Socialismo vs. Capitalismo

La lucha entre el bien y el mal

En días pasados, algún amigo me envió un artículo titulado “las beatitudes del diablo”, después de leerlo me suscribo totalmente al mismo, convencido como estoy de que el demonio, en su insaciable afán por dominar a la mas sagrada creación de Dios, ha puesto todo su empeño en conseguir la formula perfecta para lograr su fin y para esto ha mantenido bajo observación permanente, y por los siglos de los siglos la conducta “pensante” del ser humano con la finalidad de penetrar su estructura y así lograr la invasión del alma.

Desde el Principio logró manipular a Eva y ésta a Adán para comenzar con la cadena de tragedias sucesivas a las que hemos estado sometidos. 

Así nos llegaron las guerras por la conquista y el dominio de un territorio, o por la comida, o por la “superioridad” de tal o cual raza, o por la ignorancia, o por la idiotez o por si el huevo se rompe por la punta o si se rompe por la mitad…o por las, tan dañinas e interminables, guerras para implantar la “verdad verdadera” que promueve tal o cual grupo religioso; así hemos venido, dando tumbos a punta de coñazos en nuestro viaje por el universo a través de los tiempos. 

El demonio tiene la batalla ganada por ahora…y la tiene ganada por que es inteligente y manipulador, ha establecido secuaces en todos los países, en todos los grupos religiosos, en todas las congregaciones, en fin, en todas partes; es mas, en su conocimiento de que a pesar de su esfuerzo no logró apartarnos a todos de la búsqueda de la verdad y consciente de que es imposible lograr que el hombre se aleje para siempre de la conexión con Dios y con la luz, ha impartido instrucciones a sus lacayos en la tierra, con el firme propósito de bloquearnos el acceso a la verdad, el acceso al salvador.  

Consciente de que una vez establecida la alianza Hombre-Dios, es imposible penetrarla y por ende corromperla, decidió una táctica que hasta ahora le ha funcionado: no dejar tiempo al hombre para pensar en Dios y así desviarlo del verdadero objeto de su creación. 

¿Como pudo el demonio distraernos de nuestro verdadero camino? muy fácil: 

Le dijo a sus lacayos en la tierra, déjenlos ir a las iglesias, facilítenles desde los gobiernos la libertad de cultos y financien a los religiosos para que la gente asista a sus iglesias, denles mucho dinero a las congregaciones para que se olviden de la humildad y de cual fue su origen, encárguense ustedes de la dirección de las mismas y vístanse con ropas bordadas en oro y joyas preciosas, hagan estatuas y vístanlas con lujo, en fin háganle ver a los feligreses que si no tienen oro ni joyas no están para nada cerca de la salvación.  

Los comerciantes y banqueros que se encarguen de hacer las roscas especulativas y, a través de la publicidad, inducir a gastar, gastar y gastar; que las amas de casa solo piensen en la moda y los artículos que hay que tener en casa, los niños en los “juguetes” de ultima generación, los hombres, en los vehículos y toda clase de cosas sin sentido; cosas que además de mantener la mente distraída sobre la verdadera esencia de la vida y de la naturaleza, causen también un daño cada vez mas acelerado e irreversible al planeta, lo cual generará mas crisis, mas escasez, mas guerras y mas sufrimiento. 

Por el afán de tener, el hombre tendrá que trabajar 10 y 12 horas al día por lo menos 6 días de la semana; la publicidad se encargará de que el momento compartido en casa se pierda entre los periódicos, las revistas, la televisión y el equipo de sonido; este ultimo no debe dejar de sonar en el vehiculo quitando el momento de soledad necesario para meditar y encontrarse con el creador. 

Para la navidad que los comerciantes se encarguen de cambiar la esencia del momento mágico del nacimiento de Jesús, por Santa Claus que anda con un saco lleno de juguetes manipulando la voluntad de los niños y obligando a los padres a trabajar doble para complacer a los pequeños; que la celebración del máximo momento de la humanidad se convierta en una fiesta de bebidas, comidas, música y cualquier cosa que aleje al hombre del momento que se celebra. 

Los gobernantes hagan alianzas para oprimir al hombre, para que este descargue su ira contra Dios, mientras ellos están repletos de comodidad y lujos. Que Las iglesias difundan versiones diferentes, manipuladas y erróneas de los orígenes de la creación y del verdadero sentido del amor de Dios, para que con la excusa de la libertad de cultos, se confunda y divida al pueblo y se le aparte del creador… 

En fin los lacayos el demonio están haciendo el trabajo asignado, todo lo anteriormente descrito es cierto y se puede resumir en una sola palabra: Capitalismo, fue este el régimen implantado por los lacayos del mal para desviarnos del supremo y destruir incluso al planeta. 

La lucha entre el bien y el mal existe desde el principio de la creación, luchemos por liberarnos del maleficio en el que vivimos, volvamos a la naturaleza, el hombre no necesita 12 pares de zapatos de marca o 20 pantalones en el closet, es mas no necesita closet, no necesita trajes de marca, ni autos extravagantes, ni casas extraordinarias…¡no!, el hombre necesita un hogar donde vivir cómodo, alimentos suficientes para subsistir, una familia con principios, una esposa que administre y organice el hogar, un esposo amoroso que comparta las tareas diarias y hable con los hijos, unos hijos que estudien y jueguen al aire libre, una comunidad preocupada por el vecino, un país unido con el solo fin de compartir y repartir equitativamente las bondades que Dios les dio, es decir, una comunidad internacional sin fronteras ni mezquindades. 

De América latina salió la llama liberadora con la espada filosófica de Simón Bolívar, salió el proyecto educativo revolucionario de Simón Rodríguez, salió la, máxima “tierra y hombres libres” de Ezequiel Zamora; sigamos esa senda y rompamos las cadenas opresoras que el demonio nos envió a través de los lacayos del norte y del este, la lucha es desigual pero no imposible. El hombre necesita, paz para meditar y encontrarse con Dios, no le sigamos haciendo el juego a los lacayos del demonio, en resumen volvamos a la naturaleza, adoptemos el régimen de la igualdad y la justicia social. 

Jesús de Nazaret, nos indicó el camino: El Socialismo. Bolívar, Rodríguez y Zamora nos mostraron la senda y nos dejaron la estrategia; sigamos esa senda, retomemos el proyecto Bolivariano, avancemos en la búsqueda de la mayor suma de felicidad posible y, por sobre todas las cosas: amémonos los unos a los otros como Dios nos ha amado. 

oscarajimenezr@gmail.com



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Oscar A. Jimenez R.


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