Me apresuro a unirme a la inquietud y preocupación que ha expresado en su nota de hoy* sobre la carnetización en el PSUV, pues teme, con mucha razón "que el carnet se convierta en símbolo de "revolucionario", y sea usado para la discriminación. Aún cuando salga algún alto representante del Psuv a jurarnos que esto no va a pasar, la verdad es que no hay forma de garantizar que en todo pueblo del país, no aparezca algún funcionario más chavista que Chávez a decir que no dará determinado producto o servicio si no tienes carnet." y peor aún, si tomamos en cuenta esta verdad que usted agrega: "Es un hecho público y notorio que en determinados ministerios y misiones, algunos funcionarios corruptos y cuartorrepublicanos obligan a subalternos y estudiantes a asistir a marchas del gobierno, y pasan listas para asegurarse de que TODOS acudieron a las mismas. En algunos casos, lo hacen para competir con otros funcionarios, decir que son "más chavistas" porque llevaron más gente a marchar, y lograr así ascender más rápido a cargos de importancia." No hay razones para no llegar a la conclusión de que esa "carnetización" nos lleve a reeditar la funesta Cuarta República, época esa donde quienes no portaban el carné de AD o de COPEY, ninguna puerta se les abría para ingresar, por ejemplo, a la administración del Estado en cualquiera de sus instancias y de esto, cada venezolano de entonces que no militó en ninguna de esas toldas, debe tener más de una historia de lo que eso significó a la hora de tener que resolver muchos asuntos de su propia vida y de los suyos. No hay que olvidar que en esa etapa del puntofijismo, efectivamente, para tener acceso a algún cargo público o ser beneficiario de una beca o de un apartamento del Banco Obrero o de alguna contratación de cualquier tipo con el Estado, etcétera, etcétera, el carné era el documento más importante de las credenciales que había que consignar y tanto fue así que las Secretarías de Técnicos y Profesionales de ambas toldas políticas se convirtieron en las antesalas infranqueables de los aparatos burocráticos del país y es por ello que el PSUV no puede ni debe dar oportunidad alguna para que esa repudiable y asquerosa conducta se reedite. Los que no pertenecíamos a esos partidos, hoy convertidos en diminutas agrupaciones con bajísima aceptación popular (según última encuesta de IVAD: AD: 3,8% y Copey: 1,6%), debíamos agenciarnos una palanca para resolver los problemas que tuviéramos y sabemos que en cada una de las familias venezolanas más de uno de sus integrantes debió buscarlas (la gran mayoría fracasaba en el intento, por razones más que obvias), para solventar asuntos cruciales e importantes que les permitieran sobrellevar la vida, por lo que sería inaceptable que con el renacimiento del carné estuviéramos abriendo la posibilidad para que la inmensa obra social que viene adelantado el gobierno a través de las decenas de Misiones, las que han sido exitosas todas y en donde a nadie se le descrimina, comience a desmoronarse por culpa de un fulano carné, que de seguro será exigido por los desalmados que nunca dejarán de existir, así como por los infiltrados de la oposición que tratarán por esa vía de seguir haciendo su tarea de desestabilización, pero ahora con mucha mayor facilidad. Por tanto, ante ese peligroso expediente de la historia reciente de nuestro país, un proceso de "carnetización" debe ser evaluado de forma bien rigurosa por el partido de la revolución antes de acordarlo, pues desde nuestra óptica es innecesario. La conciencia revolucionaria y la entrega por las causas justas que demanda este país para hacerlo definitivamente libre y en donde prevalezca la equidad y la justicia, no requieren de ningún carné... (*) "Necesito una explicación sencilla de por qué hay que sacar carnets en el PSUV" oliverr@cantv.net