienen nada que ver con el tema tratado; yo le tengo miedo a la supuesta lealtad de este tipo de funcionarios. Asumamos de verdad las “3 R's”. Yo voy a poner de mi parte. Veamos.

El subsidio a las importaciones

La política cambiaria es fundamental, y puede redefinir y termina orientando en uno u otro sentido todo el desenvolvimiento de la economía, inclusive de los que no saben ni han visto nunca un dólar ni ninguna moneda que no sea la nacional. Y mientras desde la Presidencia de la República y todo el gobierno central, regional y municipal en diversas partes del país promueven y gastan recursos públicos para invertir y financiar en la producción de alimentos y otras industrias, los habitantes de las ciudades y los mismos campesinos siguen consumiendo productos importados en forma creciente, al mismo tiempo que hay una inflación oficial y no oficial (nos referimos a los bienes de precio regulado que se venden en varias veces su precio oficial a plena luz del día, así que no es mercado negro, sino muy blanco e iluminado) producto de una escasez de productos debido al desequilibrio de la oferta y la demanda.
Como verán, estoy sub-titulando con un “subsidio a las importaciones”, que debería completar con que la política económica en la práctica, además de subsidiar a las importaciones, están desestimulando a la producción nacional. ¡Qué herejía estoy hablando! ¿Pero no estoy viendo cómo el Presidente, ministros, gobernadores, alcaldes, presidentes de bancos e institutos crediticios se la pasan estimulando la producción nacional? Bueno. Esa es la teoría, pero en la práctica hay una política cambiaria que contraria e invierte (de invertido o negativo, no de inversión) todos los esfuerzos anteriores, y los deja como dinero botado en la calle, o regalos que se le da a alguna gente para que se queden viviendo en las áreas rurales, o regalos que se le dan a algunos importadores de maquinarias y equipos que al final no se les da el uso debido. Esa es la verdad, porque parafraseando al Tcnel. Chávez de 1992, “... los objetivos propuestos no han sido logrados”.

Razones del control de cambios

El control de cambios fue implantado en pleno “paro y sabotaje petrolero” de Diciembre de 2002 a Febrero de 2003. Todas las razones de aquel momento obligaban a imponerlo, y hasta el día de hoy, hay que mantener algún tipo de control, aunque sea disminuido. Pero con su prolongada existencia, ya se está manejando y manteniendo de manera incorrecta. Es más, en vez de limitar las importaciones, éstas se han desatado y han alcanzado niveles de récord históricos. En vez de impulsar el ahorro y frenar la salida de divisas, los resultados son los inversos a los objetivos propuestos.
Otra de las supuestas razones es que “con la estabilidad de la tasa de cambio se frena la inflación”(ese era la base de las teorías económicas del segundo gobierno de Rafael Caldera, inspiradas por nuestro estimado profesor Asdrúbal Baptista). Bueno, vamos a ver unos numeritos oficiales (cualquiera los puede bajar de la página web del Banco Central de Venezuela y sacar los cálculos), y ese argumentos quedará desmontado. Aquí les presento un cuadro de los indicadores, de manera muy resumida (porque creo que la mayoría de los lectores no les interesa un artículo recargado de números y tablas).

Año

Var. tasa de cambio Bs./US$ (%)

Var. IPC (%)
2004

20,00

19,19
2005

11,98

14,36
2006

0,00

16,97
2007

0,00

22,46
Acum. Dic-2007 /
Dic-2003

34,38

95,23

Como ven, si el argumento oficial es que con la estabilidad de la tasa de cambio se mantiene la estabilidad de los precios al consumidor, la realidad empírica nos dice lo contrario. Es más, digámoslo directamente: la política cambiaria actual, tal como está diseñada, ha fracasado.
Este cuadro solamente presenta dos indicadores, pero si vemos otros, la crítica sería mayor.

