La naturaleza del Socialismo

La revolución socialista puede y debe, facilitar que nuestros nietos vivan una vida buena, dándoles conocimiento, dominio de si mismos y caracteres que produzcan armonía en lugar de guerras. El capitalismo en la actualidad enseña a nuestros hijos a matarse entre sí porque los capitalistas están dispuestos a sacrificar el futuro de la humanidad a su momentánea prosperidad. Pero esta fase pasará cuando el pueblo haya adquirido el mismo dominio de sus pasiones que tienen ya sobre las fuerzas del mundo político venezolano. En su lucha contra el poder colectivo de las clases poseedoras, el pueblo no puede obrar como clase si no se constituye en un gran partido político socialista, opuesto a todos los partidos formados por las clases opositoras. Esta constitución del gran partido es indispensable para asegurar el triunfo de la revolución socialista y de su objetivo supremo, la abolición de las clases. Los latifundistas de la tierra y los amos del capital se sirven siempre de sus privilegios políticos para defender y perpetuar sus monopolios económicos y sojuzgar a la clase trabajadora, por lo cual la conquista del poder es el gran deber del pueblo venezolano.

Toda memoria y, por lo tanto, todas las mentes, dependen de una propiedad que es muy notable en ciertas clases de estructuras explotadoras, pero que no existe, en las clases explotadas. Es la propiedad de formar hábitos como resultado de sucesos similares frecuentes. Se verá que hechos exactamente iguales explican su respuesta al lenguaje y su uso de él, los recuerdos y las emociones que éstos despiertan, su conducta inmoral y, en realidad, todo lo que constituye su personalidad mental, incluida la parte determinada por la herencia.

El pueblo nunca podrá emanciparse de la opresión secular si no sustituye a ese cuerpo absorbente y desmoralizador con la libre organización de todos, fundada en la solidaridad y la igualdad, para no ser absorbidos por la clase privilegiada que sigue, continuamente, sin freno y sin límite, explotando a la clase trabajadora.

Los gobiernos burgueses están todos comprendidos en tres encabezamientos: superstición; poder, y el común interés de la sociedad burguesa, contra los derechos comunes del hombre. El primero es el gobierno del clero, el segundo el de los guerreristas y esclavistas, el tercero el de la razón. El individualismo entraña tantas divisiones como haya de individuos, el fraccionamiento, y la partición que produce la debilidad. Pero todos se amalgaman y confunden. La fraternidad y el socialismo conducen, por el contrario, a la concentración y a la unidad que produce la fuerza. El socialismo está fundado sobre la unidad como un todo; en el pueblo, que forma una sola familia de hermanos y un solo ejército de trabajadores.

Los males siempre crecientes que la monopolización de la tierra y los medios de producción, que la explotación capitalista acarrea para los trabajadores de las industrias, y el campesino que cultiva el suelo, no desaparecerán completamente más que en una sociedad donde el suelo, así como los otros medios de producción, pertenezcan a la colectividad, que lo harán explotar para el interés de las comunidades, empleando los procedimientos más perfeccionados.

Los amantes del poder absoluto, los viles secuaces de la autoridad arbitraria inclinarán con pena sus cabezas orgullosas bajo el nivel de la igualdad; pero ¿Qué pueden algunos millares de descontentos contra una masa de hombres y mujeres que defendemos nuestra Revolución? Los goces exclusivos, los placeres solitarios, los bienestares personales producirán vivos pesares a los individuos insensibles ante las penas ajenas.

El PSV, está convocando para la inscripción de nuevos militantes y recensar a los ya inscriptos, y también para la elección de sus nuevas autoridades por la base. Por lo que se refiere a la situación actual, podemos decir que, aunque el número de afiliados es muy grande, (mucho oportunista) hay que reconocer, que entre todos no existe una cohesión firme ni una colaboración enérgica, sin las cuales jamás llegaremos a influir verdaderamente en la marcha del socialismo. Los socialistas no formamos todavía, un partido firme, no tenemos todavía bases fijas y concretas, y eso hace que propendamos con bastante frecuencia, a confundirnos allí donde son fuertes, con los partidos opositores, movidos por los medios de comunicación ya que también éstos laboran a favor de los grupos explotadores. Los que están a la cabeza del partido, deben tener una bandera propia en torno a la cual podamos agruparnos y no marchar a la zaga de los filisteos. Cuando veamos que avanzan resueltos, en filas cerradas, los seguiremos; pero si nos dividimos, jamás seremos nada. Se debe oír a los militantes lo que queremos, nuestros puntos de vista sobre el socialismo, no apartándonos ni un poco de ellos y discutiendo solamente en cuanto a los medios para conseguir lo más fácil y más rápidamente nuestras pretensiones; ya veremos cómo, sí avanzamos. Es urgente poner a funcionar las escuelas de ideologización en todo el país, para formar a la base en lo que es el socialismo.

Por mucho que los oposicionistas burgueses y el clero se revuelvan contra nosotros, todo redundará en ventaja nuestra; ¡adelante, pues, y no cejemos! Confiamos en que, nuestro centro de propaganda, siga dando el ejemplo. Y esperamos y exigimos de la dirigencia que en lo adelante cumplan estrictamente con su deber y creen una escuela de Concienciación Socialista de la que salgan militantes que difundan nuestros principios por todos los rincones de Venezuela. Necesitamos incondicionalmente de un periódico que llegue a todos, mantenga la causa de nuestro partido, y ayude a la formación de las ideas de los camaradas y mantenernos informados.

La burguesía oposicionista, intenta apartar al pueblo de todo movimiento revolucionario, que no los favorezca a ellos, tratando de demostrarles que no es tal o cual cambio político social el que podrá beneficiarle, sino solamente una transformación de las condiciones de la vida material, de las relaciones económicas. Pero nótese que por transformación de las condiciones de la vida material, esta burguesía no entiende, en modo alguno, la abolición de las relaciones de producción burguesa, lo que no es posible más que por la vía del socialismo revolucionario, ellos lo que quieren es únicamente reformas administrativas realizadas sobre la base misma de las relaciones de producción burguesa, que, por tanto no harían, en el mejor de los casos, sino disminuir los riesgos que requiere su dominio y simplificar el trabajo político del gobierno burgués. Oponénse, pues, con encarnizamiento, a toda acción política del pueblo, pues semejante acción no puede provenir, a su juicio, sino de una ciega falta de fe en las instituciones de la sociedad burguesa.

Los socialistas luchamos por alcanzar los objetivos comunes e intereses inmediatos del pueblo; pero al mismo tiempo defendemos también, dentro del movimiento actual, el porvenir de este movimiento.

Salud Camaradas.

Hasta la Victoria Siempre.

Patria, Socialismo o Muerte.

¡Venceremos!

manueltaibo@cantv.net




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Manuel Taibo


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