¿El IVA es un impuesto socialista?

La crisis financiera y económica mundial ha llegado a las puertas de nuestra economía, a pesar del blindaje de nuestra estructura financiera, con base en medidas que fueron dirigidas a tiempo para evitar que capitales golondrina o colocaciones en entidades financieras debilitadas produjeran alguna debacle en cadena, y a pesar de las previsiones en el fortalecimiento de nuestras reservas internacionales y el mantenimiento del control de cambio, la condición monoproductora sobre la cual se soporta el Estado venezolano y gran parte de la economía privada de nuestro país nos mantiene débiles ante un mercado petrolero tan volátil y frágil de frente a la influencia de las trasnacionales y el control imperial.

Si bien, se ha anunciado una crisis capitalista, lo que debería conducir al emerger del socialismo como alternativa, esta crisis financiera y económica en general, se ha convertido en una crisis de oportunidades para el mismo sistema neoliberal, que ha tenido la capacidad de adaptarse a las circunstancias y generar los mecanismos y las técnicas pertinentes para hacer viables soluciones aplicables a los conflictos.

Mientras tanto, el socialismo como alternativa ha servido como un orientador ético para la crítica, pero no ha suministrado las herramientas para la resolución del conflicto, teniendo que echar mano de modelos y técnicas del mismo sistema neoliberal y capitalista. Es en este sentido que preocupa que el país, esperanza del mundo para construir un verdadero modelo alterno, en el marco del socialismo eche mano de una de las técnicas más neoliberales y fondomonetaristas del mundo, el impuesto al Valor Agregado (IVA), que no es más que un impuesta que sanciona tanto a ricos como a pobres, y pone a pagar el déficit fiscal a los pobres, porque al final, siendo los pobres la mayoría, son los pobres los que mayoritariamente pagan el impuesto.

Pero no bastando con esto, se cae en el juego de la especulación en la cadena de producción, ya que al pechar todos los productos con un mayor porcentaje de IVA, esto repercute en una inflación artificial generada por la misma política económico impulsada por el Estado, ya que el impuesto afecta a las materias primas, a los servicios entorno al hecho productivo y al producto final, pudiendo repercutir en por lo menos un 15% de aumento como consecuencia de las cadenas de producción afectadas por el impuesto, y si a eso sumamos la cultura especulativa de nuestro sector productivo privado, en no menos del 30% estamos afectado el bolsillo de los pobres de nuestro país.

Si a esto le incorporamos el hecho de que este impuesto se había estado reduciendo de un 16% progresivamente hasta haber llegado al 9% actual, sin que ello hubiese contribuido a disminuir el valor de los productos consumidos por el pueblo venezolano, estamos sirviendo el escenario para un fuerte golpe a nuestros bolsillos, sin tomar en cuenta quien gana más o quienes tienen mayores dificultades para sobrevivir o vivir bien.

Es indudable que la crisis financiera y el garrafal error de haber presupuestado el barril de petróleo en 60 dólares promedio, condujo a la toma de medidas para la reformulación de los gastos del Estado, pero no es más justo que se peche al que más percibe ingresos a través del Impuesto Sobre la Renta, y que el sacrificio que debe brindar un sector privado que en el proceso revolucionario se ha enriquecido aún más que en los 40 años anteriores rindan tributo a estas extraordinarias ganancias, que decir del sector bancario que ha percibido las mayores ganancias como sector económico en el país.

Es incluso pertinente pensar en el establecimiento de nuevos impuestos al uso suntuario y no tanto a la adquisición suntuaria, una alternativa que realmente pecha al que más tiene, y no al que con esfuerzo logra obtener algo para sobrevivir a cambio de la explotación de su fuerza de trabaja mal valorada.

¿Es el IVA un impuesto revolucionario, o es una salida tipo rápida o de alta velocidad que indiferentemente de las connotaciones que conlleva, permite evidenciar que el socialismo no tiene mecanismos propios para responder a una crisis capitalista?, o ¿es el equipo del presidente que anclados en visiones ortodoxas no pueden generar nuevas alternativas ante una crisis ajena?, valores usted.

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Nicmer N. Evans

Director de Visor 360 Consultores, una piedrita en el zapato, "Guerrero del Teclado", Politólogo, M.Sc. en Psicología Social.

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