Posibles recomendaciones

Para resumir, no quiero presentar más detalles ni explicar más sobre la realidad económica, pero si seguimos ahondando nos daremos cuenta que estamos creando un gigante económico con pies de barro (para asociar con el símil bíblico). Veo en la televisión al Presidente regañando a los ministros por el mal estado de las vías en todo el país, y luego un futuro complejo agroindustrial más grande. Pero lo malo es que siempre se habla en futuro: “haremos”, “construiremos”, “produciremos”, etc., cuando en la realidad es que, si llegan a producir, los mismos procutores no usan lo que producen, sino que van al abasto, supermercado, o “Mercal” y compran alimentos importados. Es cierto que por el crecimiento de los ingresos y la reducción de la pobreza la estructura de la demanda ha cambiado y se ha alterado, pero la burocracia y los controles no se han adaptado a la nueva realidad, que también está influida por una política de subsidio de las importaciones que pone cada día más lejos el sueño del Presidente de convertir a Venezuela en una potencia agroalimentaria hacia el año 2010 (y ni hablar de la “soberanía alimentaria” en la que volvió a insistir hoy), y que nos está ransformando en un gigante consumista e importador, sin ahorros y despilfarrador.
La realidad nos está acercando cada vez más a la que nos condujo en 1989 al paquetazo del tristemente célebre Carlos Andrés Pérez, y mientras más tardemos en tomar estas decisiones, más fuertes serán y el shock sobre la vida diaria y normal será más negativo (comparando con la salud, si tenemos un tumor en un dedo y se recomienda amputarlo, mientras más tardemos en operarlo, más grande será la amputación, y en vez de perder un dedo, podríamos terminar perdiendo un brazo entero, ..., o la vida misma). De paso, nada peor para quienes hicimos de la crítica al “paquete criminal” (así lo llamé yo en 1989, cuando era estudiante, y años después mis amigos todavía lo recordaban) de CAP que terminemos repitiendo la economía y las medidas de Jaime Lusinchi y CAP.
Ya terminó el programa con unos cantos llaneros. Y me toca dar las recomendaciones, que son las siguientes:
1.- Aflojar el control de cambios progresiva y continuamente. Podrían iniciarlo legalizando en el mercado paralelo las transacciones de divisas no provenientes del gobierno (por ejemplo, las que obtienen las familias, los exportadores que no reciben divisas oficiales, etc.), lo cual bajaría la presión.
2.- Devaluar progresivamente (ya se está haciendo necesario un “crawling peg”) el bolívar respecto al dólar. Podríamos comenzar en lo inmediato ubicando la tasa cambiaria en 2,50 Bs.F./US$, y luego seguir ajustándola hasta que se asemeje a la del nuevo mercado paralelo (que no debe parecerse a la actual), y permitir que muchos rubros puedan ser transados legalmente con el mercado paralelo, porque no tiene sentido que las importaciones de alimentos exóticos (muy sabrosos, por cierto) y de vehículos de lujo sigan recibiendo dólares subsidiados.
3.- Reactivar el FIEM (Fondo de Inversión para la Estabilización Macroeconómica), potenciarlo, y acumular reservas. Hay que tomar medidas macroeconómicas anticíclicas, porque lamentablemente, en los últimos dos años las políticas económicas han sido procíclicas, es decir, han potenciado las tendencias a tal punto que han causado fuertes desequilibrios en casi todas las áreas.

Encareciendo y obstaculizar las importaciones es la única manera de incentivar la producción nacional. Olvídense de incentivar el consumismo, que cada día la actual Venezuela se está asemejando a una réplica de la misma Venezuela, pero en su versión de la década de 1973-1983, o sea, un país consumista e importador, donde los gobiernos financiaban plantas industriales que nunca llegaban a producir. ¿Qué pasó con el “socialismo” y los seguidores de Alí Primera, que cantaba criticando “... porque somos un país con real”?
No quiero ahondar más en el tema porque ya el artículo se ha puesto muy largo, y mientras más escriba menos lo leerán. Según las respuestas que reciba vendrá la orientación de posibles futuros artículos.
Pero por los momentos, me acojo a las “3 R's”: Rectificación, Revisión y Reimpulso. Yo estoy poniendo de mi parte.

*Economista

simonsaba@yahoo.com



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